TEMEN DECISIÓN JUDICIAL AFECTE OPORTUNIDADES DE ESTUDIANTES LATINOS

Los partidarios de la “acción afirmativa”, que da trato preferencial a las minorías en la educación pública, temen que un dictamen del Tribunal Supremo sobre la integración de las escuelas perjudique a los estudiantes latinos.

La Liga de Ciudadanos Latinoamericanos Unidos (LULAC) condenó la decisión 5-4 emitida por el Supremo que invalida dos planes voluntarios de integración en los distritos escolares de Seattle (Washington), y Louisville (Kentucky).

El máximo tribunal dictaminó que no se pueden utilizar criterios raciales para la toma de decisiones respecto a la proporción racial en las aulas o los cursos que ofrecen las escuelas, por ejemplo.

“Los cinco jueces mayoritarios le han dado la espalda al ‘sueño americano’ de alcanzar una sociedad integrada”, dijo Rosa Rosales, presidenta nacional de LULAC, una de las organizaciones latinas más antiguas del país.

Los magistrados consideraron que los planes de las juntas escolares en los estados de Washington y Kentucky violan la Constitución y restringen las formas en que los sistemas escolares públicos pueden lograr la diversidad racial.

Rosales opinó que el dictamen reciente afectará las protecciones garantizadas en otra decisión judicial, hace más de 50 años, conocida como “Brown v. Junta Escolar” y que permitió la integración racial en las escuelas públicas de EE.UU.

LULAC se unió a una coalición de grupos minoritarios que promueven la equidad racial en las escuelas secundarias.

Un informe de ese coalición, divulgado el mes pasado, destacó que los estudiantes de octavo grado, provenientes de minorías, están rezagados en la lectura, en comparación con los estudiantes blancos.

También indicó que la comunidad hispana sigue teniendo el mayor índice de deserción escolar en los Estados Unidos.

Por su parte, Gary Orfield, codirector del Proyecto de Derechos Civiles de la Universidad de Harvard comentó que el Tribunal Supremo reiteró la necesidad de promover la integración racial en las escuelas pero, irónicamente, “rechaza los medios para lograrla”.

Orfield recordó que más del 40 por ciento de la población estudiantil en el país “no son blancos” y, sin embargo, millones de estudiantes acuden a escuelas segregadas que además carecen de recursos adecuados.

Según Patricia Gándara, también del Proyecto de Derechos Civiles de la Universidad de Harvard, “las escuelas segregadas a las que asisten los latinos y estudiantes de inglés están entre las más bajas en calidad y recursos” del país.

Estadísticas de la Oficina del Censo muestran que los estudiantes latinos conforman el 19 por ciento de la población en las escuelas públicas del país.

Igualmente, los latinos son más de un tercio (36 por ciento) de los estudiantes en la costa oeste del país. En California, donde reside más de un tercio de los latinos en EE.UU., los hispanos son más de la mitad de la población estudiantil.

Gándara dijo que, según cifras del Proyecto, en 2003, el estudiante latino promedio asistía a escuelas públicas en las que había un 55 por ciento de alumnos latinos y sólo un 28 por ciento de estudiantes blancos.

Ese aislamiento, destacó Gándara, es evidente en la costa oeste, donde el 80 por ciento de los alumnos latinos asiste a escuelas con altos porcentajes de estudiantes minoritarios.

Casi el 40 por ciento de los latinos va a escuelas segregadas, donde tanto los negros como los latinos conforman en su conjunto el 90 por ciento de la población estudiantil, agregó la experta.

Otros organismos, como la Asociación Nacional de Educación y la Asociación Nacional de Juntas Escolares, también se mostraron “profundamente decepcionados” con la decisión del Tribunal Supremo.

Ambas organizaciones se sumaron a grupos como la Federación de Maestros, la Asociación Nacional de Personas de Color y la federación sindical AFL-CIO, que respaldaron los planes de integración racial de los distritos escolares de Seattle y Louisville, por considerar que ésta promueve el desarrollo social e intelectual de los estudiantes. VN

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