TÁCTICAS DIVISORIAS NO ARREGLARÁN CRISIS DE INMIGRACIÓN ILEGAL

Washington.- La estrategia de culpar a los inmigrantes por las penurias económicas de otras minorías, en particular de los negros, no corregirá el problema de la inmigración ilegal, y es una advertencia que deben acatar los líderes del Congreso.

El subcomité sobre Política Migratoria de la Cámara de Representantes realizó hoy una audiencia que, a juicio de los activistas y de la propia bancada de legisladores afroamericanos, sólo contribuye a “manufacturar” tensiones entre las dos principales minorías de Estados Unidos.

La idea de la audiencia era examinar el efecto de la inmigración ilegal en el nivel de desempleo de las minorías, pero la vista -la tercera con este propósito- contó con expertos que, lejos de aclarar la situación, sólo defendieron sus conocidas posturas contra los inmigrantes.

La mayoría de los republicanos, que controlan la Cámara Baja, considera que los indocumentados causan una baja en los salarios y, ante la anémica recuperación económica, recetan más medidas policiales para el arresto y deportación de los extranjeros clandestinos.

Sus quejas encuentran eco en legisladores como los republicanos Elton Gallegly y Lamar Smith, que aseguran que los indocumentados compiten en el mercado laboral con ciudadanos estadounidenses por empleos de baja remuneración, y que las únicas “víctimas” en esta lucha son los trabajadores legales con bajas destrezas.

Smith señaló, como lo ha hecho en otras ocasiones, que en los últimos 21 meses, Estados Unidos ha registrado una tasa de desempleo de más del nueve por ciento, y que la sequía de empleos afecta en particular a las minorías.

Para legisladores como Gallegly y Smith las mayores medidas policiales contra los inmigrantes indocumentados serían un buen antídoto para los males que aquejan a los negros y latinos en este país.

Estos legisladores han encontrado buenos aliados en su lucha contra la inmigración ilegal en expertos como Carol Swain, profesora afroamericana de Ciencias Políticas de la Universidad Vanderbilt, que en cada foro público culpa a los indocumentados por los males del país.

Pero ya antes de que comenzara la audiencia, los legisladores afroamericanos pidieron cordura en torno a este espinoso tema.

El presidente del “Caucus” o bancada de legisladores afroamericanos, Emanuel Cleaver, acusó a los republicanos en un comunicado de “manufacturar” tensiones raciales e intentar crear una mentalidad de “nosotros contra ellos”.

“Muchos trabajadores estadounidenses están sufriendo de la misma condición económica, y nuestro maltrecho sistema migratorio crea una carrera hacia abajo, hacia los trabajos más difíciles” y de muy mala paga, señaló Cleaver, demócrata por Missouri.

La clase política debe sentarse a la mesa hasta lograr una solución consensuada en torno al problema, recomendó Cleaver, secundado por otros activistas defensores de los inmigrantes.

“Necesitamos una reforma si queremos nivelar el terreno en el campo laboral” y frenar el descenso en las condiciones laborales que fomenta el sistema actual, enfatizó.

El Centro para Política Migratoria calcula que entre 1994 y 2007, la inmigración contribuyó al aumento de los salarios de los ciudadanos estadounidenses, incluyendo de los afroamericanos, en un 0,4 por ciento.

De hecho, el desempleo de los afroamericanos es mayor en ciudades con bajos niveles de inmigración, como es el caso por ejemplo en Toledo (Ohio), donde los inmigrantes conforman el 3,1 por ciento de la población pero los negros tienen una tasa de desempleo del 30,1 por ciento, según el Centro.

En vez de un análisis cuidadoso y objetivo sobre el verdadero impacto de la inmigración, la satanización de los indocumentados parece convertirse en un deporte favorito.

Grupos como el Foro Nacional de Inmigración aseguran que la solución lógica y viable a los males económicos que aquejan al país es la creación de empleos, y la “cura” al problema de la inmigración ilegal es una reforma migratoria.

Las divisiones raciales evocan malas memorias de un triste capítulo que ya vivió Estados Unidos y que, en vez de repetirlas -esta vez contra los latinos- deben quedar enterradas. VN

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