‘SUFRIR EN SILENCIO’
(fOTO: Padre Paul Hruby y Leslie Lenko. / R.W. DELLINGER).
Por R.W. DELLINGER
De la tragedia de una familia surge el Ministerio de Salud Mental en la Parroquia St. Julie Billiart
“Mi hijo se suicidó en noviembre de 2017”, dijo. “Se provocó una lesión grave, por lo que tuvo una cirugía y estuvo en cuidado intensivo por casi 10 días. Luego estuvo en cuidado del ‘final de la vida’ porque estaba demasiado grave. Así que falleció en el hospital el día anterior al Día de Acción de Gracias en 2017. Fue muy difícil para todos nosotros, y especialmente para la comunidad de mi parroquia St. Paschal Baylon en Thousand Oaks.
“Muchos amigos se me acercaban y me decían ‘tengo un hijo (o hija) con una enfermedad mental’ o ‘hemos perdido a una persona que sufría de esto o aquello’ y eso sucedía constantemente”, recordó Leslie Lenko, sentada en el salón parroquial de St. Julie Billiart en Newbury Park, durante una misa conmemorativa, tomando en sus manos el folleto que tenía la foto de su hijo de 20 años.
Días después del servicio fúnebre, estaba en una tienda comprando algunos artículos y poniéndolos en su auto cuando escuchó una voz familiar. Era un amigo que le daba el pésame. El hombre también mencionó que un miembro de su propia familia tenía problemas de salud mental y que no sabían cómo manejarlos.
Eso realmente sacudió a Leslie, y se dio cuenta que su familia no era la única. Había una desesperada necesidad de hacer algo en su comunidad de fe de Conejo Valley. Terminar con la vergüenza y el estigma que persisten entorno a las enfermedades mentales, antes de que sea demasiado tarde.
Su hijo había sufrido desde la escuela secundaria cuando lo diagnosticaron bipolar. Y durante los meses previos a su suicidio se manifestó más y más esta condición mental. Así que lo hospitalizaron en una institución privada en Ventura.
“Él estuvo bajo atención psiquiátrica durante meses, y pensamos que estaba bien”, explicó su mamá. “Tuvimos la aprobación de que podía volver al trabajo y seguir adelante con su vida. Así que consiguió un empleo en Toys ‘R’ Us antes de las vacaciones de Acción de Gracias, y todo iba bien. Parecía muy feliz. Tenía la mejor ayuda psiquiátrica y medicamentos. Nunca lo dejamos solo”.
Desesperada necesidad de ayuda
Leslie le escribió al Arzobispo José H. Gomez acerca de algo que su familia conocía muy bien: la desesperada necesidad de obtener ayuda para quienes padecen problemas de salud mental. Y como primera medida, el pastor de St. Julie Billiart celebró una misa el pasado mayo para apoyar a estas personas y sus familias, quienes recibieron bendiciones en el altar. En la Liturgia especial habló el psiquiatra Ed Jesalva, amigo de Leslie.
Después, el Padre Paul Hruby explicó por qué decidió comenzar un Ministerio de Salud Mental en su parroquia y en otras. “Lo que encontramos es que a menudo las personas están sufriendo en silencio”, señaló. “Los vemos en la misa del domingo y no tenemos idea de lo que están viviendo durante la semana”.
El pastor destacó la forma en que el nuevo ministerio patrocinará talleres sobre suicidio, medicamentos y otros asuntos de salud mental, además sobre la crianza de los hijos. Los grupos de apoyo se centrarán en el dolor y duelo, el envejecimiento y los problemas bipolares y de depresión. Tanto los talleres como los grupos tendrán un componente espiritual fundamental. Y un comité educativo se encargará de divulgar estos servicios.
“Una de las cosas que encontramos y de las que hablamos es cómo todavía hay un estigma asociado a la enfermedad mental”, dijo Hruby. “Pero enfatizamos el hecho de que todos estamos creados a imagen y semejanza de Dios. Ése es el punto de partida. Así que no hay necesidad de sentir vergüenza. No hay necesidad de sentir ese estigma.
“Y creo que todo radica en creer en la presencia sanadora de Jesús. No necesariamente va a eliminar una condición, pero aporta una dimensión completamente diferente cuando lidiamos con las cosas que suceden, a partir de la fuerza de cada uno.
“Entonces, este ministerio no es sólo para quien sufre de cualquier tipo de aflicción mental. Es también un apoyo para la familia. Para personas como Leslie y su esposo que sufrieron la muerte de su hijo. ¿Cómo empiezas a lidiar con eso sin tener ese elemento espiritual?
“Salimos y buscamos a los que están sufriendo”, agregó Hruby. “Simplemente no esperamos a que vengan a nosotros”.
La Iglesia no ignora la salud mental
Heather Bannis, coordinadora del Ministerio de Asistencia a Víctimas de la Arquidiócesis de Los Ángeles, fue la que conectó a Leslie Lenko con el Padre Hruby. Y ha quedado impresionada no sólo por el interés de los feligreses por el nuevo ministerio, sino también por la forma en que se está concretando en la Parroquia St. Julie Billiart.
“Me alegra porque es un ejemplo de cómo la Iglesia habla de algo que es una parte muy real de la vida de los fieles: la salud mental”, dijo. “Y la está nombrando. Está abriéndose al diálogo. La reclama como algo que forma parte de una comunidad de fe.
“Y eso es porque hay mucho estigma asociado con la salud mental. Históricamente la hemos “demonizado”. La gente estaba ‘poseída’… encerrada. No había nada para ayudarles. Y para la Iglesia fue un pecado mortal condenar al infierno a quienes se quitaban la vida.
“Estoy agradecida de que nuestra mentalidad esté cambiando”, agregó. “Pero por lo que ahora estoy especialmente agradecida es por la forma en que Leslie, el Padre Paul y los feligreses están avanzando, junto a un psiquiatra que está aportando su experiencia y conocimientos. Y está sucediendo dentro de esta comunidad de fe en St. Julie”.
Bannis señaló que ningún ministerio nuevo es perfecto, y el esfuerzo de salud mental de la parroquia tampoco lo será. Pero enfatizó que el ministerio ya ha logrado decir algo tan simple como: “Nosotros podemos hablar sobre un tema del cual no se habla; sobre personas comunes que enfrentan problemas de salud mental como depresión severa.
“Y St. Julie’s nace de la experiencia real, del amor y la pérdida, y el deseo de transformar eso”, dijo. “Y me parece que esto es lo que hace la fe. Nos permite ser transformados y ser transformadores. Ser un agente en el mundo del amor de Dios. “Especialmente con uno de sus enfoques en los adolescentes durante su formación de Confirmación. Porque muchas enfermedades mentales emergen en la adolescencia y al inicio de la etapa adulta. Cuando estamos hablando con los niños sobre su fe y ellos están confirmando sus creencias, es cuando están lidiando con el estrés y las presiones que enfrentan los adolescentes de hoy en día.
“Así que es profundo”, observó ella. “Y espero que se convierta en un modelo para muchas otras parroquias”.
Los más vulnerables
Por su parte, el psiquiatra Ed Jesalva, con práctica en Thousand Oaks, ha desempeñado un papel importante en la creación del nuevo Ministerio parroquial de salud mental en St. Julie Billart. Simplemente lo vio como una necesidad real para la comunidad: educar sobre salud mental y algunos de los trastornos, así como apoyar a aquellos que los padecen.
Y está de acuerdo con la coordinadora del Ministerio de asistencia a las víctimas, Health Bannis, en que los objetivos obvios son adolescentes y adultos jóvenes, que están en mayor riesgo durante su ardua transición a la edad adulta. Pero el psiquiatra señaló que ayudar a estos grupos puede ser muy difícil.
“Existe mucho estigma asociado con la salud mental en estos grupos. Pero no es imposible. Sí, es difícil para los adolescentes, pero hablar de esto ayuda”, dijo Jesalva. “Lo que ayuda es hacer que se sientan como si no fueran los únicos que tienen problemas; que no están solos. Por eso estaba pensando crear un grupo de apoyo para que los adolescentes puedan tener un lugar donde hablar sobre esto. Compartir con otras personas con sentimientos similares, realmente ayuda a sentir que no están solos”.
Y el especialista agrega que otro tema importante es el cerebro de los adolescentes. “Todavía está en desarrollo y no ven las consecuencias a largo plazo de asuntos como suicidarse, a quienes están dejando atrás para siempre, cómo esto afectará a los familiares y amigos cercanos. Los jóvenes son simplemente impulsivos. El intento de suicidio es una respuesta a largo plazo a un problema a corto plazo”.
Por lo tanto, el primer enfoque del nuevo Ministerio de Salud Mental es educar a los padres sobre cómo identificar señales que a menudo están ocultas.
Según Jesalva, lo otro es saber qué hacer cuando vemos ciertos comportamientos. “Una de las cosas que aliento a hacer es buscar ayuda profesional. Dependiendo de la gravedad de los cambios puede ver a un terapeuta que entiende los cambios. O si es más serio, buscar la ayuda de un psiquiatra para el acceso a medicamentos”.
Dijo que lo mismo ocurre con el otro grupo de riesgo encontrado en las parroquias: adultos y ancianos que han perdido a un ser querido. “Lo que estoy buscando es un equilibrio entre todas las edades”, explicó Jesalva. “Pero a quienes podemos ayudar de manera dramática son a nuestros jóvenes y adultos que han perdido a un ser querido y están sufriendo. Estas dos poblaciones son las que están en mayor riesgo en nuestras parroquias hoy en día”.
Y el psiquiatra agregó: “Realmente sentí el llamado de hacer algo para ayudar a los jóvenes y a los que han perdido a alguien. Y también he visto esto en mi práctica. Así que creo que era el momento adecuado para involucrarme. Fue por una necesidad y una especie de llamamiento para hacer esto”. VN
Dónde obtener ayuda
- Para alguien que considere el suicidio (o sus padres, parientes y amigos), puede llamar a la Línea Nacional gratuita de Prevención del Suicidio: 1 (800) 273-TALK (8255), las 24 horas de los siete días de la semana.
- Para más información y apoyo, también puede comunicarse con Heather Banis, coordinadora del Ministerio de Asistencia a Víctimas de la Arquidiócesis de Los Ángeles al (213) 637-7650, o por Email: hbanis@la-archidiocese.org
Señales peligrosas
Estas son algunos comportamientos que los padres deben observar en sus hijos en riesgo a suicidarse, según el psiquiatra Ed Jesalva:
* Cambios abruptos en el comportamiento
* Aislamiento social
* Irritabilidad
* Ira o arrebatos de mal genio
* Agresividad verbal o física
* Empeoramiento de los grados escolares
* Abuso de drogas o alcohol
* Ropa nueva o diferente
* Cambio de amigos
*Comportamientos de auto mutilación como cortarse la piel
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