SENTIMIENTO CONTRA INMIGRANTES SE BASA EN MITOS E INFORMACIÓN DISTORSIONADA

El creciente sentimiento anti-inmigrante en

Colorado se basa en “mitos e información distorsionada” difundida por las autoridades locales, pero no en la verdadera situación de la

comunidad inmigrante, según un estudio presentado hoy en la Universidad del Norte de Colorado.

Sylvia Martínez, de la organización Latinos Unidos, defendió el informe que ella misma recopiló y que en muchos casos contradice

la información recientemente difundida por el fiscal de distrito Ken Buck en un foro público sobre inmigración ilegal.

Según Martínez, la inmigración aparece como un tema de debate “cada vez que no se quiere hablar de otros temas, como la guerra en Irak, la crisis en el mercado inmobiliario, los problemas en los servicios de salud, o la guerra contra el terrorismo”.

Por otro lado, muchos políticos y dirigentes comunitarios “acentúan las diferencias” entre ellos y los inmigrantes (con o sin documentos) y, sobre esa base, deciden que “no es necesario

preocuparse por ‘esa gente'”, agregó.

En su estudio, Martínez sostiene que la información usada por el fiscal Buck es “un mito”.

El fiscal Buck y otros funcionarios han sido criticados por el contenido de una charla el pasado mes de septiembre titulada “Inmigración ilegal: Las historias no contadas”.

“Inicialmente (en el 2005) se nos dijo que un diez por ciento de los pandilleros identificados como tales en (la localidad de)Greeley eran inmigrantes indocumentados, y sobre esa base los

comisionados del Condado Weld aprobaron una resolución en la que se conectaba a los indocumentados con los pandilleros”, dijo Martínez.

“Pero tras muchas gestiones el Departamento de Policía de Greeley nos dijo que solamente ocho personas entre los 500 pandilleros de esta ciudad podían ser considerados inmigrantes ilegales”, agregó.

A su vez, el alguacil del Condado Weld indicó que más del 30 por ciento de los reclusos en la cárcel local eran inmigrantes indocumentados.

“Otra vez tuvimos que realizar numerosas gestiones, pero finalmente se nos dijo que ese número incluía todos los nacidos en el extranjero, muchos de los cuales están en el país legalmente y tienen sus visas en orden”, aseveró Martínez.

Otro ejemplo de información distorsionada, o “mito”, como lo califica Martínez, es lo sucedido durante una redada en la empresa

Swif de Greeley el 12 de diciembre del 2006.

“Muchas familias están todavía enfrentando las consecuencias de esas redadas, ya que, aunque los padres quedaron en libertad, están en libertad condicional y por eso no pueden trabajar”, declaró la activista.

Martínez dijo que aunque se anunció que hubo 262 arrestos en la redada de diciembre pasado, “no se dijo que la mayoría de los detenidos inicialmente eran ciudadanos estadounidenses o residentes

legales”.

Por otro lado, Martínez lamentó que “no se hable de los cientos de niños que ese día se quedaron solos, sin padres y sin ayuda, ni se reconociese suficientemente el trabajo de las agencias

comunitarias y de las iglesias que inmediatamente se dieron a la tarea de encontrar y ayudar a esos niños”.

Para Martínez, la persistencia de los “mitos sobre inmigración” se basa en el hecho que se ha perdido la capacidad de cuestionar la información que se ofrece y acepta sin crítica orque “tenemos miedo a lo desconocido y a quienes son diferentes”.

Martínez, nacida en Texas, formó Latinos Unidos en diciembre del 2005 precisamente para contrarrestar la iniciativa del fiscal Buck

sobre la apertura de una sede del servicio de inmigración en Greeley.

“Nuestra organización defiende los derechos de los inmigrantes y se involucra en aquellos temas comunitarios que afectan a los latinos”, explicó Martínez.

Aunque ciudadana estadounidense por nacimiento, su primer idioma es el español y desde pequeña trabajó en el campo con su familia.

“Eso me ayuda a conectarme con mi gente”, aseveró, tras indicar que no quiere que sus “hijos vivan en un mundo en el que los adultos no pueden llevarse bien unos con otros”. VN

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