‘SAN ROMERO VIVIÓ HACIENDO LA VOLUNTAD DE DIOS’

‘SAN ROMERO VIVIÓ HACIENDO LA VOLUNTAD DE DIOS’

(fOTO – ‘A un año de distancia, esta ha sido una victoria de la presencia de Monseñor Romero en la Iglesia, ya que hay muchas personas que han dedicado tiempo para conocerlo directamente, desprendiéndose de la mentalidad de aquellos años cuando los gobiernos lo odiaban. Creo que la gente ha sido más libre ahora de estudiar, de escuchar y de leer sobre él’- Monseñor Rafael Urrutia. / VOA).

Tras un año de estar en los altares de la Iglesia, las personas han buscado conocer más de su vida, lo cual ha enriquecido y aumentado la devoción hacia este Santo de origen salvadoreño

Por SILVIA GALDÁMEZ

“Óscar Romero fue un hombre lleno de la gracia divina, por eso fue escogido por Dios para ser el buen pastor que da la vida por sus ovejas”.

Así lo ha afirmado para VIDA NUEVA, Monseñor Rafael Urrutia, Postulador salvadoreño de la fase diocesana del proceso de canonización de Monseñor Óscar Romero, quien lo ordenara sacerdote el 4 de noviembre de 1978.

Él es también el Vice postulador Diocesano de la causa de canonización del Padre Rutilio Grande, quien lo recibió en el Seminario Menor de San Salvador, el 15 de enero de 1968. Mucho de su trabajo ministerial ha estado marcado por la vida de estos dos mártires.

Según Monseñor Urrutia, tradicionalmente, las personas se enfocaban en la doctrina profética de Monseñor Óscar Arnulfo Romero, y como consecuencia, o lo amaban o lo odiaban. Es decir, su lucha por los derechos y la justicia de los pobres era lo que definía a sus seguidores y a sus detractores.

Pero este santo es mucho más que su doctrina, es una vida de dedicación, desde la niñez, a hacer la voluntad de Dios, como persona y como un buen pastor de la Iglesia.

Luego de 30 años de trabajo de postulación para elevar a San Romero a los altares de la Iglesia, Monseñor Urrutia hace una evaluación de cómo se veía y de cómo se ve ahora, a San Romero de América, quien fue canonizado el 14 de octubre de 2018 en Roma.

Monseñor Urrutia se ha encargado de pregonar, por muchos años, en las comunidades eclesiales de base de jóvenes y de adultos la forma de vivir del ahora San Óscar Romero. “Yo les digo que en Romero, Dios encontró a un hombre lleno de Su gracia y por eso lo eligió para el martirio. San Oscar buscó vivir según la voluntad de Dios siempre, siguiendo las inspiraciones del Espíritu Santo”.

Pero según lo explica este postulador, el mensaje más atrayente de Monseñor Romero no ha sido su modo de vida, sino el mensaje profético de defensa de los pobres, de los derechos humanos y de levantar la voz por los sin voz.

“Hay muchas cosas de la vida de San Óscar que la mayoría de la gente no conoce. Como, por ejemplo, su niñez, la cual pasó siempre tan cerca de Dios y buscando seguir Su voluntad. Desde niño, él pasaba mucho tiempo nutriéndose con las enseñanzas del Evangelio y amando a la Iglesia y amándola con el corazón, con sus virtudes y defectos. Por esta razón, fue dócil para dejarse sacudir por Dios en un momento de su historia y supo esperar con paciencia a que lo aceptaran y amara, para luego sentirse el pastor de su Iglesia”, explica Monseñor Urrutia.

MOMENTO DE TRANSFORMACIÓN 

Al postulador no le gusta hablar de la conversión de Monseñor Romero, porque vivió haciendo la voluntad de Dios, sino más bien del punto de inflexión que hizo que saliera de su pasividad y hablara firmemente y en público sobre el sufrimiento de su pueblo y la persecución de la Iglesia. Este hecho fue el asesinato de su compañero de Seminario y su gran amigo, el Padre Rutilio Grande.

En sus palabras, dice: “A mí no me gusta hablar de la conversión de Monseñor Romero, porque él era un hombre santo, pero si reconozco que el asesinato de Rutilio Grande lo transforma y lo hace salir de la comodidad de ser un obispo tradicional y conservador, como había sido el modelo normal de obispo en su tiempo, para convertirse en un buen pastor a la imagen de Jesucristo que da la vida por las ovejas”.

Si se transmite la historia completa de Romero, su vida y la parte profética, la gente se comienza a dar cuenta de que no se puede ser un buen pastor si no se vive haciendo la voluntad de Dios. Además, comprende que es la Palabra de Dios y el testimonio de Jesús lo que movió la vida y las acciones de San Romero.

Monseñor Urrutia dejó en claro que “si sólo se transmite la parte profética, se le confronta contra la violencia y la represión, y entonces se abre el espacio para que aflore el rechazo y el odio hacia la persona de Monseñor Romero. VN

VIVENCIAS Y LOGROS

Vida Nueva: ¿Cuál es la experiencia más bonita que ha vivido en el proceso de canonización?

Monseñor Urrutia: “Lo que más me hace feliz es descubrir que en la Iglesia universal amaron más que muchos salvadoreños a Monseñor Romero. Es una alegría saber que la Iglesia oficial haya reconocido su martirio. Por ejemplo, el Papa Benedicto XVI llegó al convencimiento de que Monseñor Romero era mártir, lo cual le permitió decirle a la Congregación para la Doctrina de la Fe y la Causa de los Santos, unos meses antes de retirarse, que dejaran que la causa de Romero llegara hasta el final”.

V.N.: ¿Cree usted que San Romero ha de estar feliz con la Iglesia?

Monseñor Urrutia: “Yo creo que San Romero ha de estar rezando por la Iglesia, por la conversión de los eclesiásticos y de los católicos. Ha de estar pidiendo al Padre y a Jesucristo que el Espíritu Santo nos anime para vivir un cristianismo que sea sal de la tierra y luz del mundo”.

V.N.: ¿Qué sentía usted cuando lo abrazaba Monseñor Romero?

Monseñor Urrutia: “El abrazo de Monseñor Romero era el del padre que te ve queriendo que tú sientas lo que él siente, y que quiere que hagas lo que él hace sin imponértelo, sino porque está convencido de que lo que él hace está bien hecho. Era un abrazo como el de un padre que te dice, ‘vamos por buen camino, hagámoslo así, mira y fíjate como yo lo hago’. Monseñor Romero era como el padre que te enseña a hacer, haciendo”. VN

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