REFORMA MIGRATORIA ESTÁ FUERA DEL RADAR POLÍTICO, PERO REDADAS SIGUEN EN PIE
El arresto de más de 1.150 indocumentados en California en las últimas semanas es clara señal de que las redadas siguen a la orden del día, aunque en el Congreso la aflicción del momento es la crisis financiera y cómo resolverla.
En diversas redadas que concluyeron el sábado pasado, las autoridades federales lograron el arresto de 1.157 personas de 34 países en tres semanas, en lo que ha sido catalogado como la mayor operación policial de su tipo desde 2003.
En las redadas cayeron inmigrantes que habían desoído las órdenes de deportación o que habían reingresado a Estados Unidos tras haber sido deportado una primera vez.
Del total de arrestados en todo California, 595 tenían órdenes de deportación pendientes y 346 tenían antecedentes penales, según indicó Virginia Kice, una portavoz de la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE).
Mientras tanto, 116 inmigrantes indocumentados o extranjeros con antecedentes penales o indocumentados fueron detenidos en el sur del estado de Florida, como parte de una operación policial de cinco días que concluyó la semana pasada.
En Florida, las acciones de los agentes de ICE estuvieron concentradas en los condados de Miami-Dade, Broward y Monroe. Del total de detenidos en el estado, 18 habían sido condenados por crímenes como violación sexual, posesión de drogas o armas, robo, y manejar ebrios, entre otros.
Michael Rozos, a cargo de las deportaciones en la oficina de ICE en Florida, ha dicho que su agencia continuará haciendo la labor que le corresponde de hacer cumplir las leyes de inmigración.
Esa labor incluye deportar a los infractores y “localizar a los violadores de las leyes de Inmigración que representan una amenaza potencial para las seguridad pública”.
Ante esa tesitura, no sorprende que las redadas continúen viento en popa, pese a la presión de grupos pro-inmigrantes, e incluso del sector privado, para que el Congreso reactive el debate sobre la reforma migratoria.
El problema es que el tema prácticamente ha desaparecido del radar de los legisladores, enfrascados ahora en cómo resolver la peor crisis financiera en Estados Unidos desde la Gran Depresión de 1929.
Pero eso no ha frenado a grupos que exigen mayores restricciones a la inmigración y que, precisamente debido a la gravedad de la crisis económica, ahora quieren mantener el dedo sobre la llaga.
El grupo NumbersUSA, que junto a otros grupos hizo fracasar la reforma migratoria de 2007, ha invertido un millón de dólares en una campaña publicitaria a través de internet para advertir de los peligros de la inmigración ilegal.
Los anuncios están dirigidos principalmente a distritos electorales preocupados por el crecimiento poblacional y la competencia por recursos que trae consigo la presencia de indocumentados.
En los anuncios, el grupo advierte al electorado de que, de mantenerse los niveles actuales de inmigración, las proyecciones dictan que para mediados de este siglo Estados Unidos sumará otros 100 millones de personas.
La idea es crear conciencia sobre las presiones al sistema de salud, el mercado laboral y el medio ambiente que crea el crecimiento poblacional.
Es decir, la táctica ahora es responsabilizar a los inmigrantes también por los problemas medioambientales del país.
NumbersUSA además mantiene un registro sobre cómo ha votado cada legislador en el tema de inmigración y sobre las posturas de los candidatos presidenciales, el demócrata Barack Obama y el republicano John McCain.
El objetivo del grupo es presionar al Congreso para que, independientemente de quién gane el próximo 4 de noviembre, no permita en 2009 una reforma que incluya la legalización de los 12 millones de indocumentados en el país. VN
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