QUÉ TRAE EL VERANO PARA NUESTRA SALUD

QUÉ TRAE EL VERANO PARA NUESTRA SALUD

Entérese qué enfermedades son más comunes y la mejor manera de alimentarnos en la ‘estación dorada’

Por ALICIA MORANDI

¿Sabía que en verano debido a las altas temperaturas uno se vuelve más vulnerable a ciertas situaciones que afectan la salud? Y la mayoría tiene que ver con no beber suficiente agua, lo cual provoca muchos trastornos.

“En verano muchos siguen tomando la misma cantidad de agua e hidratándose igual o peor que en el resto del año. Pero siempre estamos perdiendo líquido y es vital recuperarlo”, dice el galeno Elías Viera, especialista en medicina interna con práctica en el condado de Orange.

“El agua regula la temperatura corporal y refresca el cuerpo. Podemos perder alrededor de diez tazas de agua por día con el sudor, respiración, orina y materia fecal”. El especialista agregó que a través de la sangre, el agua transporta nutrientes a las células y saca afuera del organismo los desperdicios. Esto ayuda a prevenir la constipación y concentración alta de sales y minerales que se juntan para formar las piedras en los riñones. Y como si fuese poco, el agua ayuda a perder peso, ya que hace que uno se sienta “lleno” y no experimente ganas de comer. El agua contiene cero calorías, por lo que puede beberse toda la cantidad deseada.

AGOTAMIENTO E INSOLACIÓN

Otros de los problemas que pueden presentarse en verano es exponerse por mucho tiempo a altas temperaturas. Según el galeno, esto puede provocar agotamiento extremo. La temperatura del cuerpo se mantiene igual, pero se empieza a perder líquido y a deshidratarse. También puede sufrirse insolación, la cual comienza cuando estamos a una temperatura por encima de los 104 grados. La respiración se acelera y el pulso se debilita; la piel se pone rojiza, seca y caliente. Si no recibe atención médica inmediata, corre el riesgo de morir porque empieza a fallar el riñón, hígado y corazón. Esto es bastante común en los niños que quedan encerrados dentro de los automóviles a altas temperaturas.

“Una forma de reponer el líquido que perdemos al realizar las actividades regulares como caminar, y otras, se logra bebiendo al menos ocho vasos de agua de 8 onzas por día, y en verano aún más”, dice el galeno.

A CUALQUIER EDAD

La deshidratación afecta a todos, y es más probable que provoque diarrea o vómito en un bebé o infante, que en un adulto. “Además, cuando vemos que un niño empieza a dormirse, tiene los ojos hundidos, la lengua seca y la temperatura del cuerpo empieza a subir, es señal de que puede estar deshidratado. Si no le puede dar líquido por la boca, es momento de llevar a su hijo a emergencia. Si la deshidratación es extrema, se puede entrar en estado de coma y hasta morir”, puntualiza Viera.

De acuerdo al médico, los adolescentes y jóvenes suelen deshidratarse al jugar o ejercitar al aire libre sin considerar los horarios, y los padres son los responsables de controlar esta situación.

En cuanto al adulto, la deshidratación puede presentarse en aquel que nunca hace ejercicio, pero que cuando llega el verano quiere verse bien y se pone a hacerlo sin control y al sol. “Al estar mal preparado, le vienen calambres severos debido a la pérdida rápida de sodio y electrolitos por la traspiración. Se recupera especialmente con líquidos balanceados con sodio, y acostándose a la sombra”, dice.

En el caso de los ancianos -aquellos que necesitan medicinas, especialmente para la presión y el corazón- tienen un riesgo mayor a deshidratarse y sufrir mareos.

INTOXICACIÓN

Debido al ascenso de la temperatura en época estival, la frescura de los alimentos dura menos, y aumenta el riesgo de enfermarse al consumirlos en mal estado.

La Administración de Alimentos y Drogas (FDA) asegura que cada año alrededor de 80 millones de personas sufren de alguna enfermedad causada por alimentos contaminados; aproximadamente 300 mil son hospitalizadas, y unas cinco mil mueren.

La edad del consumidor, estado de salud y grado de contaminación del alimento determina la gravedad de los síntomas de envenenamiento, como diarrea, náusea, vómitos y dolor abdominal. Incluso, una persona intoxicada puede morir debido a que su sistema de inmunidad no es capaz de luchar contra esa bacteria.

Para asegurar el buen estado de lo que come, considere el tiempo que el alimento permaneció en el refrigerador y congelador, la temperatura que mantiene, la higiene al prepararlo, y la forma de almacenarlo.

“Pocos piensan en lo que comieron cuando se enferman porque no se sienten mal inmediatamente. Algunas enfermedades causan incomodidad unas horas después de comer, pero otras, como la hepatitis A, puede aparecer hasta seis semanas después”, dice Viera.

Por su parte, Elena García, nutricionista registrada con práctica en Montebello, aclara que una de las peores intoxicaciones es con pescado en mal estado, y puede tener consecuencias graves. “Para saber si está fresco, su carne debe estar firme y lustrosa, y si no vuelve a acomodarse cuando se la presiona con un dedo, es señal de que no está fresco. Además no debería estar oscuro alrededor de los bordes o presentar una coloración amarillenta”.

La nutricionista indica que también hay que tener cuidado con los jugos. “Cuando se exprimen podría aparecer una peligrosa bacteria en el producto final. El 98% de los jugos en Estados Unidos está pasteurizado para matar esa bacteria. El otro 2% que se vende no lo está, y podría contenerla y enfermar al consumidor”.

LA MEJOR DIETA VERANIEGA

Bebiendo mucha agua y consumiendo una dieta apropiada, puede ayudarnos a disfrutar esta estación con salud.

Si bien todo el año hay que alimentarse en forma balanceada, incluyendo los cinco grupos de alimentos, “las frutas y verduras son ideales para el verano y debemos incluir al menos cinco al día. Ellas ayudan a hidratarnos porque tienen vitaminas y minerales, y tanto niños como adultos deben ingerirlas”, dice García. Las ensaladas más nutritivas son las que se preparan con hojas de color verde oscuro, “porque contienen ácido fólico que es muy bueno para evitar la anemia e ideal para las embarazadas”. Y la nutricionista agrega que no es recomendable usar aderezos para condimentar las ensaladas, por su elevado contenido en calorías. “Es mejor escoger uno de 30 a 60 calorías por porción de servida. O se puede condimentar con limón y un poco de sal, o usar el aceite de oliva en pequeñas cantidades que es rico en vitamina E y en grasa monosaturada; además protege el corazón. Es conveniente usarlo en pequeñas cantidades, al igual que el aceite de Canola que es muy bueno para freír”. La experta puntualiza que cuando se comen verduras cocidas, es importante la forma de cocinarlas para que conserven sus propiedades y no pierdan sus vitaminas.

“Es conveniente cocinar las verduras con la olla tapada y no hacerlo en exceso. Apenas agarran el color, ya están listas. Hay que escoger métodos que no necesiten mucha grasa. Tampoco hay que poner mucha agua; primero se puede poner a hervirla y luego se le agrega la verdura”, explica. Y si en verano cae en la tentación de empezar una dieta estricta para bajar de peso y verse mejor en traje de baño, olvídelo. No pierda más de dos libras por semana porque puede ser malísimo para su salud”. La experta agrega que para funcionar sanamente, la dieta no puede tener menos de 1200 calorías al día en la mujer y alrededor de 1800 en el hombre. VN

NO SE DESHIDRATE

Es más probable morirse de sed que de hambre. Así de importante es el agua para nuestro cuerpo, y en verano la necesidad es aún mayor.

• El 75 % de los estadounidenses no está apropiadamente hidratado, según la organización Bottled Water.

• De acuerdo a expertos, la falta de agua es el primer causante de la fatiga y también ocasiona problemas musculares y de concentración.

• Más de un tercio confundimos la sed con el hambre.

• Si las embarazadas no toman suficiente líquido, comienzan a deshidratarse y pueden entrar en el trabajo de parto antes de tiempo, teniendo bebés prematuros.

• Una forma de reponer el líquido perdido al realizar las actividades cotidianas en verano, es bebiendo alrededor de ocho vasos de agua diarios. No la reemplace con café, helados, sodas, cerveza o té.

• El aire acondicionado puede agravar la deshidratación.

CÓMO EVITAR INTOXICARSE

* Cuando llegue del supermercado, guarde de inmediato las carnes en el congelador, de lo contrario puede causar un envenenamiento de comida. * En el verano ocurre mucho la intoxicación con salmonella, una bacteria que se encuentra en las aves. Si mantiene esos productos a temperatura ambiente, la bacteria se multiplica. Los síntomas son dañinos sobre todo para los niños, ancianos y embarazadas. * Las carnes cocidas que se guardan en la refrigeradora, hay que usarlas antes de los tres días. * Las carnes crudas no deben mantenerse en el congelador por más de tres meses. Hay que descongelarlas en el refrigerador, porque si lo hace afuera, el medio permanece congelado, multiplicándose las bacterias. * Cuando el pescado tiene un olor fuerte, es que no está fresco. VN

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