PRIMERA ‘MISA BLANCA’ PARA PROFESIONALES DE LA SALUD EN LA CATEDRAL DE NUESTRA SEÑORA DE LOS ÁNGELES

Por primera vez en la Catedral de Nuestra Señora de los Ángeles, el pasado 27 de octubre la Arquidiócesis de Los Ángeles y la “Mission Doctors Association” (Asociación de la Misión Médica) celebró la llamada Misa Blanca anual en reconocimiento a profesionales católicos de la salud. El Arzobispo José H. Gomez fue el principal celebrante.

La Misa Blanca -una tradición de Estados Unidos desde finales de 1800- es una celebración especial para reconocer las contribuciones únicas hechas por todos los profesionales católicos de la salud, y toma su nombre de la vestimenta blanca que comúnmente se usa en el campo médico. A nivel local, la Misa Blanca tiene lugar cerca de la fiesta del Apóstol San Lucas, el Patrón de los proveedores de atención médica. Se ha convertido en una ocasión singular para honrar el servicio ejemplar de profesionales de la salud del Sur de California y de todo Estados Unidos.

Este año, la “Mission Doctors Association” reconoció el trabajo del doctor Eli Ayoub como “Médico Católico del Año 2013”. Al final de la misa se le entregó el “World of Difference Award”, un galardón nacional.

Durante décadas, el doctor Ayoub, primer ganador local del premio nacional, ha estado al servicio de las comunidades de escasos recursos en esta nación, incluidos los vecindarios más pobres del sudeste de Los Ángeles. Durante los últimos 26 años, el médico de origen libanés ha proporcionado servicio médico misionero a través de una clínica médica móvil en el Medio Oriente, en Siria, Líbano y Jordania.

El Arzobispo José Gómez también reconoció a la hermana de San José de Carondelet, Kathleen Ann DuRoss, RN, educadora y enfermera clínica cardiaca (quien no pudo asistir al servicio), por su “extraordinario compromiso al cuidado católico de la salud”.

Las Siervas de María, Ministras de los Enfermos, fueron honradas por los logros obtenidos en sus 85 años de servicio en el área angelina. Las Siervas de María tienen a cargo los centros “Mary Health of the Sick Convalescent y “Nursing Hospital” en Newbury Park, y una casa de formación religiosa en Oxnard.

“Hoy saludamos y honramos a ustedes, hermanas, por la clase de personas que son, amables, gentiles, dedicadas a Cristo, que llevan una presencia sanadora a todos aquellos que sirven”, dijo la hermana de la Sagrada Fe, Angela Hallahan, directora de la Oficina Arquidiocesana de Asuntos de la Salud.

Monseñor Gomez dijo que la Misa Blanca tiene un significado especial para él porque su propio padre fue médico.

“[Mi padre] siempre quiso que yo fuera médico, pero creo que Dios tenía otros planes”, dijo el Arzobispo sonriendo, quien describió a los profesionales del área de la salud, como “los misioneros silenciosos de la cultura de la vida”.

“Su trabajo es tan importante, tan esencial. En su profesión están llamados a ser apóstoles de amor”, dijo. “En todo lo que ustedes hacen, dan testimonio del amor y cuidado de Dios, con cada paciente y cada persona que conocen. Al curar los cuerpos y las mentes de la gente, hacen posible que sus almas encuentren al Dios vivo”.

Cerca del final de la misa, el Arzobispo Gomez pidió a los profesionales de la salud que se hallaban presente, que se pusieran de pie con sus brazos extendidos hacia adelante y sus manos ahuecadas, para recibir una “bendición especial de las manos”, por la fuerza, habilidad, sensibilidad y firmeza utilizadas en su trabajo diario con los pacientes.

“Prospera la obra de sus manos, ¡oh Señor!”, oró el Arzobispo Gomez. VN

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