POSTVILLE VIVE AÚN SECUELAS DE MASIVA REDADA

A un año de la mayor redada de inmigración en la historia del país, la pequeña ciudad de Postville (Iowa) ha perdido su principal fuente de ingresos y empleo, gran parte de su población se ha marchado y hasta su alcalde ha renunciado.

“Esta comunidad ha sido desafiada y golpeada hasta sus cimientos. Hay mucha incertidumbre. La carga emocional de esperar y no saber qué va a pasar se hace difícil (de sobrellevar)”, indicó Maryn Olson, coordinadora de la Coalición de Respuestas para Postville, creada tras la redada para colaborar en la reconstrucción social de la localidad.

El 12 de mayo del 2008 centenares de agentes del Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE, en inglés) llegaron hasta el frigorífico Agriprocessors, en Postville, donde trabajaban cerca de 900 personas, e interrogaron a casi 600 empleados, de los cuales 389 (la mayoría de Guatemala y de México) quedaron detenidos por no tener “presencia legal” en el país.

Los detenidos fueron posteriormente trasladados hasta una corte federal instalada en un edificio de exposiciones ganaderas en Waterloo, donde fueron procesados por robo de identidad o por otros delitos.

Tres semanas después, se había cumplido con la deportación de la mayoría de los arrestados, mientras que otros inmigrantes fueron alojados en las cárceles locales para cumplir sentencias por otros crímenes. Unas 50 personas, casi todas ellas mujeres, quedaron en libertad condicional por razones humanitarias.

Las autoridades federales y estatales presentaron cargos también contra los ex empleados jerárquicos de Agriprocessors y en noviembre el frigorífico, que llegó a vender más de cien millones de dólares al año en carne de reses y de aves, se fue a la quiebra. El establecimiento cerró sus puertas definitivamente en enero del 2009.

Tras el cierre, el alcalde Robert Penrod renunció, porque, dijo, se sentía “agotado” por la nueva situación socio-económica de la ciudad.

Su sucesor, Leigh Rekow, recientemente informó que Postville, al no percibir los impuestos que antes pagaba Agriprocessors, ya no podrá pagarle al Departamento de Agricultura federal los 330.000 dólares anuales que le debe por la construcción de una planta purificadora de agua.

De no encontrarse en el futuro cercano un comprador para Agriprocessors (que también se haga cargo de la deuda del frigorífico), Postville deberá asumir el costo completo de la planta de agua, es decir, 3,3 millones de dólares, con pagos mensuales de 25.000 dólares al gobierno federal.

Aún aquellos que no se vieron involucrados en la redada, como Gabay Menahem, dueño de varias propiedades de alquiler, de todos modos se vieron afectados. Menahem, por ejemplo, pasó de recibir casi 200.000 dólares mensuales por los alquileres de viviendas a empleados de Agriprocessors a recibir sólo poco más de 16.000 dólares al mes.

Según Olson, las autoridades del ICE solamente arrestaron a la mitad de los presuntos trabajadores indocumentados, por lo que la otra mitad “sigue en Postville, pero vive clandestinamente”.

Desde que la Coalición de Respuestas para Postville comenzó a operar un banco de comida diario en noviembre pasado, casi 130 familias inmigrantes reciben ayuda y 30 de esas familias dependen exclusivamente de esta ayuda.

Pero el verdadero trabajo, dijo, va más allá de repartir alimentos.

“Una parte significante de nuestra tarea ha sido escuchar, ya que las personas que han sido traumatizadas y victimizadas por este desastre deben procesarlo y analizar los que les ha sucedido para que puedan salir adelante”, comentó Olson.

La falta de recursos para comprar alimentos afecta primordialmente a los inmigrantes latinos, pero también a inmigrantes de Somalia y de las Islas del Pacífico (contratados inicialmente para reemplazar a los latinos) e israelíes, así como vecinos que viven en el área desde hace muchos años.

Para Olson, se debe ser “cautelosamente optimistas” con respecto al futuro de Postville, debido a que “se enfrentan grandes desafíos y la comunidad ha sufrido mucho”.

El incidente y sus consecuencias serán conmemorados este martes en la Iglesia Santa Brígida, en Postville, por medio de un servicio religiosos con la participación de dirigentes católicos, protestantes y evangélicos. Y el llamado Teatro Indocumentado, formado por siete inmigrantes latinos, presentará mañana la obra “La historia de nuestras vidas” en las escuelas locales. VN

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