ORGANIZACIONES AUMENTAN EXIGENCIAS CESE REDADAS Y REALIZAN CAMPAÑA NACIONAL

Las redadas han puesto en pie de lucha a las organizaciones de defensa de los inmigrantes que esta semana incrementaron sus exigencias de una moratoria y otras medidas humanitarias ante la Casa Blanca y el Congreso.

Durante una concentración frente a las oficinas del Secretario de Seguridad Nacional, Michael Chertoff, demandaron que se ponga alto a estas acciones y a las deportaciones, y le pidieron que lleve personalmente este “claro mensaje” al presidente George W. Bush.

Los jóvenes de “Pueblo Sin Fronteras”, un grupo también conocido como “El Zócalo Urbano”, y otros ciudadanos de Chicago convergieron hoy frente al Congreso y la Casa Blanca en medio de una lluvia torrencial, para exigir que se respete la integridad y unidad de las familias de los inmigrantes con una moratoria a las redadas.

La delegación que incluye a más de 50 estudiantes líderes de ocho escuelas secundarias de Chicago denunció el enorme despliegue de fuerzas que se usó en uno de los grandes operativos, efectuado en una fábrica de New Bedford (Massachuhssets), donde fueron arrestados 376 trabajadores.

Entre los detenidos había muchas madres cuyos hijos menores de edad quedaron en el desamparo, aunque posteriormente algunas fueron dejadas en libertad por razones humanitarias, según dijo el Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE).

Los líderes estudiantiles que participan en una campaña nacional contra las redadas, también expusieron hoy el sufrimiento de las familias de los arrestados ante representantes legislativos demócratas y republicanos.

Las alianzas y otras entidades pro inmigrantes y de defensa de los derechos civiles que llevan a cabo reuniones en centenares de comunidades de todo EEUU a fin de concienciar sobre la urgente necesidad de parar los arrestos, dijeron que “ahora las demandas de una moratoria son más importantes que nunca”.

Enfatizaron en la importancia de continuar aplicando presiones al al Congreso para lograr que intervenga para el cese de las redadas.

En sus reuniones, los jóvenes de Chicago demandaron además al presidente Bush que adopte urgentes medidas para mantener la unidad de las familias de los inmigrantes y la legalización de los más de 12 millones de extranjeros indocumentados que se calcula viven en EEUU.

Por otro lado, los grupos de defensa de los derechos de los inmigrantes subrayaron que no cejarán en sus acciones a favor de una reforma de inmigración integral que incluya un apartado sobre las deportaciones.

También expresaron su rechazo a la ordenanza municipal inti-inmigrante de la ciudad de Hazleton (Pensilvania) cuya constitucionalidad está siendo examinada en un juicio que desde el lunes se celebra en un tribunal de Scranton, en el mismo estado.

Esa medida penaliza a quienes alquilen vivienda y den trabajo a los inmigrantes indocumentados, a los que el ayuntamiento acusa de haber incrementado la delincuencia en Hazleton y aumentar los gastos de los programas de asistencia pública.

Ante las presiones, la alcaldía efectuó el jueves algunas modificaciones a la ordenanza para debilitar el argumento de los querellantes sobre que alienta la discriminación de las personas que lucen como extranjeras.

En cuanto a las redadas, Guillermo Chacón, de la Red Nacional Salvadoreña-Americana, dijo que el movimiento contra “esta actividad inhumana no se detendrá” hasta que el Gobierno llegue a entender de que no es el camino adecuado para combatir la entrada en EEUU de las personas que buscan una vida mejor.

Destacó que “los inmigrantes necesitan oportunidades de trabajo, una vida decente y el bienestar de sus familias, y no la cárcel” como ocurre con los operativos del ICE. VN

Share