OPPENHEIMER: ASÍ CONDENÓ LA IGLESIA EL USO DE LA BOMBA ATÓMICA Y LAS ARMAS NUCLEARES

OPPENHEIMER: ASÍ CONDENÓ LA IGLESIA EL USO DE LA BOMBA ATÓMICA Y LAS ARMAS NUCLEARES

Robert Oppenheimer, interpretado por el actor irlandés Cillian Murphy. Crédito: Poster de Oppenheimer (difusión)

Por DIEGO LÓPEZ MARINA

Este jueves se estrena Oppenheimer en México y América Latina, filme sobre la vida de Robert Oppenheimer, el físico teórico que lideró el Proyecto Manhattan para el desarrollo de la bomba atómica durante la Segunda Guerra Mundial. El uso de estas armas nucleares ha sido condenado por la Iglesia Católica a lo largo de varios pontificados.

El 8 de febrero de 1948, durante un discurso dirigido a los miembros de la Pontificia Academia de las Ciencias, el Papa Pío XII calificó la bomba atómica como “el arma más terrible que la mente humana ha ideado hasta ahora”.

Y es que —como lo señaló con firmeza el Concilio Vaticano II— para la Iglesia Católica “toda acción bélica que tienda indiscriminadamente a la destrucción de ciudades enteras o de extensas regiones junto con sus habitantes, es un crimen contra Dios y la humanidad que hay que condenar con firmeza y sin vacilaciones” (Gaudium et spes, 1965).

Oppenheimer, dirigida por el británico-estadounidense Christopher Nolan, basó su guión en el libro American Prometheus, una biografía de Robert Oppenheimer de 2005 que narra los entretelones de los ensayos nucleares realizados en Estados Unidos para la construcción de la bomba.

Las pruebas se llevaron a cabo principalmente en Los Álamos, en el estado de Nuevo México, a partir de 1941, luego de que Albert Einstein advirtiera al presidente de Estados Unidos, Franklin D. Roosevelt, de que Alemania estaba intentando desarrollar una bomba de fisión.

El 16 de julio de 1945, se realizó en la zona remota de Alamogordo la prueba definitiva de la bomba, catalogada como “Trinity”, generando una explosión con una energía de 19 kilotones, equivalentes a 19.000 toneladas de trinitrotolueno (TNT).

Oppenheimer, quien observó la prueba, comentó posteriormente —en un video que aún puede encontrarse en Internet— que la prueba le había recordado una línea del texto sagrado hinduista Bhagavad Gita: “Me he convertido en muerte, en destructor de mundos”.

Menos de un mes después de ejecutarse Trinity, Estados Unidos lanzó dos bombas atómicas sobre Hiroshima y Nagasaki, provocando la rendición de Japón durante la Segunda Guerra Mundial después de destruir por completo ambas ciudades y matar a cientos de miles de personas en cuestión de segundos.

PEDIDO DE PÍO XII PARA SUSPENDER LAS PRUEBAS DE ARMAS NUCLEARES

El 24 de diciembre de 1955, en su radiomensaje de Navidad, Pío XII abogó por la suspensión de los ensayos de armas nucleares mediante un acuerdo internacional, así como por la renuncia de su uso y por un control efectivo sobre ellas.

Respecto a los experimentos con explosiones atómicas, el Santo Padre advirtió que “con el paso del tiempo podría provocar una densidad de productos radiactivos en la atmósfera” y “generar así condiciones muy peligrosas para la vida de muchos seres”.

El Pontífice recordó, además, que, durante una explosión nuclear, a lo largo de muchos kilómetros cuadrados en la superficie de la tierra se producen “procesos de violencia inimaginable, con la volatilización de materiales y la destrucción total debido a la radiación directa, la temperatura y la acción mecánica, mientras que una enorme cantidad de materiales radiactivos de diferente vida media completan y continúan la ruina por su actividad”. VN

FUENTE | ACI Prensa

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