
EL AMOR DE MARÍA ES EL AMOR DE DIOS Por Monseñor JOSÉ H. GOMEZ
Arzobispo de Los Ángeles
(fOTO: El arzobispo José H. Gómez da la Sagrada Comunión a los peregrinos de Los Ángeles y a los feligreses locales en la misa dominical en la iglesia de Santa María Tulpetlac, a las afueras de Ciudad de México, el 9 de julio. La iglesia marca el lugar donde Nuestra Señora de Guadalupe se apareció milagrosamente y visitó al tío de San Juan Diego, Juan Bernardino. | Tania Estrada/Angelus News)
El 8 de julio, el Arzobispo Gomez celebró en la Ciudad de México una Misa en la Basílica de Nuestra Señora de Guadalupe, para más de 200 peregrinos de la Arquidiócesis de Los Ángeles, y por las intenciones de oración de toda la familia de Dios de Los Ángeles. Lo que sigue es una adaptación de su homilía.
Qué gran privilegio el poder estar aquí en este santo lugar, en presencia de esta sagrada tilma. Me llena de alegría ver que tantos de ustedes vinieron a hacer esta peregrinación para rendirle homenaje a nuestra Santísima Madre.
Desde que veníamos aquí en familia, cuando yo era un niño, siempre he experimentado una profunda sensación de paz en este lugar.
La Virgen es nuestra madre, y ella nos ama tanto que quiso que tuviéramos un “retrato” de su rostro. Ella quiso que pudiéramos mirarla a los ojos y saber así cuánto nos ama.
Esta sagrada tilma es un milagro del amor de Nuestra Señora, un tesoro que ella nos da a cada uno de nosotros.
Así que hoy, que estamos ante la presencia de esta sagrada imagen, tenemos la certeza de que ella está con nosotros y de que se alegra de que hayamos venido a orar ante su Hijo, a quien amamos con todo nuestro corazón y con todas nuestras fuerzas.
Somos hijos e hijas de Dios, y eso es una maravillosa verdad, como lo dice San Pablo en la segunda lectura de hoy: “Dios envió a sus corazones el Espíritu de su Hijo, que clama “¡Abbá!”, es decir, ¡Padre!”
Reflexionemos sobre esta gran verdad ante la mirada amorosa de nuestra Madre. Cada uno de ustedes tiene un valor inestimable para Dios.
¡Él nos ha hecho hijos e hijas suyos! ¡Esto es algo que debería llenarnos de una gran alegría! Nosotros podemos dirigirnos a Él como nuestro Padre y Él puede saber que nos ama como a sus hijos.
Cuando Jesús está con nosotros, gozamos de la alegría perfecta.
Nuestro Evangelio de hoy nos presenta el misterio gozoso de la visitación. Y todos los detalles de esta historia son detalles de alegría. María trae al niño Jesús en su seno cuando va a visitar a Santa Isabel y, el niño que espera Isabel, San Juan Bautista, salta de alegría ante la presencia de María.
Y María, por supuesto, se regocija por la grandeza del Señor, expresando en su Magníficat, ¡que Él ha hecho cosas grandes y maravillosas por ella! “Mi alma glorifica al Señor”.
Nuestra Señora ora, diciendo: “Mi espíritu se llena de júbilo en Dios, mi salvador… porque ha hecho en mí grandes cosas el que todo lo puede. Santo es su nombre”.
Hermanos y hermanas, así es como estamos llamados a vivir: ¡con alegría y con gratitud!
El Señor ha hecho grandes cosas por cada uno de nosotros también. ¡Él nos ha hecho hijos e hijas suyos! Nos ha enseñado el modo de vivir, que es un camino de amor y de verdad que nos conducirá al cielo.
¡Así que, debemos regocijarnos y llenarnos de alegría todos los días! Y deberíamos tratar de compartir nuestra alegría, de compartir el amor de Jesús, con cada una de las personas con quienes nos encontremos, tal como lo hizo María, y como ella le pidió a San Juan Diego que lo hiciera.
Siempre que estoy aquí frente a esta sagrada tilma, reflexiono sobre las hermosas palabras que Nuestra Señora le dirigió a Juan Diego. Y hoy ella nos dirige esas mismas palabras a cada uno de nosotros:
“¿No estoy yo aquí, que soy tu madre? ¿No estás bajo mi sombra y resguardo? ¿No soy la fuente de tu alegría? ¿No estás en el hueco de mi manto, en el cruce de mis brazos?”
Pidámosle a ella que sea siempre nuestra madre, y que nos ayude a seguir recorriendo el camino con su Hijo, adaptando nuestro modo de vida al suyo, y viviendo con alegría y con gratitud.
Oremos, pues, hoy ante la presencia de este hermoso “retrato” de Nuestra Señora.
Hoy traemos aquí, de manera especial, las peticiones e intenciones de oración de mucha gente de Los Ángeles. Las depositamos a los pies de la Virgen y pedimos su intercesión para todas nuestras necesidades.
¡Al mirarla a los ojos, recordemos que ella nos ama y que Dios nos ama! Y que el amor de ellos es todo lo que necesitamos.VN
DE INTERÉS
El Arzobispo Gomez le invita a que visite y comparta su nuevo sitio web: TheNextAmerica.org, un recurso para informarse sobre la reforma migratoria y participar en ella.
Los escritos, homilías y discursos del Arzobispo se pueden encontrar en ArchbishopGomez.com
Siga las reflexiones diarias del Arzobispo Gomez en Facebook y Twitter.
Redes Sociales