OBAMA DEFIENDE UNA UNIVERSIDAD ASEQUIBLE A LA QUE HISPANOS PUEDAN ACCEDER

Washington.- El presidente Barack Obama defendió una educación superior asequible con préstamos más económicos y universidades comunitarias de más calidad para que EE.UU. vuelva a liderar el número de graduados en el mundo.

El tren de la educación superior al que los hispanos siguen sin subir con tanta frecuencia como el resto de colectivos en el país fue el centro del discurso de Obama en la Universidad de Texas, en Austin.

Como en ocasiones anteriores, Obama ha reiterado su meta en este ámbito: que en 2020 haya “ocho millones más de graduados universitarios para que podamos tener un mayor índice de graduados que ningún otro país en el planeta”.

De esta manera, se invertiría la tendencia experimentada en una generación en este país, que ha quedado relegado a un décimo segundo puesto en el índice de licenciados, después de ser el primero en este ránking.

Para conseguirlo, defendió “una universidad más asequible”, de manera que se reduzca el número de estudiantes que deben préstamos en plena crisis económica.

Según datos citados por el presidente, estos han aumentado casi un 25 por ciento en los últimos cinco años.

Como la receta para atajar este problema, Obama repitió una de sus promesas electorales, el fin del “viejo sistema” para administrar los préstamos estudiantiles federales.

Así se refirió a la aprobación en marzo pasado de una reforma en el Congreso que modifica el sistema de préstamos federales a los estudiantes.

Entre otros asuntos, ésta establece que, a partir de 2014, los que reciban esos subsidios no podrán ser obligados a restituir más del 10 por ciento de sus ingresos.

Para Obama, se trata de una batalla ganada contra los grupos de presión que ahorrará unos 60.000 millones de “subsidios injustificados” a los bancos e instituciones financieras en la próxima década.

Con ese dinero, el plan de la Casa Blanca es invertir 2.000 millones de dólares en universidades comunitarias, según datos del Departamento de Educación, que es para muchos jóvenes hispanos el puente a la educación superior por su reducido coste.

“Estamos actualizando nuestras universidades comunitarias uniendo las habilidades para enseñar en nuestras clases a las necesidades de los negocios locales”, destacó Obama entre las reformas de esta iniciativa.

Como ejemplo, citó las inversiones en las Instituciones Hispanas de Servicio, como las de Huston-Tillotson y St. Edwards, para mejorar este tipo de organizaciones.

En una conferencia telefónica, el secretario de Educación, Arne Duncan, insistió en ese aspecto también y en cómo el acceso y la graduación de estudiantes hispanos es “esencial” para que EE.UU. consiga colocarse a la cabeza en el índice de licenciados.

“Que los hispanos entren a la universidad y se mantengan hasta graduarse es una parte enorme de la solución para liderar el índice de licenciados en el mundo. El país entero depende de la fuerza de la comunidad hispana”, aseguró.

Así, argumentó que los estudiantes hispanos son la minoría más grande del país, la que crece más rápido y también la que cuenta con índices de abandono escolar más altos, tanto en la universidad como en la educación secundaria.

Por otra parte, remarcó que, aunque hay muchos más hispanos en el sistema educativo que indocumentados fuera de él, el Gobierno de Obama sigue defendiendo el “Dream Act”.

Esta ley, que reunió el mes pasado a jóvenes hispanos de todo el país en protestas en Washington para pedir su aprobación, permitiría regularizar el estatus migratorio a jóvenes indocumentados que entraron a EE.UU. cuando eran pequeños y que quieren seguir en el país y acceder a la universidad.

En un año de debate acalorado sobre la reforma migratoria y con denuncias de grupos pro inmigrantes sobre la continuación de las deportaciones, algunos grupos de estudiantes manifestaron su esperanza de que Obama apostara por esa legislación.

De momento, a pesar de que la ley sigue sin avanzar, el diario The New York Times reveló ayer informaciones que benefician a este grupo en concreto.

Y es que aunque la administración de Obama ha alcanzado un récord en el número de deportaciones de inmigrantes procesados por delitos, los jóvenes indocumentados son uno de los grupos que menos expulsiones del país ha sufrido. VN

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