NUESTRO CAMINO CUARESMAL
En estos domingos que nos quedan del tiempo Cuaresmal podemos hacer un breve recorrido espiritual que nos prepare para celebrar el Triduo Pascual de una mejor manera.
Debemos recordar que la verdadera espiritualidad tiene que ver con todo aquello que afecta nuestra vida como son: sueños, emociones, tristezas, anhelos, necesidades, enfermedades, alegrías, expectativas, familia, comunidad, parroquia, etc.
La espiritualidad tiene que ver con la forma en que organizamos nuestra vida, o mejor, la manera como discernimos la voluntad de Dios para obedecerlo en la vida diaria.
LAS LECTURAS DEL TERCER DOMINGO DE CUARESMA
Éstas se realizan el 8 de marzo, y nos orientan en dos direcciones: nuestra convivencia como comunidad humana expresada en los Diez Mandamientos y nuestra comunidad eclesial.
Los Diez Mandamientos o las tablas de la ley en realidad son un código de convivencia, en el que por supuesto hay un componente religioso, pues Dios es su autor. Los Diez Mandamientos son una de las primeras estructuras legales para regular la convivencia de un grupo humano. Aceptar estas normas era una manera de construir la comunidad y de reconocer que el bien común prevalece sobre el bien individual, o mejor que la única manera de garantizar el bien de cada persona era buscar el bien común. Por su fuerza y consistencia, pero especialmente por su origen divino, los Diez Mandamientos tienen una vigencia universal y permanente. Leerlos, meditarlos y observarlos garantiza nuestra sobrevivencia como humanidad. Enseñarlos de una manera actualizada a nuestra niñez y juventud es esencial en nuestro tiempo, pues pareciera que un capricho puede ser suficiente para acabar con la vida de otra persona, o que el engaño o tomar lo que no es de uno puede ser justificado. La base de la moral y de las decisiones de la conciencia es la obediencia a Dios expresada en los Diez Mandamientos.
La otra vertiente de reflexión en el Tercer Domingo de Cuaresma es la narración de la expulsión de los vendedores del templo. Sin duda es una de esas escenas que más retan nuestra vida cristiana, pues cuestiona la manera cómo hemos planteado la religión, especialmente en Estados Unidos. Este texto nos dice que es muy importante hacer un uso adecuado de los bienes materiales para la evangelización. No podemos negar que para que la Iglesia cumpla su misión necesita recursos económicos, pero no debe ser ésta la razón para que todo lo que hace tenga un precio. El Papa Francisco nos está enseñando a manejar este asunto. En primer lugar está poniendo en orden las finanzas del Vaticano para responsabilizar a los que están a cargo a ser fieles a la ley civil. Que nadie piense en la Iglesia que por servir a una causa espiritual hay que dejar de cumplir las leyes civiles. Por otra parte está haciendo público el verdadero estado de cuentas del Vaticano. Es muy importante aclararle al mundo que el Vaticano no es un estado millonario. Es una institución que sirve a millones de personas en el mundo, y que dona más de lo que recibe. Sostiene embajadas y servicios que son necesarios para ejercer su función de proteger a los débiles y de defender los derechos humanos en todo el mundo. Sostiene Iglesias que no tendrían manera de subsistir con sus propios medios, pero lo hace con recursos limitados. La riqueza de la Iglesia son las obras de arte, que no puede vender pues es un patrimonio de la humanidad. Por otra parte, esas obras de arte, es decir los museos vaticanos, son una fuente importante de ingresos para que la Iglesia realice su misión en el mundo.
Entonces las claves son: cuentas en orden, que sean públicas y que hagan a la comunidad responsable de la misión. Estos son los criterios que podemos aplicar a nuestras parroquias, a nuestros grupos, a nuestras escuelas católicas y a todas las instituciones de la Iglesia que manejan dinero. El dinero es necesario, pero el Evangelio nos dice que no debemos convertir la Iglesia en un negocio mundano.
LAS LECTURAS DEL CUARTO DOMINGO DE CUARESMA
Éstas se realizan el 15 de marzo, y también tienen dos vertientes de reflexión. Por una parte nos invitan a que reconozcamos nuestra situación personal y comunitaria de pecado, pero sobretodo que miremos a Dios como la fuente del amor y la misericordia, pues Él siempre está dispuesto a ofrecernos su perdón.
Las lecturas nos dicen que incluso cuando estábamos muertos por nuestras transgresiones y pecados, Dios nos mostró y nos muestra la riqueza de su misericordia. Nuestra realidad de pecado es incuestionable. Cuando nos alejamos de Dios empezaron nuestros problemas, porque al final de cuentas al expulsarlo, permitimos que los sentimientos más bajos aparecieran. “La bestia”, como llama el libro del Génesis a la tendencia al mal, toma control de nuestra vida y surgen las envidias, la ambición, el abuso, el querer todo y sin control, la división, etc.
Pero las lecturas de este Domingo contienen también un mensaje de esperanza: el que vive en la verdad busca la luz y sus obras son luminosas. Las lecturas explican la relación que hay entre la fe y la luz. La fe es como la energía que da poder a la luz. La fe entendida como la relación profunda entre el creador y su criatura en donde Dios es el centro. Las lecturas nos recuerdan que Dios ya nos ofreció su gracia salvadora, que Él perdona siempre, que espera siempre, que está dispuesto a ayudarnos en todos los aspectos de nuestra vida. Sólo tenemos que aceptar en la fe esa permanente ayuda amorosa de Dios. Todo es GRACIA, todo es DON, no hay juicio sin misericordia, pero el creyente debe disponerse para descubrir este amor que tiene delante de sus ojos.
La mayor parte de nosotros cargamos sentimientos de culpa que nos frenan en nuestro desarrollo personal, que nos llevan a ser jueces y verdugos de los demás, que nos impiden relaciones humanas sanas y productivas. Cuando nos dejamos tocar por el amor y la misericordia de Dios nuestra vida se vuelve luminosa como el sol del mediodía.
LAS LECTURAS DEL QUINTO DOMINGO DE CUARESMA
Éstas se realizan el 22 de marzo, y nos preparan para la celebración del Misterio Pascual. Vemos en ellas que la iniciativa de salvarnos es de Dios, sabiendo que los seres humanos somos débiles y cambiantes. Él asume la tarea de nuestra salvación, porque su amor es más grande que nuestra negligencia, más grande que nuestras infidelidades, más grande que nuestros pecados. No nos quita nuestra libertad, al contrario, nos hace responsables de nuestras acciones, pero ofreciendo su ayuda efectiva. Él nos quitará el corazón de piedra y nos pondrá un corazón de carne, que aprecie su amor y el amor de todos los que nos rodean. Él lavará nuestras culpas para que caminemos según su Santo Espíritu.
Y en este Domingo de Cuaresma nos enseña cómo sucederá este milagro en la vida de cada uno y de nuestras comunidades. La imagen es el grano de trigo que muere para dar fruto. Es una imagen paradójica, algo que no es fácil de entender, pero que encierra una gran sabiduría. El camino a la vida pasa por la muerte y está en dos formas: la muerte al pecado, es decir el verdadero rechazo a las obras malas, a las acciones destructivas, y en segundo lugar, la certeza que nuestra verdadera vida, está después de esta vida. Ambos aspectos son parte de la sabiduría del Quinto Domingo de Cuaresma.
En Cuaresma tendremos la oportunidad de hacer una buena Confesión. El Sacramento de la Reconciliación es la mejor estrategia para identificar aquellas áreas de nuestra vida que más se han apartado de la luz. Cada quien sabe de qué pie cojea; cada quien sabe a quién hace sufrir con sus acciones; cada quien sabe por qué es tan importante un cambio. Y el Sacramento ayuda poderosamente a identificar este lado oscuro de nuestra vida, para volver a la luz, a una vida perdonada capaz de perdonar. Pero también debemos caer en la cuenta en este tiempo de que somos peregrinos, nuestra casa está más allá de lo que ahora vemos. Nuestro verdadero destino es Dios. Esta certeza nos permite tener paz, porque pareciera que nos tenemos que esclavizar sólo a los bienes materiales y a ciertos afectos humanos, y en verdad todo eso se va a quedar aquí cuando partamos a nuestra casa definitiva. No se trata de olvidar nuestras responsabilidades terrenales, pero hay que verlas desde la óptica de lo que es definitivo, lo que dura para siempre.
Vive esta Cuaresma intensamente para prepararte a la Pascua con Jesús que ha muerto y resucitado para que tú tengas vida en abundancia. VN
DE INTERÉS
Puedes encontrar al Dr. J. Antonio Medina en el Congreso de Educación Religiosa, en el Puesto de la Conferencia de Obispos de California. Este Congreso se llevará a cabo desde el 10 al 13 de marzo, en el Centro de Convenciones de Anaheim (800 West Katella Ave., Anaheim). Más información: (213) 637-7346, o viste: www.RECongress.org
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