
NIÑOS DE NECESIDADES ESPECIALES RECIBEN LOS SACRAMENTOS DEL BAUTISMO Y LA EUCARISTÍA EN UNA LITURGIA EN SAN LORENZO DE BRINDIS
“Estoy en medio de ángeles y santos”
La primera niña de necesidades especiales para ser bautizada fue llevada por su madre al frente del altar en la iglesia de San Lorenzo de Brindis. La niña lucía un vestido blanco con un lazo con volantes, y una delicada corona blanca. El Pastor, Padre Peter Banks, cuidadosamente derramó agua con un recipente sobre su frente, mientras sus padres lo veían. El siguiente en la línea desde el pasillo central, fue un niño adolescente, también vestido de blanco, seguido por un jovencito. La última en ser bautizada fue una niña que venía sostenida desde atrás por los brazos de su padre. Después de que el agua fue derramada sobre su pelo largo y negro, ella irrumpió en una sonrisa espontánea.
Más tarde, durante una sencilla liturgia, la cual fue conducida en su mayor parte en español, los padres trajeron de nuevo a sus hijos e hijas deshabilitados al altar para hacer su Primera Comunión. Para los que estaban en silla de ruedas, el Padre Banks puso la hostia en manos del padre o la madre, quien a su vez la colocó en la boca de su hijo(a). Los menos incapacitados, quienes caminaron al altar por sí mismos, recibieron la Eucaristía directamente del Pastor de la iglesia de Watts.
“Yo estoy en medio de ángeles y santos”, declaró el sacerdote en la Misa de la tarde del 29 de noviembre. “Sus hijos son los ángeles y ustedes son los santos, por hacer los sacrificios que ustedes hacen 24 horas al día, siete días de la semana, con extraordinario amor”.
“UNA BENDICIÓN”
Ofelia Aguilar de Brastow, madre de un hijo autista de 12 años, ayudó a planear la liturgia especial. De hecho, los Aguilar, junto con otras cinco familias con hijos incapacitados en su desarrollo, fueron juntos a San Lorenzo en abril del 2006. Con la animación del Padre Banks, los padres oraron –con las manos extendidas sobre sus hijos– cantando y leyendo las Escrituras, con sus hijos e hijas una media docena de veces en el año.
Pero en esta liturgia fue la primera vez que los sacramentos del Bautismo y la Eucaristía fueron celebrados por un grupo de personas jóvenes con necesidades especiales, de edades entre siete y 20 años, incluyendo su hijo Rafael.
“Para nosotros es una bendición porque parece que nadie entiende nuestra situación”, dijo Aguilar al Tidings. “Nosotros nos sentimos aislados. Nos sentimos discriminados a causa de nuestros hijos. La gente los mira como personas diferentes, y eso nos lastima. Nosotros queremos lo mejor para nuestros hijos, y con lo que está pasando hoy en día, me da miedo solamente hablar de ello.
“Muchos padres me han llamado, me han dicho que les han pedido salir de la iglesia porque sus hijos hacen ruido o a causa de que no ponen atención”, contó. “Así que muchos de esos padres decidieron no volver a la iglesia jamás. Y con esta experiencia, ellos dijeron “Ahora podemos ser una familia en la iglesia”.
Mark Hurtado, quien vive al cruzar la calle de la iglesia de San Lorenzo de Brindis, ayudó a criar, junto con su madre, a su sobrino-nieto Wayne, quien está deshabilitado. En la misa del 29 de noviembre, Wayne, quien tiene 26 años, recibió la Eucaristía por primera vez.
“Es una bendición ver a los niños en esta iglesia recibiendo la comunión, que nosotros pensamos que nunca podrían recibir”, dijo. “Hacer que ellos reciban lo que nosotros podemos recibir, es algo muy especial. Nosotros le hemos enseñado que él está recibiendo a Jesús, y que saber eso, ya es una bendición en sí misma.
“Yo me gradué en San Lorenzo en 1978 y fui un acólito”, añadió. “Nosotros siempre hemos sido bienvenidos a la iglesia. Pero durante los dos últimos años, ellos han estado abriendo la iglesia para estos muchachos especiales. El Padre Peter ha sido realmente grande. Él ha hecho que la iglesia se fije en ellos”.
Jesús y Evangelina García tienen tres hijos, dos de ellos con necesidades especiales. Su hija Jessica, de 16 años, hizo su Primera Comunión en la liturgia de San Lorenzo. Los García también fueron miembros fundadores del ministerio de la parroquia para familias con hijos deshabilitados.
“Nosotros crecimos católicos, y para nosotros el Bautismo, la Primera Comunión y todos los sacramentos son muy especiales”, dijo. “Nosotros sabemos que nuestra hija no puede ir y aprender a orar y prepararse en clases regulares, Así, cuando el Padre Peter nos dio la oportunidad, nos sentimos muy agradecidos por ella”.
Evangelina asintió con la cabeza. “Yo me siento muy bien porque desde hace muchos años tratamos de que Jessica hiciera su Primera Comunión en otra iglesia. Pero no pudimos. Cuando ella no podía asistir a la instrucción, nos dijeron que teníamos que llevarla otra vez a otro lugar”.
“GRAN MISTERIO”
El Padre Peter Banks de buena gana está de acuerdo en que no es práctico –y en muchos casos físicamente imposible– para los niños con incapacidades severas asistir a la instrucción semanal durante dos años, para prepararse para la Primera Comunión. El sacerdote capuchino franciscano señala que es realmente “un gran misterio” lo que estos jóvenes excepcionales realmente pueden sentir y saber sobre su Creador.
“Yo no puedo imaginar a Jesús no queriendo entrar en las almas de esos niños” dijo. “Él ya está ahí, pero esto es muy simbólico, una cosa maravillosa lo que sucede aquí. Para conocer y trabajar con esas familias; para ayudarles en sus jornadas espirituales, lo que me hizo sentir avergonzado, ha sido una de las grandes alegrías de mi sacerdocio”.
El veterano Pastor nunca esperó que la primera liturgia de necesidades especiales, llenaría su iglesia de Watts. Él nunca imaginó que las palabras de su boca difundiendo el Evangelio atraerían a familias desde lugares tan lejanos como Bakersfield y Barstow. Había tantas personas en la recepción que se ofreció posteriormente, que tuvo que moverse del salón parroquial recién restaurado al patio de la escuela.
Mirando alrededor a las personas que comían pizza, tamales y pastel, el Padre Banks meneaba su cabeza. “Estamos haciendo una declaración en favor de la vida, de que estos chicos son muy valiosos”, observó. “Son preciosos. Estos niños son tan valiosos a los ojos de Dios, como lo somos nosotros”. VN
- Una niña reacciona con júbilo después de haber sido bautizada por el Padre Capuchino Franciscano, Peter Banks, pastor de la iglesia St. Lawrence of Brindisi en Watts, durante la liturgia para niños con necesidades especiales. (Foto, ROBERT DELLINGER)
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