MUJERES DE ARIZONA PIDEN QUE OBAMA IMPUGNE SB1070 Y CUMPLA PROMESA DE REFORMA

Washington.- Cuatro mujeres y una niña de Arizona instaron hoy al presidente Barack Obama que impugne una ley que criminaliza a los indocumentados en ese estado y cumpla su promesa de reformar el sistema migratorio, en una audiencia marcada por sollozos y punzantes testimonios.

“Por favor ayúdenos. Los niños no saben qué hacer sin sus padres”, dijo Katherine Figueroa, una niña de 10 años y cuyos padres fueron arrestados brevemente tras una redada laboral por órdenes del alguacil del condado Maricopa, Joe Arpaio.

“Por favor díganle al presidente Obama que deje de poner a los padres en la cárcel, porque lo único que quieren es una mejor vida para sus hijos”, agregó Figueroa entre sollozos, en una sala del Capitolio repleta de activistas, cámaras de televisión y miembros de la prensa nacional e internacional.

La menor, nacida en EEUU, se ha convertido en uno de los rostros más visibles de lo que grupos pro-reforma califican como una “crisis humanitaria” en este país.

La estudiante Silvia Rodríguez, de 22 años, relató cómo, sin la ayuda del Congreso, no podrá sacar una maestría en Harvard, donde ha sido aceptada pero con una alta matrícula reservada a extranjeros.

La ley SB1070, promulgada por la gobernadora republicana Jan Brewer el pasado 23 de abril, no sólo criminaliza la presencia ilegal en Arizona sino que también castiga a quienes ofrezcan ayuda a los indocumentados.

Según Rodríguez, un grupo de benefactores le ha ofrecido ayuda con los gastos de Harvard pero, si la ley entra en vigor, posiblemente le retiren la oferta.

“Es irónico que la universidad más prestigiosa del mundo me ha aceptado y el estado que llamo mi hogar me criminaliza y deshumaniza…no he hecho nada malo ni he violado ley alguna”, dijo Rodríguez, cuyos padres huyeron de Arizona en 2009 cuando se vencieron sus visas.

Rodríguez pidió que el Congreso apruebe el “Dream Act” para que estudiantes como ella puedan legalizarse y obtener una educación superior.

Alma Mendoza dijo que, hace tres días, fue testigo de un “crimen causado por la SB1070” porque un hombre mató a su esposa y ésta, que fue víctima de violencia doméstica, temía denunciarlo a la policía.

“Sé que con esta nueva ley habrá muchas mujeres más que por miedo guardarán silencio”, dijo Mendoza, quien se describió como víctima de violencia doméstica y se echó a llorar a mitad de su testimonio.

Alejandra Álvarez, madre de cuatro niños, también lloró mientras relató cómo fue “tratada como un animal” cuando fue arrestada durante una redada y pidió a los congresistas que “no cierren sus oídos, sus ojos y su boca: es verdad lo que pasa en Arizona, somos discriminados”.

La activista Silvia Herrera, la única que no lloró, dijo que el ambiente anti-inmigrante es tal que trabajadores de otras agencias estatales actúan en contra de los inmigrantes.

Según Herrera, ya antes de la SB1070, un banco de sangre rechazaba las donaciones de los latinos y el director de una escuela en Tempe suspendió a un estudiante que indagó sobre un botón de lata que él portaba con el mensaje “mexicanos lárguense de aquí”.

“Estoy acá para pedir al Congreso y al presidente Obama que intervengan porque crece el clima de violaciones a los derechos constitucionales, civiles y humanos” en Arizona, dijo Herrera, investigadora del grupo “Puente”, que documenta los abusos en el condado de Maricopa.

Las testigos viajaron a Washington por invitación del congresista demócrata de Arizona, Raúl Grijalva, quien advirtió de que la ley SB1070 “tiene repercusiones nacionales”.

Grijalva convocó la audiencia “ad hoc” para destacar el impacto que tendrá la ley SB1070 cuando entre en vigor el próximo 29 de julio, a menos que lo impidan los tribunales.

Los testimonios, en una audiencia con seis legisladores demócratas y ningún republicano, conmovieron al legislador Jared Polis, quien dijo que “el maltrecho sistema de inmigración sólo lo puede arreglar Washington” y que lo que ocurre en Arizona aumenta la urgencia de una reforma.

El congresista Luis Gutiérrez dijo que lo de Arizona “no es un asunto de criminalidad sino de justicia” y que Obama puede tomar “la decisión unilateral” de frenar las deportaciones en vez de enviar a la Guardia Nacional a la frontera sur.

El Departamento de Justicia sopesa sus próximos pasos en torno a la SB1070 pero no ha dicho cuándo anunciará si la impugnará en las cortes. VN

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