MUCHOS INMIGRANTES HAN ENTREGADO SUS VIDAS POR LOS ESTADOS UNIDOS

LOS ANGELES, (EFE).- En tiempos cuando la inmigración se ha convertido en el tema principal de la agenda política del país y en el día en que se recuerda a los soldados caídos en las guerras, la sangre latina reclama su espacio.

Mas allá del cómo llegaron a los Estados Unidos la pregunta es, cuántas vidas de inmigrantes han sido sacrificadas defendiendo las causas de esta nación.

Según cifras del Pentágono, más del 11 por ciento de los efectivos estadounidenses en Irak está constituido por latinos. Esta cifra es altamente representativa, si se toma en cuenta que los hispanos conforman casi el 15 por ciento del total de la población de este país.

Desde la época de la Guerra Civil de EE.UU, los latinoamericanos han tenido una participación honrosa defendiendo al país en los conflictos bélicos donde ha estado involucrada esta potencia mundial.

Hoy, muchas familias hispanas sufren el dolor de la pérdida de un hijo, un padre, un hermano, o algún familiar en el frente de batalla.

Tal es el caso de Fernando Suárez del Solar, padre de Jesús Alberto Suárez del Solar Navarro, soldado de origen mexicano fallecido en Irak el 27 de marzo de 2003, fecha cuando esta guerra apenas tenía 7 días de haberse iniciado.

“Hasta el presente, la cifra total de soldados caídos en Irak asciende a 2,462. Son muertes sin sentido, producto de una guerra por el control del petróleo que adelanta el gobierno del presidente Bush”, según Suárez del Solar.

Con el dolor infinito de haber perdido a su hijo y ante una realidad social que, según él, “se percibe como si las oportunidades para los hispanos, en cuanto a educación, salud y desarrollo en los Estados Unidos son muy limitadas”, este inmigrante mexicano fundó en el año 2003 el Proyecto Guerrero Azteca.

Este Proyecto “persigue mejorar las expectativas de nuestros jóvenes, enseñándoles que el servicio militar no es la mejor opción para continuar sus estudios. La carrera militar es para aquéllos que realmente quieren servir al país desde las armas, pero no como alternativa de estudios superiores”, afirmó el fundador.

También llama a no ver en la carrera militar el camino para obtener la ciudadanía en los Estados Unidos.

Según Suárez del Solar, éstas son tácticas persuasivas utilizadas por quienes buscan nuevos reclutas para el ejército, pero no pueden ser el fin que oriente a los jóvenes, quienes en “busca del gran sueño pierden su vida en el intento”.

La administración Bush estableció un proceso de vía rápida para la nacionalización de reclutas extranjeros en julio de 2002.

Con este proceso, en lugar de esperar tres años antes de solicitar la ciudadanía, los poseedores de la “Green Card” en las Fuerzas Armadas, y que ingresaran después del 11 de septiembre de 2001, pueden solicitar de inmediato la ciudadanía.

Sin embargo, muchos soldados hispanos han recibido la nacionalización póstuma porque la muerte los alcanzó primero en el campo de batalla.

Ante esta realidad, la Fundación Guerrero Azteca, como parte de su misión se dedica a ayudar moral, psicológica y económicamente a las familias que sufran la pérdida de algún miembro dentro de las fuerzas armadas.

Su objetivo final es promover una generación amante de la paz. “El sueño de mi hijo era mejorar la situación social de la juventud y ya que él no pudo, yo pienso continuarlo”, dijo Suárez del Solar.

Por otra parte informó que este año ofrecerán seis becas estudiantiles a jóvenes que deseen continuar sus estudios superiores. Los interesados pueden obtener mayor información en la página www.guerreroazteca.org.

Visiblemente conmovido y como mensaje final, Fernando Suárez del Solar invitó a la población a aprovechar la observación del Día de los Caídos no como un día para hacer un picnic, sino como una oportunidad para reflexionar sobre tantas muertes, tanto odio y tanta violencia.

“Ojalá el pueblo norteamericano recapacite sobre la gran cantidad de familias destrozadas y recapacite además sobre el gran sacrificio entregado a esta nación por muchos inmigrantes. Nosotros queremos un mundo mejor y estamos pagando un alto precio”.

Programa ayuda a jóvenes a mantenerse alejados de pandillas

LOS ANGELES.- El programa de Acción y Enriquecimiento Intelectual Soledad (SEA, por sus siglas en inglés) de Los Angeles ayuda a los jóvenes que corren riesgos en las calles por la violencia de pandillas.

Sofía Galeano, líder del programa de intervención a las pandillas de SEA, explicó que en la ciudad de Los Angeles la organización cuenta con 22 escuelas para tal fin.

“SEA nació con unas madres del Este de Los Angeles que estaban preocupadas porque sus hijos comenzaban a morir en las calles por pleitos de pandillas”, dijo Galeano.

La escuela charter SEA comenzó a funcionar en agosto de 1996 después que su creación y financiamiento fuera aprobado por los legisladores californianos y ratificada con la firma del gobernador Pete Wilson.

“Tenemos como 3,500 estudiantes al año y más del 80 por ciento son latinos”, explicó César Calderón, director ejecutivo del programa en el que se imparten clases desde noveno hasta décimo segundo grado.

“Estos muchachos han sido referidos a nuestro programa porque han tenido problemas en las escuelas del barrio. Y nosotros representamos como la última oportunidad para que ellos tengan una buena educación”, dijo.

Paralelamente a la educación de los jóvenes, en SEA se imparte un programa de educación para padres. “La intención es que ellos participen en tratar de entender a sus muchachos y buscarle solución a los problemas de sus hijos”, dijo.

El director ejecutivo señaló que una particularidad de la comunidad hispana es que a menudo existe un choque de culturas entre los padres que vinieron de Latinoamérica y sus hijos que nacieron o han crecido con la cultura estadounidense.

“Tiene que haber una manera en que ellos puedan resolver conflictos”, dijo Calderón. “Por eso les damos conocimientos de como resolver disputas en la familia”.

Asimismo, Calderón informó que el programa atiende también a los jóvenes después de su horario escolar y se creó porque muchos de ellos “salían de la escuela y tenían conflicto con otros muchachos”.

“Antes de implementar el programa ‘después de la escuela’ teníamos muchos estudiantes que resultaban muertos cuando salían de estudiar”, explicó Calderón.

Según el ejecutivo de SEA “para mantener a los jóvenes alejados de los peligros de las calles hay que mantenerlos ocupados.

“Los jóvenes a veces se involucran en las pandillas porque nosotros como padres no les damos el tiempo necesario y sólo nos dedicamos al trabajo. Lo que tenemos que hacer los padres es dedicarles tiempo para rescatarlos de las pandillas”, finalizó. VN

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