MONSEÑOR JOHN MORETTA CELEBRA LOS 50 AÑOS DE SACERDOCIO

MONSEÑOR JOHN MORETTA CELEBRA LOS 50 AÑOS DE SACERDOCIO

(fOTO: EN BUENA COMPAÑÍA- A Monseñor John Moretta lo acompañaron 30 sacerdotes de la Arquidiócesis de L.A., líderes políticos y religiosos y más de mil feligreses. / VICTOR ALEMÁN).

La comunidad católica de Boyle Heights está de manteles largos por el aniversario sacerdotal del ‘Padre Juan’. El párroco de la Resurrección es un líder comunitario y eficaz protector de los derechos de los latinos

Por SILVIA GALDAMEZ

Él ha sido por muchos años “la voz de los sin voz”. Sus batallas las ha librado desde las calles, las reuniones comunitarias y desde el altar, donde celebra la Eucaristía e invita al prójimo a amarse los unos a los otros. Él es Monseñor John Moretta, mejor conocido como el Padre Juan.

Este promotor del bien común -especialmente de la población latina con quien comparte su ministerio y liderazgo- está celebrando su medio siglo de sacerdocio, ocasión que lo hace muy feliz.

Su empatía por los latinos también tiene un soplo divino-femenino. Es Guadalupano de corazón. Su amor por la Virgen de Guadalupe lo llevó a liderar por más de una década la Comisión Arquidiocesana de la Morenita. Su destacado trabajo en esta comisión, que es la que organiza anualmente la procesión de la Guadalupana en el estadio del Este de Los Ángeles, le mereció el nombramiento de Presidente Honorario de dicha comisión, en 2016. Este año ya está organizando los eventos de recaudación de fondos para la celebración de la Misa Guadalupana, que se realizará el 9 de diciembre.

“Yo trato de ejercitar mi sacerdocio especialmente para ser vocero de la gente, por lo cual estoy muy alegre y agradecido por estos 50 años de sacerdocio. Mi ministerio siempre ha estado caracterizado por mi involucramiento con la gente, especialmente con las personas que hablan español”, confiesa satisfecho a VIDA NUEVA el religioso de 77 años.

Para festejar dicha ocasión, la comunidad de la Parroquia Resurrección -donde el Padre Juan ha servido durante los últimos 34 años- participó a finales de abril en la Misa del 50 aniversario de su pastor, la cual él mismo celebró acompañado de sacerdotes y diáconos.

Después de la Misa, la fiesta tuvo dos de los ingredientes favoritos del Padre Juan: comida italiana y mariachis.

‘…HE TENIDO LA OPORTUNIDAD DE UNIR A MUCHAS PERSONAS…’

Los amigos del Padre Juan y sus parroquianos lo consideran un líder y activista incansable del Este de Los Ángeles, adjetivos que él mismo reconoce al afirmar que “he tenido la oportunidad de unir a muchas personas, comunidades y activistas en la defensa de los más vulnerables. Por ejemplo, cuando nos opusimos y marchamos en contra de la construcción de una cárcel en nuestro sector, recibí el apoyo de las Madres del Este de Los Ángeles, de César Chávez y del Cardenal Mahoney”.

Son muchos los artículos y espacios noticiosos donde han quedado grabados los episodios de protesta del Padre Juan a iniciativas públicas y privadas que afectan la salud y el bienestar de los habitantes de Los Ángeles. Él, sus parroquianos y muchos otros activistas han logrado detener la construcción de una planta eléctrica en la ciudad de Vernon y el cierre de operaciones de un centro de reciclaje de baterías, entre otras.

En honor a su liderazgo y nacionalidad, sus amigos lo llaman “el padrino”. Quizá pocos saben que es de origen italiano, aunque creció y se educó en el Este de Los Ángeles. “Hay sacerdotes que me llaman la leyenda y el padrino no solamente por los sacramentos, sino porque soy italiano y además, siciliano!”, confiesa el Padre Juan.

Quienes lo conocen por muchos años también lo describen como un sacerdote alegre y fiel a su ministerio. Al respecto, él responde: “Yo creo que mi sacerdocio ha estado siempre enfocado en velar por los derechos de las comunidades y en oponerme a los abusos en contra de sus pobladores. Soy vocero de la comunidad latina y demando el respeto de sus integrantes”.

También describe su tristeza cuando desacreditan la bondad y el progreso de la población de Boyle Heights, con la que él ha compartido por los últimos 34 años. “Es triste escuchar continuamente que esta comunidad no está bien, pero yo no hubiera podido aguantar todos estos años en una comunidad que no fuera buena ni digna”, explica.

Su preocupación constante por sus vecinos y parroquianos le han merecido también el adjetivo de buen pastor, el cual ha sido reafirmado por la Asociación Nacional de Sacerdotes Hispanos (ANSH), cuyos miembros le otorgaron hace cinco años la estatua del “Buen Pastor”. El sacerdote nos confirma este logro diciendo que “Hace 5 años recibí de la sociedad de sacerdotes latinos el honor de ser reconocido como un buen pastor, lo cual ha sido bien significativo para mí porque destacan mi quehacer como párroco y pastor”.

‘…LA EDUCACIÓN CATÓLICA ASEGURA EL ÉXITO PERSONAL Y ACADÉMICO…’

A la pregunta de su motivación por ser un buen pastor, el Padre Juan responde: “Por la piedad de la gente, por el ejemplo que dan cuando ayudan a otras personas y familias que están teniendo problemas, y por la oportunidad que tengo de celebrar la confesión y ofrecer la reconciliación”. No obstante, reconoce que su ministerio es limitado, ya que no alcanza a impactar a todas las personas y por ende, tampoco puede cambiar todas las situaciones de pecado de ellas.

“Cuando yo estaba en la primaria fui monaguillo y tuve sacerdotes alegres que eran como mis héroes porque eran muy felices y estaban trabajando con el pueblo”, relata Monseñor Moretta acerca de sus inicios en la Iglesia y su llamado a la vocación sacerdotal. Y como los valores y la educación comienzan en casa, él tuvo la guía de su amorosa y sabia abuela. “En este tiempo yo tuve la bendición de que mi abuela nos mandara a mí y a mi hermano mayor a la escuela católica, y durante este tiempo vi a muchos hombres que eran felices, por eso yo decidí ser sacerdote y entrar al seminario cuando me gradué de secundaria”, nos relata.

El Padre Juan recuerda muy orgulloso que cuando estaba en la primaria de educación, se sabía las oraciones y respuestas de la Misa en Latín, tal y como lo hacía el resto de la Iglesia Universal antes del Concilio Vaticano II.

Asegura que la educación católica que recibió desde niño marcó la pauta para ser el sacerdote que ahora es, por lo que no duda en promover las escuelas católicas, especialmente la de su parroquia. “Muchos de mis sacrificios y los de la parroquia son para mantener la escuela porque la educación católica asegura el éxito personal y académico de quienes la reciben, especialmente de la gente de bajos recursos y minorías”, enfatizó.

Quienes conocen a este sacerdote saben que él se la pasa cantando por todas partes, que le gustan mucho los mariachis y que su parroquia es una casa de puertas abiertas. Y que aunque diga que habla un español “pocho”, su apertura a escuchar y a acompañar a los suyos, a su prójimo, le ha permitido ser el pastor de un mismo rebaño por más de tres décadas. VN

MANOS A LA OBRA 

La Parroquia La Resurrección fue vandalizada en enero pasado y para ayudar a reparar los daños, se invita a la comunidad a participar en una actividad con  Mariachi, ballet folclórico, y la presentación del comediante Rudy Moreno.

Lugar: Stevens Steak and Seafood House (Atlantic y Santa Ana Freeway)

Fecha: 17 de junio de 1:00 a 4:00 p.m.

Más información: (323) 268-1141

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