<!--:es-->MENSAJE DEL PAPA FRANCISCO PARA TODA LA IGLESIA EN LA JORNADA MUNDIAL DE LA JUVENTUD<!--:-->

MENSAJE DEL PAPA FRANCISCO PARA TODA LA IGLESIA EN LA JORNADA MUNDIAL DE LA JUVENTUD

La Jornada Mundial de la Juventud que acaba de terminar el 28 de julio sin duda fue un milagro de vida, de esperanza de amor para enriquecer a la Iglesia universal y para cada uno de nosotros aunque no seamos jóvenes, y aunque no hayamos estado en Brasil. Son muchos los eventos que se celebraron y variados los mensajes que el Papa dirigió a los tres millones dos cientos mil jóvenes y de modo particular a los Obispos, sacerdotes, religiosas y líderes de la Iglesia. En este corto espacio no podemos hacer una presentación de todo lo que sucedió, ni de todo lo que dijo, pero si podemos hacer una síntesis en forma de acción de gracias por la Jornada Mundial de la Juventud y una reflexión del mensaje del Papa Francisco durante este evento que también fue dirigido para nosotros.

SENCILLEZ

La sencillez es el gesto más elocuente de la actitud evangelizadora del Papa Francisco. Todos sus discursos y Homilías fueron de una sencillez extraordinaria, cualquier niño, joven o adulto sin importar su condición social o su nivel de educación académica podía entenderlo con facilidad. Pero no sólo sus palabras, sus acciones fueron tan elocuentes como sus palabras, por ejemplo su cercanía con la gente. El director de seguridad mencionaba los apuros que vivían por la actitud de cercanía del Papa con toda la gente, con todos, especialmente los más pobres. La visita a la favela de Varghina (Manguinhos) donde la gente lo recibió con tanto amor y donde él agradeció especialmente este gesto de bienvenida que es muy propio de los pobres, y allí mismo les dio un mensaje de solidaridad a los padres de familia que ven morir a sus hijos por la violencia y las drogas.

La sencillez del Papa que desea abrazar y besar a los niños pequeños, especialmente a los enfermos, el gesto simpático pero muy elocuente de querer llevar él mismo su portafolio, como si no tuviera quien lo llevara por él. Me impresionó verlo cuando agradecía a los miles de voluntarios que colaboraron en el evento ayudando a los peregrinos y él los saludó con una agradable familiaridad y muchos de ellos se acercaron a saludarlo sin que él pusiera ningún impedimento. No olvidemos tampoco que el Papamóvil no estaba blindado ni llevaba ningún tipo de protección. El quiere ver a la gente y ser visto por todos, quiere poner el ejemplo de cercanía y familiaridad con todos.

MISERICORDIA

Durante mucho tiempo hemos oído que la Iglesia necesita una renovación interna, en cierto modo una purificación para hacerla realmente Sacramento de Cristo para el mundo. El Papa Francisco le ha puesto carne a este mensaje. La renovación debe tener como punto de partida una actitud de misericordia. El tema de la misericordia fue constante en todos sus mensajes, fue muy poderoso su comentario a la parábola del Buen Samaritano en el hospital de San Francisco de Asís donde buscan sanación personas con problemas de dependencias. Él dijo que los que trabajan en ese hospital están poniendo en práctica esta enseñanza de Jesucristo porque ellos ven en los drogodependientes el rostro de Cristo. También fueron muy elocuentes sus comentarios en el Viacrucis en las playas de Copacabana cuando preguntó a los jóvenes “¿Qué ha dejado la Cruz en los que la han visto y en los que la han tocado? ¿Qué deja en cada uno de nosotros? Miren, deja un bien que nadie nos puede dar: la certeza del amor fiel de Dios por nosotros. Un amor tan grande que entra en nuestro pecado y lo perdona, entra en nuestro sufrimiento y nos da fuerza para sobrellevarlo, entra también en la muerte para vencerla y salvarnos. En la Cruz de Cristo está todo el amor de Dios, está su inmensa misericordia. Y es un amor del que podemos fiarnos, en el que podemos creer”. “Queridos jóvenes, llevemos nuestras alegrías, nuestros sufrimientos, nuestros fracasos a la Cruz de Cristo; encontraremos un corazón abierto que nos comprende, nos perdona, nos ama y nos pide llevar este mismo amor a nuestra vida, amar a cada hermano o hermana nuestra con ese mismo amor”.

La renovación dice el Papa empieza cuando la misericordia se convierte en la actitud básica de los cristianos y de las comunidades porque mostramos a Cristo no los planes o las ideas de un grupo de personas que quieren simplemente hacer cosas buenas. La Iglesia no es una ONG (Organización sin fines de lucro) lo repitió muchas veces, somos mucho más que eso, no podemos quedarnos en hacer obras sociales, necesitamos encarnar en toda nuestra vida la Cruz y la Resurrección de Cristo.

El Papa Francisco nos repitió incansablemente que la acción pastoral de la Iglesia no es otra cosa que el ejercicio de la maternidad de la Iglesia. No puede haber planes pastorales sin poner el acento en lo que es importante, porque al final de cuentas no se trata de cumplir unos objetivos empresariales sino mostrar a Cristo vivo en la vida de los cristianos y de las comunidades.

TRABAJAR POR LA JUSTICIA

La misericordia se convierte en lucha por la justicia. El Papa dijo claramente releyendo el documento de Aparecida que la Iglesia es “abogada de la justicia y defensora de los pobres ante intolerables desigualdades sociales y económicas, que claman al cielo”, y continúa el Papa: “Queridos amigos, ciertamente es necesario dar pan a quien tiene hambre; es un acto de justicia. Pero hay también un hambre más profunda, el hambre de una felicidad que sólo Dios puede saciar. Hambre de dignidad. No hay una verdadera promoción del bien común, ni un verdadero desarrollo del hombre, cuando se ignoran los pilares fundamentales que sostienen una nación, sus bienes inmateriales: la vida, que es un don de Dios, un valor que siempre se ha de tutelar y promover; la familia, fundamento de la convivencia y remedio contra la desintegración social; la educación integral, que no se reduce a una simple transmisión de información con el objetivo de producir ganancias; la salud, que debe buscar el bienestar integral de la persona, incluyendo la dimensión espiritual, esencial para el equilibrio humano y una sana convivencia; la seguridad, en la convicción de que la violencia sólo se puede vencer partiendo del cambio del corazón humano”.

El Papa no tuvo miedo tampoco en denunciar una lacra social que ha afectado de manera muy grave a los países latinoamericanos pero que se extiende a naciones ricas y economías poderosas, se trata de la corrupción. Dijo que la corrupción no genera amistades, produce cómplices y toda forma de corrupción política daña a la sociedad entera, por lo tanto es totalmente contraria al desarrollo de los pueblos y a la voluntad de salvación de Dios.

RIESGOS EN LA ACCIÓN EVANGELIZADORA Y MISIONERA
Uno de los momentos más proféticos de estos días en Brasil fue el mensaje que el Papa Francisco dirigió a los Obispos que representan a las 22 conferencias episcopales que forman La Conferencia de Obispos de Latinoamérica. El tema central fue la Iglesia misionera, pero en realidad ese fue un tema constante al que me referiré más adelante, pero para ayudar a la Iglesia a discernir sobre cómo hacer la Misión, el Papa desentraña los riesgos que la Iglesia tiene que superar en su acción evangelizadora y misionera. Estos son los riesgos señalados por el Papa:

1. UNA REDUCCIÓN SOCIOLÓGICA del mensaje de Jesús que hace ver que el mensaje se parece más a las propuestas mercantiles del capitalismo o las intenciones socializantes del marxismo sin tener en cuenta que Cristo es mucho más que una propuesta de cambio social.

2. UNA REDUCCIÓN PSICOLOGICISTA del mensaje de Jesús, que nos lleva a que el evangelizado se conozca a sí mismo, lo que lleva a que el cristiano se centre en sí mismo y no en Cristo. Esto lo ve el Papa en retiros espirituales, cursos de espiritualidad que se han vaciado de Cristo. Incluso mencionó que no es posible que una semana de Ejercicios Ignacianos se convierta en un estudio del Anagrama. Está bien conocer el Anagrama pero no pueden centrarse sólo en eso los retiros espirituales.

3. UN REDUCCIONISMO ILUMINISTA que presenta un cristianismo sólo para intelectuales o iluminados, que sienten que tienen respuestas para todo pero que no integran los otros aspectos de la vida cristiana como es la justicia y la caridad en sus propuestas. Es un cristianismo de élites.

4. LA REDUCCIÓN PELAGIANA, que sugiere la restauración de un modelo de Iglesia que ya pasó, que ya es obsoleto. El Papa mencionó que él tuvo que lidiar con el fundador de una congregación religiosa que consideraba que es mejor que la Iglesia como está se acabe para que volvamos al modelo anterior, cuando la Iglesia era, según ellos “más fiel”. Hay pequeños grupos y congregaciones religiosas que buscan este restauracionismo como única vía de salvación de la Iglesia.

5. EL FUNCIONALISMO, es decir una Iglesia que sólo se fija en los planes, en los números pero no en la misericordia y la Misión. Este modelo de parroquia e Iglesia se parece más a una corporación empresarial que a la comunidad fundada por Jesucristo.

6. EL CLERICALISMO, que afirma que sólo la voz del sacerdote vale en la Iglesia y a los laicos sólo les toca obedecer. El Papa ponía el ejemplo de los laicos que quieren que su sacerdote resuelva todo y el sacerdote termina haciéndolo todo porque él piensa que las cosas funcionan mejor, pero no se da cuenta que esto se debe a una actitud infantil de su laicado que no quiere crecer, que no quiere asumir responsabilidades, que busca la solución paternalista en lugar de madurar.

El Papa Francisco habló a los Obispos del CELAM en español y cuando yo lo estaba oyendo en el Internet porque no se trasmitió por TV en ninguno de los canales católicos, sentía como si el mismo Espíritu Santo estuviera hablando por la boca del Papa.

GRACIAS PADRE PORQUE NOS DISTE A UN PAPA MISIONERO

Todos los discursos del Papa tuvieron éste como su tema central: la misión, que todos los jóvenes se vuelvan misioneros, que los jóvenes entiendan que es mejor para la Iglesia que sean los jóvenes los que evangelizan a los jóvenes. En sí nos recordó que todo bautizado es misionero. Para recuperar el sentido misionero de los bautizados es importante recordarles unos principios en los que puedan creer con seguridad. Haciendo una reseña de todos los discursos estos son los que a mi parecer fueron más relevantes:

– DEJARSE SORPRENDER POR DIOS. La novedad de Dios es más grande que todas nuestras expectativas, que todas nuestras necesidades que todos nuestros deseos. Y Dios está allí como alguien cercano, como alguien que quiere una relación personal con cada uno de nosotros en la sencillez de la oración, de la piedad popular, de la vida sacramental. Dios está allí. Él está a tu lado en todo momento, sólo abre tus ojos, los ojos de la fe, para dejar que Él transforme tu corazón. Ciertamente este encuentro es algo extraordinario pero está a tu alcance si eres fiel a su llamado, si acoges su Palabra, si te dejas amar por Él que es la fuente del verdadero amor, al final de cuenta si te vuelves discípulo misionero.

– DISCÍPULOS MISIONEROS. El Papa utiliza estas categorías que son muy evangélicas para señalar la importancia que todos lleguemos a un encuentro personal con el Dios en Jesucristo y que esto nos lleva a una familiaridad con el Señor, a una cercanía constante que llena nuestra vida y le da sentido a nuestras acciones. La cercanía y el encuentro son la base de la acción misionera del bautizado. Sólo si tomamos el jugo del tronco podremos dar frutos de vida. Esta es la idea central del Papa para convertir a la Iglesia en una Iglesia misionera.

En su mensaje a los voluntarios les dijo que ellos fueron como Juan el Bautista que se adelantaron “para preparar los caminos del Señor”. Esta fue su tarea y la hicieron muy bien.
A los sacerdotes y seminaristas les insistió que escuchen, que atiendan las necesidades de cada persona, de las comunidades “que pierdan el tiempo” escuchando porque sólo así pueden crear una cultura de la cercanía y del encuentro. Ellos han sido llamados para este encuentro amoroso con el Señor y nunca deben olvidar que esa es la fuente y la razón de su vocación: “han sido llamados por su nombre” para una misión generosa pero increíblemente gratificantes, plena de sentido, fuente de verdadera felicidad.

– LA MISIÓN CONTINENTAL. Todo el continente americano en estado de Misión. El Papa hace
continuamente referencia al Documento que se produjo en la ciudad de Aparecida con motivo de la reunión de La Conferencia del Episcopado Latinoamericano, en el que participaron con derecho a voto Obispos que representaron a los Obispos de Estados Unidos y Canadá. En esa reunión se aprobó que se organizara una Misión Continental que abarcará desde Argentina y Chile en el sur, hasta Alaska, en Estados Unidos en el norte, pasando por el Caribe y todas las islas del Continente. El Papa en Brasil nos recordó este compromiso y explicó que La Misión debe tener dos dimensiones una pragmática y otra paradigmática. La dimensión pragmática es que realmente nos organicemos como conferencias episcopales, como diócesis, como parroquias y como movimientos apostólicos para desarrollar actividades misioneras. Tenemos que “armar lío”, lo repitió muchas veces, tenemos que salir de los edificios parroquiales para encontrarnos con la gente, tenemos que salir a las calles y a los nuevos areópagos urbanos, tenemos que encontrar a todas las tribus urbanas donde quiera que se encuentren.

Él mencionaba que las ciudades hoy no son ciudades homogéneas sino que son complejas, hay muchas ciudades dentro de una ciudad y a todas ellas, a todos esos públicos estamos llamados a evangelizar.

La misión también tiene una dimensión paradigmática, esto quiere decir que todas las actividades de la Iglesia tienen que volverse misioneras. La vida sacramental, la Misa dominical, la predicación de la Homilía, la catequesis, etc. Todo lo que hacemos debe tener un carácter misionero. Mantener una actitud misionera para superar el burocratismo en el que suelen caer las instituciones. Y en esa acción misionera debemos de poner toda nuestra pasión pues el mundo debe conocer que los cristianos y de modo especial los jóvenes han puesto en Cristo su esperanza y eso los llena de alegría, los vuelve optimistas aún en las pruebas y en las adversidades. La actitud misionera es la razón de ser de la Iglesia y cuando la Iglesia pierde ese entusiasmo, entonces la Iglesia pierde su vida. La actitud misionera nos empuja a ser inclusivos, todos son invitados, de modo especial, los jóvenes y los viejos, los jóvenes que deben ir asumiendo la responsabilidad de la Iglesia y los mayores que deben enriquecernos con su sabiduría. La actitud de la sociedad que les niega un espacio a unos y a otros debe ser denunciada y
Sin duda el Papa Francisco es una primavera en la Iglesia y nuestra obediencia a él y a sus enseñanzas debe ser indiscutible. Conocer lo que dice y entender su mensaje es nuestra responsabilidad y espero que este artículo haya contribuido a lograrlo.VN

MÁS INFORMACIÓN:
amedina1@me.com

El Dr. José Antonio Medina impartirá una conferencia en Loyola Marymount University (LMU) sobre “La vida espiritual en familia”, el 5 de octubre de 9:00 am a 12:00 pm. Informes:
rhurteau@lmu.edu o Elsy.Arevalo@lmu.edu, o en el teléfono: (310) 338-7758

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