
MENSAJE A LOS FIELES DE LA ARQUIDIÓCESIS DE LOS ÁNGELES RESPECTO AL CORONAVIRUS
Monseñor José H. Gomez
Arzobispo de Los Ángeles
13 de marzo del 2020
Queridos hermanos y hermanas en Cristo,
Por favor, tengan la seguridad que los mantengo en mis oraciones en estos días de ansiedad e incertidumbre.
Es verdad que con el brote del coronavirus a nivel mundial, estamos enfrentando una emergencia de salud global como nunca lo habíamos visto en nuestra vida. Pero nuestra esperanza está en el Señor y sabemos que Él nos dará la gracia y la misericordia en este tiempo de necesidad.
Necesitamos abordar esta emergencia con la fe y la confianza en Dios y también con prudencia.
Como sabemos, el virus se está propagando en Los Ángeles, a través de Estados Unidos, y en muchos otros países. Los médicos, funcionarios de salud pública y autoridades civiles todavía están tratando de determinar el alcance de la emergencia y de establecer las medidas apropiadas para tratar la enfermedad y contener su brote.
También sabemos que este virus es contagioso y se transmite de persona a persona. Puede ser muy peligroso para los miembros más vulnerables de nuestra comunidad, incluyendo los ancianos y quienes tienen problemas de salud preexistentes. Ya la enfermedad ha matado a varios miles de personas en el mundo.
Dado los peligros e incertidumbre, después de oración y reflexión, y de consultar con mis hermanos obispos, sacerdotes y asesores laicos, he autorizado ciertas precauciones y recomendaciones relativas a la celebración de la Eucaristía en nuestras parroquias. Con estas medidas se intenta reducir el riesgo de poner en peligro a nuestro pueblo o de propagar la enfermedad durante nuestra alabanza.
Les pido que por favor revisen estas medidas aquí. Además, hemos establecido una página en nuestro sitio web, lacatholics.org/emergency , donde se ofrecen recursos y actualizaciones sobre el coronavirus en lo que se refiere a las parroquias, escuelas y ministerios. Para recibir actualizaciones, pueden inscribirse en línea en https://archla.flocknote.com/ADLAUpdates, o con el texto “ADLA” en el número “84576”.
La celebración de la Eucaristía es la fuente y la cúspide de nuestra fe católica. Pero es importante recordar que nuestra obligación de participar en la Misa es dispensada por causas graves.
De manera que, en este momento grave y extraordinario, estoy dispensando a todos los fieles católicos de la Arquidiócesis de Los Ángeles y a todos los católicos que se encuentran actualmente en la Arquidiócesis, de la obligación de asistir a la Misa del domingo durante los fines de semana del 14-15 de marzo, 21-22 de marzo, y 28-29 de marzo.
Animo a aquellos de ustedes que no pueden asistir a Misa a quedarse en casa y leer los Evangelios, orar por sus familias, y a unirse al sacrificio de la Misa a través de un acto de comunión espiritual. Hay una cantidad de oraciones de comunión espiritual que ustedes pueden usar. La que a mí me gusta es simple: “Deseo, mi Señor, recibirte con la pureza, humildad y devoción con la que te recibe tu madre santísima, con el espíritu y fervor de los santos”.
Además, les animo a participar en la Santa Misa vía Internet. La Misa de la Catedral de Nuestra Señora de Los Ángeles se transmite en vivo cada domingo. Ustedes pueden verla en vivo en la página de Facebook LA Catholics (facebook.com/lacatholics/) o pueden visitar lacatholics.org/emergency/. La Misa en inglés se celebra a las 10 am y la Misa en español a las 12:30 pm.
También hay varias parroquias en la Arquidiócesis que transmiten sus Misas en vivo vía Internet o por las redes sociales. Ustedes pueden encontrar una lista de esas parroquias y los enlaces de sus transmisiones en lacatholics.org/emergency/. Estamos haciendo los arreglos correspondientes para hacer una transmisión en vivo de una Misa diaria; por favor revisen el mismo sitio web para actualizaciones al respecto.
Además, hemos sido advertidos por las autoridades de salud pública de California que debemos limitar la cantidad de personas en la celebración de la Eucaristía de los domingos a no más de 250 personas. Les pido a las parroquias que comiencen a hacer preparativos para seguir estas recomendaciones, incluyendo la información a los fieles católicos, y si es necesario, agregar más horas a su horario de las Misas de los domingos.
Esta emergencia sanitaria se está desarrollando con rapidez y puede que sea necesario tomar medidas más restrictivas en el futuro inmediato. Funcionarios de la Arquidiócesis seguirán monitoreando y estudiando las recomendaciones que vayan surgiendo desde los Centros de Control de Enfermedades, de los funcionarios de salud pública locales y de nuestros líderes civiles.
Por ahora, les pido sus oraciones y la vigilancia para hacer lo que sea necesario para proteger la salud pública y para mantener a sus familias y a sus vecinos lejos y seguros contra el peligro.
Oremos por todos aquellos que están enfermos y por quienes ya han perdido seres queridos por el virus. Que Dios les de consuelo y les conceda paz. También oremos por los médicos, enfermeras y cuidadores de enfermos, por los funcionarios de salud pública y por los líderes civiles. Que Dios les conceda la valentía y la prudencia mientras buscan las respuestas a esta emergencia, con compasión y al servicio del bien común.
En este tiempo de prueba, los encomiendo a todos al cuidado maternal y a la intercesión de Nuestra Señora de Guadalupe. Les invito a unirse conmigo para orar la oración que sigue, la cual fue creada especialmente para este momento.
Que Dios sea compasivo con nosotros, que su rostro se ilumine sobre nosotros. Y que Él nos conceda la paz. VN
Monseñor José H. Gomez
Arzobispo de Los Ángeles
ORACIÓN EN EL TIEMPO DEL CORONAVIRUS
Monseñor José H. Gomez
Arzobispo de Los Ángeles
13 de marzo del 2020
Santa Virgen de Guadalupe,
Reina de los ángeles y Madre de las Américas,
Acudimos a ti hoy como tus amados hijos.
Te pedimos intercedas por nosotros ante tu Hijo,
así como lo hiciste en las Bodas de Caná.
Ora por nosotros, amorosa Madre,
y obtén para nuestra nación y para el mundo,
y para todas nuestras familias y nuestros seres queridos,
la protección de tus santos ángeles,
que seamos librados de lo peor de esta enfermedad.
Para aquellos que ya están afligidos,
te pedimos que obtengas la gracia de la sanación.
Escucha el lamento de quienes están vulnerables y temerosos,
limpia sus lágrimas y ayúdales a confiar.
En este tiempo de prueba,
enséñanos en la Iglesia a amarnos unos a otros y a ser pacientes y amables.
Ayúdanos a traer la paz de Jesús a nuestra tierra y a nuestros corazones.
Venimos a ti con confianza,
sabiendo que tú realmente eres nuestra madre compasiva,
la sanación de los enfermos y la causa de nuestra alegría.
Danos albergue bajo el manto de tu protección,
mantennos bajo tu abrazo,
ayúdanos siempre a conocer el amor de tu Hijo, Jesús.
Amén. VN
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