MAYORÍA DE LOS HISPANOS TEME LA DEPORTACIÓN DE AMIGOS O FAMILIARES DE EE.UU.
Más de la mitad de los hispanos teme que un familiar o un amigo sea deportado y la mayoría consideran que el fracaso de la ley migratoria en el Congreso les ha complicado la vida, según un estudio del Centro Hispano Pew.
El sondeo muestra como en un clima de creciente sentimiento anti inmigrante y de refuerzo de las leyes sobre el control de los flujos migratorios, los latinos asentados en EE.UU. creen que el estado actual del debate nacional sobre inmigración les perjudica.
Según los datos revelados por la encuesta, al 53 por ciento de los hispanos (nativos o extranjeros) le preocupa “mucho” o “algo” que algún familiar o amigo sea deportado.
En el caso de los nativos, la preocupación se reduce al 32 por ciento, y en el de los de origen extranjero, aumenta al 67 por ciento.
Tras el fracaso del Congreso en junio, en dos ocasiones, para aprobar una ley de reforma integral de inmigración, dos tercios (64 por ciento) de los hispanos vieron como la vida en su comunidad se les complicaba.
Según Paul Taylor, director provisional del Centro Hispano Pew, este sentimiento prevalece más entre los hispanos de origen extranjero (72 por ciento) que entre los nativos (53 por ciento).
El estudio reveló que el 12 por ciento de los hispanos aseguró tener más problemas para encontrar trabajo, el 15 por ciento dijo que fue más difícil encontrar o mantener sus hogares y el 19 por ciento consideró que ahora se les exige más a menudo que prueben su estatus migratorio.
Además, el 22 por ciento dijo que desde junio utilizó menos los servicios gubernamentales y el 24 por ciento dijo que ahora viaja menos al extranjero.
Según el sondeo, mientras los hispanos vieron con temor cómo se fortalecían las leyes de control de los flujos migratorios a nivel local y estatal, los no hispanos apoyaron en mayor grado este tipo de medidas.
En tanto, el 51 por ciento de los no hispanos apoyó las redadas en el lugar de trabajo -para desalentar a los empresarios a la hora de contratar indocumentados-, tan sólo el 20 por ciento de los hispanos se mostró de acuerdo con este tipo de acciones.
En cuanto a la polémica surgida en torno a la comprobación del estatus migratorio de las personas antes de emitir licencias de conducir, el 85 por ciento de los no hispanos estuvo de acuerdo frente al 40 por ciento de los hispanos.
A pesar de la creciente discriminación de la que aseguran son víctima, y según los datos del estudio, la mitad de los hispanos percibe de manera positiva el impacto de los inmigrantes indocumentados sobre la propia comunidad latina, frente a 1 de cada 5 encuestados que consideró que su efecto es negativo.
“Mientras que las tres cuartas partes de los hispanos creen que los indocumentados benefician la economía de EE.UU, el 48 por ciento de los no hispanos creen que la perjudican”, añadió Taylor.
Aunque se produjo un ligero descenso de la sensación de rechazo hacia la comunidad latina (del 41 al 38 por ciento entre 2006 y 2007), el 54 por ciento de los hispanos dijo que la discriminación es el mayor obstáculo a la hora de permitir el éxito de los latinos en EE.UU. (4 por ciento menos que en 2006).
De acuerdo con los datos del sondeo, la visión de los hispanos sobre la situación actual de su comunidad en el país podría considerarse mayormente negativa.
Sin embargo, siete de cada diez encuestados dicen que su calidad de vida es “excelente” y el 78 por ciento confía que la calidad de vida y de trabajo de sus hijos en EE.UU., será mejor que la suya.
“Creo que no son datos contradictorios. Los encuestados pueden tener sentimientos muy diferentes respecto a cuestiones concretas de la actualidad y sus vidas o su futuro en general”, concluyó Taylor.
La encuesta, que se realizó entre octubre y noviembre de 2007 entre una muestra representativa de 2.003 hispanos adultos elegidos al azar, tiene un margen de error de más menos 2,7 puntos porcentuales. VN
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