MÁS DE 800 PERSONAS SE NATURALIZAN EN UNA EMOTIVA CEREMONIA

En una emotiva ceremonia celebrada en el centro de Convenciones de El Paso, hoy adquirieron la ciudadanía estadounidense 891 personas de 38 países, entre los que se contaban cuatro militares, dos religiosas y un sacerdote.

El evento comenzó con la bendición del sacerdote colombiano Edilberto López García, quien minutos después, se convertía en ciudadano estadounidense.

“Es una de las ceremonias más cuantiosas que se han llevado a cabo en la franja fronteriza”, dijo Yolanda Miranda, supervisora del Servicio de Ciudadanía e Inmigración (USCIS) en El Paso.

La sesión estuvo encabezada por el juez federal Philip Martínez quien expresó: “no les pedimos que olviden de donde vinieron, ni sus raíces ni su cultura, por el contrario, les pedimos que la compartan con nosotros”.

“Son 891 historias diferentes, que hoy confluyen en este recinto”, agregó.

Una de estas historias es la del padre Edilberto, párroco de la iglesia de San Lorenzo en Clint, localidad al este de El Paso.

El sacerdote católico, nacido en Medellín, perdió a su padre a los 3 años de edad.

“A los 12 años conocí al hombre que mandó a matar a mi padre, y en ese entonces comencé a desarrollar un resentimiento muy grande del que intenté desprenderme sirviendo a Dios”, relató a Efe.

En 1989, el religioso organizó un retiro y se adentró con un grupo de jóvenes a la selva en Colombia donde un grupo de guerrilleros los tomó prisioneros por un par de horas, tiempo en el que jugaron con ellos a la ruleta rusa.

“Yo cuestioné a Dios, y le ofrecí: “si salimos todos vivos de aquí, yo te sirvo para toda mi vida en donde tu decidas que yo esté”, contó.

Felizmente, los guerrilleros dejaron ir al grupo entero, y el padre López García entendió que tenía una promesa que cumplir.

En 1993, un sacerdote colombiano que se encontraba en EEUU le llamó y le dijo: “esta es la señal, en Norteamérica se necesitan sacerdotes”

“Entendí que era un mensaje de Dios, y me trasladé a los Estados Unidos”, dijo.

Hoy, 13 años después, el sacerdote sirve en una comunidad hispana, muchos de ellos inmigrantes indocumentados agobiados por la pobreza.

“He tenido la oportunidad de servir a los inmigrantes que llegan en busca de una cobija, de una comida o de un techo en donde pasar la noche”, relata al tiempo que afirma que ahora entiende el porqué fue llamado a servir en esta comunidad fronteriza.

En la ceremonia se naturalizó también Mauricio Aquino, de 26 años, originario de Sonsonete, El Salvador, y quien llegó a EEUU a los 18 años como indocumentado.

“Mi padre nos sacó de El Salvador huyendo de la violencia”, dijo el joven quien desde hace tres años sirve al ejército estadounidense.

El salvadoreño contó que los primeros años en el país trabajó en restaurantes hasta que pudo hacerse residente.

“Hoy mi ilusión es ser maestro o abogado”, aseguró

En la ceremonia se nacionalizaron además personas originarias de España, Cuba, Brasil, Japón, Italia, Portugal, Venezuela y México entre otros.

Funcionarios de USCIS indicaron en los últimos seis años se han naturalizado aproximadamente tres millones de personas. VN

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