MAESTROS SE OPONEN A RECORTES ADICIONALES EN PRESUPUESTO EDUCATIVO

A menos de un mes de haberse aprobado el presupuesto estatal más demorado en la historia de California, grupos educativos y el superintendente de Instrucción Pública dicen que las consecuencias de los recortes son demasiado severas, y que otras reducciones podrían ser aún más devastadoras.

Los ingresos del estado están por debajo de lo proyectado en el presupuesto, lo que indica que un nuevo déficit fiscal se encuentra a la vuelta de la esquina.

De continuar la situación, tanto el gobernador Arnold Schwarzenegger como el Legislativo podrían verse forzados a considerar reducciones a mitad del año fiscal.

“Nuestro temor es que se lleguen a realizar más reducciones, especialmente considerando las pérdidas que hemos visto este año,” dijo Estelle Lemieux, de la Asociación de Maestros de California (CTA) en una rueda de prensa en Sacramento.

“El impacto para nuestros estudiantes ha sido muy grande ya,” agregó.

Aunque el presupuesto financió la educación pública en su totalidad, grupos educativos aseveran que los fondos fueron 3.000 millones de dólares menos que el año pasado, y que no incluyó un necesario ajuste sobre el costo de vida, mejor conocido como COLA, lo cual impide absorber los gastos del crecimiento en la población escolar, así como sus necesidades.

“Este último año vimos a distritos eliminar programas categóricos, actividades extra-curriculares, despedir a personal, y aumentar el número de estudiantes por aula, y va a ser difícil recuperarnos, aún si la economía comienza a mejorar,” agregó Rick Pratt, de la Asociación de Juntas Escolares de California (CSBA).

Otras reducciones a través del estado incluyen la eliminación de consejeros y bibliotecarios.

En el Distrito Unificado Escolar de Los Ángeles (LAUSD), por ejemplo, se despidieron a 500 personas y se impidió la compra de nuevos libros de texto.

“Los más afectados son los estudiantes que necesitan de instrucción adicional, como los que no dominan el idioma inglés. Básicamente, estamos tratando de servir a más estudiantes, y cumplir con los reglamentos educativos del estado y la nación, pero con la financiación más mínima,” dijo Meghan Reilly, gerente de Finanzas de LAUSD.

Reilly agregó que reducciones a mitad de año fiscal son particularmente devastadoras para los distritos escolares, ya que a diferencia del estado, los distritos tienen que redactar sus planes presupuestarios para incluir tres años de gastos, y no sólo uno.

“Pasamos por unos meses muy difíciles con el alto precio de la gasolina y la comida, y estamos viendo consecuencias, no de un sólo año de reducciones, sino de 30 años en que la educación no ha sido adecuadamente financiada para las necesidades ni de los estudiantes, ni del estado,” puntualizó Reilly.

Reducciones adicionales podrían resultar en la incapacidad del distrito de siquiera pagar salarios.

Otros distritos severamente afectados han sido Merced, Monterey, y Santa Cruz, los cuales han reducido programas y congelado gastos.

Los grupos educativos, incluidos CTA y CSBA se unieron junto al superintendente Jack O’Connell para pedirle al gobernador y el Legislativo considerar otras opciones.

Una de esas opciones es generar más ingresos, posiblemente mediante nuevos impuestos.

Asimismo, anunciaron su oposición a un posible referendo electoral, el cual, de llegar a ser incluido en una boleta electoral el próximo año, autorizaría al gobernador de realizar reducciones fiscales de un máximo del 7 por ciento en general sin la autorización del Legislativo.

“Es insensato recortar la educación, y no invertir en el futuro de nuestro estado, que son nuestros niños,” dijo O’Connell.

“Estamos conscientes de la situación económica, pero ahora es cuando más debemos apoyar e invertir en la educación. El Legislativo y el gobernador se lo deben a nuestros estudiantes,” finalizó. VN

Share