LOS JÓVENES HISPANOS SON LOS QUE MENOS SE ESCAPAN DE CASA, SEGÚN UN ESTUDIO

Los jóvenes hispanos son los que menos se escapan de casa en Estados Unidos, según un estudio que revela también que las mujeres menores de 18 años son las que más huyen de su hogar en todos los grupos raciales y étnicos.

El informe “Sobre la prevalencia en el tiempo de las huidas de casa”, publicado hoy por el Instituto Urbano de Estados Unidos, se basa en las respuestas de 1.168 jóvenes que tenían 12 años cuando empezó la Encuesta Nacional Longitudinal de Juventud 1997.

Según estos datos, un 19,4 por ciento de los jóvenes huyó antes de cumplir los 18 años, un índice que aumenta si se tiene en cuenta sólo a las mujeres (20,6%) frente a los hombres (18,3%).

Las conclusiones del informe estiman que esta diferencia entre hombres y mujeres “puede reflejar las diferencias en interacciones dentro de las familias”.

Pero si se atiende al grupo étnico o raza, los hispanos son los que menos huyen del hogar familiar, un 14,7 por ciento, por detrás de los blancos, 19,1 por ciento, y los negros, 21,9 por ciento.

De los hispanos, las mujeres son también las que más abandonan su casa sin permiso, un 17 por ciento, mientras que los hombres son el grupo con el menor índice de todos los evaluados, un 12,6 por ciento.

Además de ser las mujeres las que más probablemente huyan de casa, son las que más veces lo hacen porque, según el informe, un 43,4 por ciento de los hombres se escaparon más de una vez, mientras que ellas fueron un 57,6 por ciento.

Cuando se estima la media general por sexo, las mujeres huyeron 3,7 veces y los hombres, 2,7 veces, con diferencias poco destacadas según raza o grupo étnico.

Este baremo en hispanos alcanza las 2,8 veces frente a una media de 3,2 veces. De hecho, el grupo de jóvenes de hispanos que huyó sólo una vez de casa es el mayor (50,4%), lo que coincide con el resto de grupo.

Sin embargo, los hombres sí que se escapan a edades más tempranas puesto que la primera vez que lo hicieron fue antes de los trece años, aunque las mujeres se les acercan bastante porque un gran número de ellas se fueron antes de los trece y la mitad fue antes de catorce años.

Los hispanos vuelven a ser los que tardan más en atreverse a dejar sus familias porque suelen realizar su primer intento a finales de sus años adolescentes. La mitad lo intenta después de cumplir 15 años, una edad mucho más tardía que los blancos o negros.

El autor del estudio, Michael Pergamit, destaca en el preámbulo del informe la importancia de este fenómeno porque la juventud que se escapa de casa es “muy probable que perpetre crímenes y se involucre en comportamientos delincuentes” y “sean víctimas” en casa y fuera de ella.

Además, concluye que la mitad de los que escapan vuelven a casa y no lo intentan de nuevo, pero la otra mitad lo repite, por lo que se pueden identificar “dos tipos de juventud o dos tipos de procesos familiares”.

En estudios anteriores, este fenómeno se asocia y se examina desde la perspectiva de las jóvenes sin hogar, otra de las fuentes a partir de las que otros investigadores han extraído datos al preguntar a albergues y centros de acogida.

Para Pergamit, “lo importante” es reconocer qué hay detrás de estas historias, tanto las de jóvenes que se escapan y viven en la indigencia, como aquellas de otros que han sido expulsados de su hogar.

Así, diagnostica unas fases hipotéticas de este fenómeno en esos adolescentes menos jóvenes han pasado antes por vivir en sofás o en situaciones precarias y tal vez “otros otro largo período de conflicto familiar, abusos y abandono”.

“Ayudar a estos jóvenes requiere tener en consideración estas historias y adaptar los servicios para atender sus necesidades”, apunta y remarca que la prevención es “otro importante factor que debería recibir un mayor énfasis”. VN

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