LOS 82 AÑOS DE DOLORES HUERTA
La activista por los derechos de los campesinos e inmigrantes continúa su lucha con la misma pasión de siempre
Nadie mejor que Dolores Huerta -una de las figuras más sobresalientes del movimiento laboral de Estados Unidos- para demostrar que la edad no es impedimento para continuar activos y sirviendo al prójimo. La conocida activista y cofundadora de la Unión de Campesinos junto al legendario César Chávez, cumplió 82 años el pasado 10 de abril. Sus casi seis décadas de incesante labor serán coronadas con la prestigiosa Medalla Presidencial de la Libertad (Presidential Medal of Freedom) que pronto le entregará el presidente Barack Obama.
Amigos y familiares le celebraron su natalicio al son de mariachis en un restaurante, pero además, Dolores tuvo otra celebración oficial el 29 de abril, junto a líderes y actores de la película “Zoo Suit”, la cual reflejó los inicios del Movimiento Chicano en este país. Figuras como Edward James Olmos, Lupe Ontiveros, Mike Gómez, Alma Martínez, además del escritor Luiz Valdez, y el artista Ignacio Gómez, entre otros, se congregaron en la Plaza de Cultura y Artes ubicada en la Placita Olvera homenajeando a su amiga Dolores Huerta. En el evento no faltó camaradería, comida, música en vivo y baile, y además, sirvió para recaudar fondos para la “Fundación Dolores Huerta” (FDH), otro de los tantos logros de la activista.
Hoy día la fundación cuenta con programas para la comunidad, como lo es “Vecinos Unidos”, a través del cual se ofrece capacitación y apoyo a personas que deseen volverse líderes y realizar cambios en sus vecindarios. En la actualidad estas comunidades organizan a más de 2,500 personas.
DAMA DE FE
Resulta sorprendente la lucidez y energía de esta mexicoamericana a quien cuando le preguntamos cuál es el secreto de ese magnífico estado a los 82 años, responde que agradece a Dios la energía y salud que le da para seguir trabajando. “¡Pero es que hay tanto que hacer!”, exclama. “Yo sé que la solución de los problemas está en las manos de la propia gente”, agrega, y éste es precisamente el mensaje que lleva a su “Fundación Dolores Huerta”.
Dolores es una mujer de profunda fe religiosa. “Soy católica y devota de la Virgen de Guadalupe. Tengo en mi recámara varias imágenes de Ella, junto a la imagen de la Madre Perpetua, la Virgencita de Oaxaca, la de Talpa y Fátima”, nos cuenta.
“La fe religiosa es especialmente poderosa entre la gente pobre que necesita vivir de su fe para salir adelante; pienso que sería muy duro enfrentar situaciones difíciles sin fe. Con fe todo se puede ganar”, dice.
Es que Dolores sabe de sacrificios y carencias. Su más de medio siglo de liderazgo no fue tarea sencilla. Su labor comenzó como organizadora de un grupo llamado “Organización al servicio de la comunidad” (CSO) dirigida a trabajadores agrícolas y fundada por Fred Ross en 1955. Fue en esa época que conoció a César Chávez y en la década de los años sesenta cofundaron la Unión de Campesinos.
“A veces toma mucho tiempo que la gente confíe en uno. Cuando yo me metí a organizar sin recursos, muchos me tildaban de loca, pero yo tenía fe y sentía en mi corazón que lo que estaba haciendo era lo correcto. Y había también sacerdotes que respaldaban mi decisión. Esa fe me guiaba y le pedía a Dios que si estaba haciendo algo mal, que me mandara una señal. Pero las que recibía parecían confirmar que yo estaba obrando bien. Como cuando con mis hijos no teníamos que comer y nos llegó una caja grande llena de provisiones, o cuando no tenía dinero para comprar un abrigo, y me regalaron uno”.
“Muchas veces me sentía culpable de no estar dedicándole a mis hijos más tiempo y comodidades por estar trabajando tanto para el sindicato. Recuerdo especialmente que una de mis hijas iba a tener su Confirmación y no tenía unos zapatitos blancos para ese día. Sufrí mucho de no poder comprárselos pero luego, en la fila de niños que se dirigían al altar, muchos tenían también los zapatos rotos, igual que mi hija, y eso no cambiaba la emoción que todos sentíamos en ese momento”.
‘LA CAUSA’
Dolores dejó su trabajo de maestra de escuela primaria para dedicarse a organizar gente. “Vi que de esa forma podía ayudar a mucha más gente abogando y cambiando leyes que favorecían a cientos de miles para que los hijos de los trabajadores pobres no siguieran sufriendo de tantas carencias”.
La líder comenta que al principio algunos no le hacían caso por ser mujer y no tenían confianza en lo que estaban tratando de lograr. Pero cambiaron de actitud al ver que verdaderamente estaban ayudándoles. “Por ejemplo abogamos para que se parara el programa de braceros que quería traer gente de México y luego mandarlos de regreso sin darles residencia. Lo logramos y entonces se empezó a emigrar como a medio millón de personas; nosotros les arreglábamos los papeles de inmigración sin cobrarle. Además les ofrecíamos servicios de declaración de impuestos y les ayudábamos con los casos de deportación. Con esto conseguimos la credibilidad para que nos apoyaran”, dice Huerta.
Ella también dirigió el famoso boicot de la uva en 1970 a través del cual consiguieron contrataciones colectivas para los campesinos. Además organizó los boicots de la lechuga y de los vinos Gallo. Como consecuencia de esto se promulgó la primera legislación estatal para permitir a los campesinos organizarse y se ordenó a los rancheros negociar contrataciones colectivas con los miembros del sindicato. También consiguieron una ley que eliminaba los requisitos de que sólo ciudadanos podían recibir asistencia pública y seguro por incapacidad. Asimismo lograron que se otorgara seguro de desempleo para los campesinos y que se diera asistencia a sus hijos. Y que en las urnas hubiera boletas redactadas en idioma español.
MARCHAS, BOICOTS Y PAÑALES
Cuando se le pregunta de todos sus logros en sus 82 años de vida, cuál ha sido el principal, Huerta no duda en afirmar que éste ha sido sus once hijos, quienes le han dado 16 nietos y 7 bisnietos. Todo un logro para una mujer que al mismo tiempo de ser madre, no dejó de organizar marchas pacíficas, peleas a nivel legislativo y boicots para marcar cambios positivos en las vidas de los más vulnerables.
Muchos recuerdan a Dolores Huerta caminando en las marchas embarazada y tomando de la mano a otros de sus pequeños.
“La Causa”, como llaman a la lucha de los campesinos, es la vida de esta mujer ejemplar. Cambió pañales en las reuniones organizativas y alimentó a sus bebés durante los recesos entre una negociación y otra. A veces, sus hijos tuvieron que vivir con familiares, amigos y apoyadores del sindicato mientras su madre estaba viajando; comieron alimentos donados y debieron adaptarse a cambios continuos. Actualmente, la mayoría de ellos son profesionales.
“Cuando empecé a los 32 años como organizadora, ya tenía siete hijos. Ellos siempre me acompañaban a las marchas y hasta cuando era detenida por la policía. Pero sabían que siempre podían contar con su mamá”, dice.
Al preguntarle si cambiaría algo de su larga vida, Dolores respondió que exigiría más para sus hijos. “Todavía no se le ha dado lugar a las necesidades de la mujer. Lamentablemente las madres no insistimos lo suficiente para que las autoridades inviertan más en educación y en centros de cuidado infantil de calidad”.
También dice que le hubiera gustado concretar la meta de formar cooperativas para los campesinos. Un sueño que estaban tratando de hacer realidad cuando a César Chávez lo sorprendió la muerte.
Y SÍ PUDO…
Muchos no saben que Dolores Huerta fue la creadora del popular lema: “¡Sí se puede!”, que según cuenta, “salió espontáneamente”.
“César estaba haciendo su segundo ayuno en Arizona, y a un grupo de personas les pedí que nos acompañaran en una campaña de apoyo, y ellos me dijeron: ‘En California se puede hacer esas cosas pero aquí en Arizona no se puede’. Y mi respuesta inmediata fue: ‘¡Sí se puede!’. Y ese día cuando fui a dar mi reporte a la junta organizativa, les conté lo que pasó, y cuando mencioné que les dije ‘¡sí se puede!’, toda la gente empezó a corear la frase y a aplaudir. Y esa exclamación se convirtió en el lema para esa campaña”.
Hoy día es la consigna de marchas de protesta, conferencias de motivación; está escrita en prendedores, pancartas, banderas, y hasta el mismo presidente Barack Obama la utilizó en su campaña traducida al inglés: Yes, we can! Y quién mejor que Dolores Huerta para probarlo.VN
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