<!--:es-->LÍDERES CATÓLICOS Y DEMÓCRATAS PIDEN REFORMA MÁS HUMANITARIA<!--:-->

LÍDERES CATÓLICOS Y DEMÓCRATAS PIDEN REFORMA MÁS HUMANITARIA

Miembros de la jerarquía católica y líderes demócratas del Senado unieron fuerzas para pedir al Congreso una reforma migratoria bipartidista justa que no criminalice a los millones de inmigrantes indocumentados en EE.UU.

El cardenal Rogelio Mahony, de Los Angeles, dijo en una rueda de prensa en el Capitolio, flanqueado por el líder demócrata del Senado, Harry Reid, y sus colegas del mismo partido Edward Kennedy y Richard Durbin, que EE.UU necesita lo antes posible una reforma migratoria real que sustituya al maltrecho sistema actual.

Previo a su comparecencia ante la prensa, el cardenal Mahony, que en febrero pasado tácitamente pidió desobediencia civil en caso de que se promulgue una ley de inmigración injusta, y el cardenal de Washington, Theodore McCarrick, habían expuesto ante la Casa Blanca sus puntos de vista en favor de los inmigrantes.

Ambos cardenales se reunieron con Carl Rove, el principal asesor político del presidente George W. Bush.

Posteriormente, conversaron sobre el mismo tema con el líder republicano del Senado Bill Frist, durante una reunión considerada por los purpurados como muy fructífera.

Tanto Mahony como McCarrick coinciden con la postura del senador Reid, en el sentido de que la armonización de las leyes de reforma de la Cámara de Representantes y la que apruebe el Senado, deben tener en cuenta la imperiosa necesidad de hacer justicia.

La ley aprobada por la Cámara Baja el 16 de diciembre pasado criminaliza a los inmigrantes indocumentados y a quienes les ayuden, a la vez que promueve la construcción de un muro en la frontera con México para frenar la inmigración ilegal.

El cardenal de Los Angeles y el senador Reid declararon que en una democracia como la de Estados Unidos “cada persona tiene el derecho constitucional de expresar sus opiniones de la forma que mejor le parezca siempre respetando la ley”.

El cardenal Mahony explicó que quería que las acciones fueran positivas, y sugirió a los inmigrantes usar el tiempo disponible para escribirles a los legisladores sobre la necesidad de una reforma más humanitaria.

Al respecto, el presidente George W. Bush, se pronunció en contra de este paro y de nuevo pidió que el Congreso apruebe una reforma migratoria integral.

“No apoyo los boicots”, dijo Bush, en declaraciones a los periodistas en los jardines de la Casa Blanca.

Mientras tanto, el senador Reid dio a conocer que envió al líder republicano Bill Frist una propuesta sobre enmiendas migratorias y acerca de las negociaciones de armonización entre las leyes migratorias de ambas cámaras legislativas.

Reid estuvo de acuerdo con los prelados católicos en que cualquier reforma migratoria tiene que ser “humana, digna y de respeto a los valores del país”.

Para el cardenal McCarrick “no existe ninguna duda” de que debe fortalecerse la seguridad nacional y la fronteriza, pero considera que las medidas que adopte el Congreso deben ser compatibles “con un proceso (migratorio) justo y humano”.

El senador Kennedy comparó el actual movimiento de los inmigrantes por una ley migratoria justa -“en este momento histórico”-, con las acciones en favor de los derechos civiles que se desarrollaron en EE.UU en la década de los años 1960. VN

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