LAS DISPARIDADES PERSISTEN PARA LOS HISPANOS, PESE A LOS AVANCES EN SALUD
Atlanta.- Los hispanos son una de las minorías más afectadas por las disparidades en la atención de la salud que aún persisten en Estados Unidos, pese a los avances logrados en la cobertura del sistema y la disminución de las tasas de incidencia y mortalidad de algunas enfermedades.
“Hay muchas cosas que pueden hacerse para reducir las disparidades entre los hispanos. Las agencias estatales y locales están trabajando con las comunidades para implementar políticas y programas que ayuden a hacer la decisión saludable, la decisión fácil”, dijo Leandris Liburd, director de la Oficina de Salud Minoritaria y Equidad Sanitaria de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC), en Atlanta.
La obesidad, especialmente la infantil, es un problema creciente que preocupa a las autoridades sanitarias y en la que existen disparidades raciales y étnicas significativas que afectan en especial a los hispanos.
Varios estudios han encontrado que el índice de obesidad infantil ha desencadenado niveles alarmantes en la incidencia de afecciones relacionadas, como diabetes tipo 2, colesterol alto e hipertensión arterial entre los niños y jóvenes hispanos.
De acuerdo con cifras de los CDC, la obesidad afecta en la actualidad al 17 por ciento de todos los niños y adolescentes en Estados Unidos y estas cifras son todavía más drásticas cuando se comparan con las de los niños méxicoamericanos.
Según datos oficiales, en 2008, el 18,5 por ciento de los niños hispanos presentaba obesidad en comparación con el 12,6 por ciento de los niños blancos y el 11,8 por ciento de los afroamericanos.
Las estadísticas han encontrado que los niños y adolescentes obesos tienen entre un 70 y 80 por ciento de probabilidad de llegar a ser adultos obesos o con sobrepeso.
Felipe Lobelo, epidemiólogo que encabeza la Oficina Nacional de Prevención de Enfermedades Crónicas de los CDC, destacó la importancia de la prevención para erradicar este problema.
“Darle a los padres información útil y fomentar ambientes que apoyen alternativas saludables; proveer comidas más saludables en las escuelas; asegurarse de que cada familia tenga acceso a comida saludable y ayudar a los niños a ser más activos”, son algunas de las medidas que deben impulsarse, declaró a Efe Lobelo.
La diabetes, considerada como un serio problema de salud pública en Estados Unidos, afecta a los latinos en mayor proporción que otros grupos.
Los hispanos tienen más probabilidades de desarrollar diabetes tipo 2 que el resto de la población, y de acuerdo con las autoridades sanitarias, para entender esta disparidad deben tenerse en cuenta todos los factores de riesgo.
Entre los factores de riesgo que no pueden cambiarse se encuentra el historial médico familiar, predisposición genética, la mezcla racial de cada persona que pueda incluir ascendencia de varios grupos étnicos de mayor riesgo y el envejecimiento de la población.
No obstante, con llevar a cabo pequeños cambios en la calidad de vida como una mejor alimentación y más ejercicio, este grupo puede detener o retardar el avance de la enfermedad.
En su Reporte de Disparidades y Desigualdades en Estados Unidos para 2011, los CDC también advierten sobre el riesgo de otras condiciones como la presión arterial alta, que puede desencadenar otras enfermedades y en el caso de muchos hispanos no está bajo control.
De acuerdo con los CDC, los méxicoamericanos representan una proporción más baja en el control de hipertensión arterial comparados con los estadounidenses de raza blanca y raza negra no hispanos.
La hipertensión arterial es un factor principal de riesgo de enfermedad cardiaca, accidente cerebrovascular, insuficiencia cardiaca congestiva y enfermedad renal.
Asimismo, en el caso de la cobertura de vacunación contra la influenza se ha logrado acortar por segundo año consecutivo la brecha entre los menores blancos y de minorías aunque las disparidades continúan entre los adultos.
La cobertura entre los niños hispanos de 6 meses a 17 años fue de un 43,4 por ciento, más alta que la de los menores blancos no hispanos de la misma edad, que fue de un 33,5 por ciento, de acuerdo con las más recientes cifras de los CDC.
La cobertura estimada actualmente para los hispanos es 15,6 por ciento más alta que durante el mismo período el pasado año.
Los CDC señalaron que estos avances se han logrado gracias al desarrollo de alianzas con organizaciones comunitarias y religiosas locales que trabajan de cerca con esta minoría.
De acuerdo con las autoridades, la falta de cobertura médica y la desconfianza de esta comunidad en las entidades gubernamentales son algunas de las principales barreras que afectan los niveles de vacunación.
Asimismo, las barreras socioeconómicas, el lenguaje y de acceso a cobertura de seguro médico también afectan.
De acuerdo con el Reporte Actuade de Población en 2009, el 23 por ciento de los hispanos estaban viviendo bajo el índice de pobreza en el 2008 y el 31 por ciento carecía de seguro médico.
“Vecindarios seguros, mejor acceso a cuidado de salud, y una fuerza laboral sanitaria preparada para ayudar a las poblaciones culturalmente diversas – todo va a contribuir a reducir las disparidades en salud”, concluyó Liburd. VN
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