LA SANIDAD PÚBLICA EN CALIFORNIA, UN MAL NEGOCIO PARA MÉDICOS Y PACIENTES

El seguro médico californiano, Medi-Cal, sufre el coste de la crisis fiscal que padece este estado y encara un recorte de la remuneración para los médicos, reacios a atender a los más desfavorecidos porque no sale rentable.

La lista de médicos adscritos a Medi-Cal es cada vez más reducida y muchos que prestaban este servicio durante años, animados por un sentido de la responsabilidad, decidieron abandonarlo, algo que perjudica a los enfermos con menor poder adquisitivo -muchos de ellos hispanos- incapaces de pagarse un seguro privado.

La situación, lejos de mejorar, se encamina en una dirección crítica ya que los legisladores californianos aprobaron recientemente una rebaja de un 10 por ciento en el pago de los servicios a doctores adscritos a Medi-Cal con el fin de que California se ahorre 500 millones de dólares al año.

“No sé cuál va a ser el impacto de esta medida sobre los servicios médicos, habrá que esperar unos cinco años para tener perspectiva, pero estamos cerca de un punto en el que el sistema podría dejar de cumplir su servicio”, aseguró a Efe Chris Perrone, de California HealthCare Foundation.

El último incremento de fondos destinados a Medi-Cal se produjo hace ocho años, por entonces ya la mitad de los doctores californianos se negaban a atender pacientes con este seguro.

En todo ese tiempo, los costes médicos han subido, pero no así los cheques que reciben éstos por su atención sanitaria.

Actualmente el beneficio que obtiene un médico por una consulta de un paciente de Medi-Cal es de 24 dólares netos, algo que no compensa a muchas clínicas, que incluso obtienen más rentabilidad con el sistema de atención primaria federal Medicare, que por el mismo servicio les paga 38 dólares.

Medi-Cal, que ofrece una cobertura más amplia que Medicare, pierde la batalla con el denostado seguro federal en muchas áreas.

El tratamiento para una fractura de un dedo está valorado 74 dólares, menos de la mitad de lo que está tasado en Medicare, pero la diferencia es drástica si se trata de poner un catéter: 81 dólares con Medi-Cal y 1.372 dólares con el sistema federal, según datos del diario “Los Ángeles Times”.

Ante este panorama los médicos acaban prestando más atención a los costes que a los pacientes, que por su parte, tienen muchos problemas para conseguir un doctor que los atienda, especialmente cuando se trata de un especialista.

“Los doctores que llevan atendiendo a pacientes durante largo tiempo no dejarán de cuidar de ellos, pero sí que podrían evitar prestar sus servicios a nuevos enfermos bajo Medi-Cal. Esto es más grave con los especialistas, que tienen relación esporádica con sus clientes”, comentó Perrone.

Medi-Cal es un programa que sirve a 6,7 millones de personas con bajos recursos, ancianos y discapacitados y se financia con fondos de los gobiernos Federal y californiano.

Es además, la segunda partida presupuestaria de California tras Educación, con un coste previsto de 38.000 millones de dólares para el próximo año de los que cerca de la mitad son federales.

La apuesta del gobernador Arnold Schwarzenegger de un seguro universal, rechazada por el Legislativo estatal, que incluiría una subida de los réditos para los médicos de Medi-Cal, y la crisis fiscal de California, que ronda los 16.000 millones de dólares, acabó por condenar a este seguro.

Medi-Cal fue el primer objetivo de los políticos californianos cuando se propuso la rebaja presupuestaria del Estado para tratar de lidiar con la situación económica.

“Optaron por aplicar el recorte para los médicos, pero podría haber tomado otra dirección, como endurecer las normas de acceso a este seguro, para dárselo a los que realmente más lo necesitan”, explicó Perrone, quien lamentó que las propuestas de Schwarzenegger no saliesen adelante.

“Él había apostado por universalizar el servicio, sin convertirlo en obligatorio para los médicos pero que todos tuviesen que contribuir a sufragar su coste a través de impuestos”, indicó.

Ante este problema de sanitario varios gobiernos locales tienen previsto liderar una coalición para pedir que se detenga el recorte del 10 por ciento en los pagos a médicos que atienden a clientes a través de Medi-Cal acordado en febrero. VN

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