LA PAZ EXIGE JUSTICIA Y LUCHA CONTRA LA CORRUPCIÓN, ASEGURA EL PAPA

Al recibir las cartas credenciales del nuevo embajador de Gabón

Benedicto XVI lanzó un llamamiento a edificar la paz con la justicia y el respeto de los derechos humanos.

El pontífice aprovechó el discurso, que entregó al nuevo embajador de la República africana de Gabón, Firmin Mboutsou, para manifestar una vez más su interés por los conflictos que desangran tierras africanas.

“Por su mediación, señor embajador, invito a todas las autoridades y a los hombres de buena voluntad, en particular en el querido continente africano, a comprometerse cada vez más a favor de un mundo pacífico, fraterno y solidario”, explica el Papa en su discurso en francés.

“Hago hoy un llamamiento a una valentía cada vez más profética, recordando que la paz y la justicia avanzan juntas y que todo esto debe concretarse a través del respeto de la legalidad en todos los ámbitos”, indicó.

De hecho, aclaró el obispo de Roma, “sin justicia, sin luchar contra toda forma de corrupción, sin el respeto de las reglas del derecho es imposible construir una verdadera paz”.

Está claro, aseguró, “que en ese caso a los ciudadanos les costará confiar en sus dirigentes; además, sin el respeto de la libertad de todo individuo no puede darse la paz”.

Al hablar de la justicia social, el obispo de Roma recalcó que “es oportuno que los habitantes del país sean los primeros beneficiarios del producto de las riquezas naturales de la nación y hacer todo lo posible por una mejor tutela del planeta, dejando a las futuras generaciones una tierra verdaderamente habitable, capaz de alimentar a sus habitantes”.

El Santo Padre subrayó que “según su tradición, bajo formas que le son apropiadas, la Iglesia está dispuesta a colaborar y ofrecer su apoyo a todas las personas cuya preocupación principal consiste en establecer una sociedad que respete los derechos mas elementales del hombre y construir una sociedad para el hombre”.

Benedicto XVI explicó que la Iglesia contribuye a la paz con su obra educativa y con la asistencia espiritual a los miembros de las fuerzas armadas.

Su misión, dijo, “es particularmente delicada y constituye ante todo un servicio a la paz, a la justicia y a la seguridad”. VN

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