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LA “NOCHE OSCURA” DE LA MADRE TERESA, UNA ESPECIE DE “MARTIRIO”

Según explica el padre Raniero Cantalamessa, OFM Cap.

La “noche oscura” que vivió la Madre Teresa de Calcuta, documentada por un libro recién publicado, fue una especie de “martirio” debido a la “presencia-ausencia” de Dios, explica el padre Raniero Cantalamessa, OFM Cap.

El predicador de la Casa Pontificia ha comentado la publicación de cartas inéditas de la beata, recogidas en el libro “Madre Teresa: Ven y sé mi luz” (“Mother Teresa: Come Be My Light”), publicado por el padre Brian Kolodiejchuk, postulador de la causa de canonización de la religiosa, diez años después de su fallecimiento.

En una de sus cartas, la Madre Teresa dice: “Hay tanta contradicción en mi alma: un profundo anhelo de Dios, tan profundo que hace daño; un sufrimiento continuo, y con ello el sentimiento de no ser querida por Dios, rechazada, vacía, sin fe, sin amor, sin celo… El cielo no significa nada para mí: ¡me parece un lugar vacío!”.

El predicador del Papa, a través de las ondas de “Radio Vaticano”, ha aclarado que “este sufrimiento lacerante, provocado por el vacío de Dios, es el signo de que se trata de un fenómeno positivo”.

“Se trata de una presencia-ausencia -añade el sacerdote capuchino-: Dios está presente pero no es experimentado.

“El que la Madre Teresa pudiera pasar horas ante el Santísimo (en la Eucaristía, ndr.), como dicen los testigos que la vieron, casi extasiada… y el que lo hiciera en estas condiciones, demuestra que es un martirio”, subraya.

“Es un verdadero martirio, porque para quien no experimenta a Dios y siente ese vacío, estar durante horas quieta ante el Santísimo significa verdaderamente estar entre llamas”, añade.

“Es extraño que alguien se escandalice por estos escritos de la Madre Teresa, o incluso que piense que, quien les está publicando, tiene que vencer las dudas de que la gente se escandalice”, confiesa.

“Para mí, esto hace más grande la figura de la Madre Teresa, no la empequeñece”, sigue reconociendo Cantalamessa. “Los ateos ‘normales’, comunes, no quedan afligidos por la ausencia de Dios; sin embargo, para la Madre Teresa era la prueba más terrible que podía vivir.

“Creo que la Madre Teresa tiene verdaderamente la talla de los grandes de la santidad cristiana, precisamente por su capacidad de esconder estos fenómenos, de vivirlos personalmente en lo íntimo de su corazón.

“Quizá lo hizo precisamente en expiación por este ateísmo creciente que se da en el mundo de hoy, pues en el fondo la Madre Teresa vivió este vivir como si Dios no existiese positivamente, con fe, del lado de Dios”, indica.

La “noche oscura”, aclara el padre Cantalamessa “es muy conocida en la tradición cristiana; quizá lo nuevo ha sido la manera en que la vivió la Madre Teresa.

“Pues mientras la ‘noche oscura del espíritu’ de San Juan de la Cruz es un período generalmente preparatorio al definitivo, que se llama ‘unitivo’, en el caso de la Madre Teresa parece que fue un estado estable, a partir de un cierto momento de su vida, cuando comenzó su gran obra de caridad, hasta el final.

“Desde mi punto de vista, esta prolongación de la ‘noche’ tiene también un significado para nosotros hoy. Creo que la Madre Teresa es la santa de la era de la comunicación, pues esta ‘noche del espíritu’ la protegió de la posibilidad de convertirse en víctima de los medios, es decir, de que se exaltara a sí misma.

“De hecho -concluye el fraile capuchino-, ella misma decía que ante los más grandes honores y ante el interés de la prensa, ella no sentía nada porque vivía este vacío interior. Era una especie de escudo protectivo para atravesar la era de los medios de comunicación”. VN

Fuente: ZENIT

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