LA IMPORTANCIA DE APRENDER A TRABAJAR JUNTOS POR “UNA NACIÓN BAJO DIOS”

La inmigración actual sigue teniendo el poder de manejar la economía de Estados Unidos

En este mes de septiembre celebramos en Estados Unidos el Día del Trabajo, un evento que trae a nuestras mentes el esfuerzo leal de aquéllos que cultivan los alimentos que llevamos a nuestras mesas; de aquéllos que arreglan nuestras casas y jardines; de aquéllos que cuidan a nuestros hijos cuando estamos ocupados; de aquéllos que cosen la ropa que nos ponemos… y también de aquéllos que desde hospitales y escuelas nos cuidan y educan. Si miramos sus rostros y escuchamos su idioma, nos damos cuenta que muchísimos de ellos, en algunos de estos sectores la amplia mayoría, son inmigrantes que llegan a aportar abundancia a la economía de este país. A pesar de esto, y lamentablemente, muchas veces no son bienvenidos. Vaya contradicción, ya que una nación como Estados Unidos, formada por oleada tras oleada de inmigrantes procedentes de tierras extranjeras, debería entender el tema de inmigración y el papel central que ésta desempeña en un país cuya constitución demográfica está evolucionando constantemente.

Nuestro experimento democrático -a pesar de sus deficiencias sociales y raciales, y si somos capaces de sobrevivir la crisis económica actual- ha convertido a Estados Unidos en la nación más grande y poderosa. Todo esto se ha construido gracias a inmigrantes de tierras extranjeras que han aprendido a trabajar juntos como “una nación bajo el amparo Dios” (“one nation under God”).

Cada una o dos generaciones nos olvidamos de las simples lecciones de la historia y sus consistentes olas de recién llegados que arriban a nuestras costas y cruzan nuestras fronteras. Cuando miramos hacia atrás, resulta sorprendente comprobar las similitudes entre las oleadas actuales de inmigrantes con las del pasado, a quienes tampoco se les dio la bienvenida, a quienes se les faltó el respeto, maltrató, y a menudo se les dijo: “Regrésense a sus casas”. Pero después de un tiempo, las cosas cambian; la economía mejora y la mezcla de culturas se agita una vez más con nuevos ingredientes de países extranjeros, y la tensión social se calma. Por cada oleada sucesiva de familias que llegan y se convierten en los recién llegados, sus comunidades y nuestro país avanzan. Entonces, un nuevo grupo se une a entonar nuestro himno nacional: “¡Oh, decid! Extiende aún su hermosura estrellada bandera… y la tierra de valientes…”. (“Oh say, does that star spangled banner yet wave…and the home of the brave…”).

Sin duda hay muchas similitudes entre los recién llegados de los diversos continentes. Por lo general, comienzan formando parte de la mano de obra más barata y luego ascienden de nivel económico y social. Las circunstancias causan su voluntad de trabajar por salarios más bajos y hasta por menos de eso. Esto siempre resulta en beneficio de nuestros ciudadanos. Los inmigrantes nos ayudan a “mantener una mejor calidad de vida, manteniendo el costo de vida más bajo”.

La multitud actual de inmigración y la atención que se le da resulta complicada y sin precedentes. Mientras que los gigantes del mundo, China e India se conocen por su verdadero poder a largo plazo, esto aún no se percibe en Estados Unidos. Sin embargo ellos siguen siendo los de más rápido crecimiento demográfico a nivel global, y los de mayor influencia en la inmigración y economía de Estados Unidos. Aun así, el enfoque de hoy siguen siendo los inmigrantes de México y otros países de América Latina. Es lo primero que se ve las 24 horas, los siete días de la semana, en la Internet, Univisión, CNN, Telemundo, y los primeros en recibir muestras de odio de parte de una minoría de compatriotas americanos que han olvidado de qué países provienen sus familias de origen. Tampoco recuerdan cómo sus antepasados cruzaron nuestras fronteras. Al igual que todos nosotros, ellos también se benefician del producto del trabajo y de los servicios que brindan nuestros recién llegados.

¿QUIÉNES SON LOS INMIGRANTES DE HOY; SON ELLOS UN PROBLEMA Y CÓMO CONTRIBUYEN A NUESTRO PAÍS?

Los inmigrantes latinos de hoy son personas con espíritu pionero, y también en muchos aspectos refugiados económicos que dejan países cuyas economías están dañadas o devastadas por el dolor multidimensional provocado muchas veces por los carteles de la droga que alimentan la codicia de narcóticos en Estados Unidos, y usan sus ganancias para comprar armas de este país, las cuales les da más poder de fuego que a los militares de su propio país.

La historia simple, la historia complicada, tiempo y motivación personal y la energía están siempre del lado de los recién llegados. ¿Por qué? Porque verdaderamente representan lo mejor de los ideales humanos y de los ideales estadounidenses, los valores, principios y aspiraciones. ¿Acaso alguien más en la Tierra arriesgaría su vida como lo hacen tantos millones cuando realizan estos esfuerzos valientes y costosos para llegar a nuestras costas y nuestras fronteras en busca de una vida nueva y mejor?

Siempre me impresiona la valentía que se requiere para que las familias de inmigrantes logren salir adelante aquí. Las dificultades, las aventuras desgarradoras y las tragedias que experimentan son características de fuertes, motivados y decididos futuros ciudadanos de Estados Unidos. Sin mencionar el enorme aparato de orden público que se ha formado para “cazar” a lavaplatos y empleadas domésticas en vez de a criminales violentos. Al igual que los que vinieron antes que ellos, estos nuevos estadounidenses impulsarán nuestra economía, se convertirán en nuestros mejores estudiantes y tomarán papeles de liderazgo y participación en todas las industrias de nuestro país. A cierto nivel, este triunfo de la demografía es una verdadera amenaza para los que no son latinos, lo cual es confuso y desafiante.

Dado el difícil momento económico que hoy atravesamos -algo que la mayoría de nosotros nunca antes había visto-, sería mucho más difícil y quizás imposible sobrevivir sin los cientos de miles de inmigrantes latinos proporcionando una mano de obra de fuerte trabajo en todas las regiones de nuestro país y en cada sector industrial.

¿QUÉ LE DEBEMOS A LAS FAMILIAS DE INMIGRANTES Y A ESTA PODEROSA MANO DE OBRA?

Cuando hacemos un balance debemos contar nuestras bendiciones y dar gracias a Dios cada día, y luego a un inmigrante, por la gran cantidad de maravillosos servicios que nos prestan a todos nosotros, sin una queja y por lo general con una sonrisa. Esto no quiere decir que todos los inmigrantes sean santos, es sólo decir la verdad acerca de sus grandes contribuciones a nuestra sociedad en el presente y futuro.

Cuando seamos más honestos con nosotros mismos, seremos una nación más fuerte en 2011 y más allá, cuando vivamos bajo lemas como: “Dame a tus cansados, tus pobres, a tus amontonadas multitudes anhelantes de libertad”.

Hace años, la mayoría de los inmigrantes trabajaban en la agricultura. Luego se trasladaron a hoteles, jardinería y servicio de alimentos y también se convirtió en la fuerza laboral dominante de esos sectores. Esto fue seguido por la construcción y ahora por el comercio minorista, las profesiones militares y otros. Como cada generación de estadounidenses, sus hijos son su prioridad y sacrificarán todo lo que tienen para que sus hijos destaquen en los salones de secundaria y luego en colegios y universidades. También saben que cada trabajo es digno. Esta ola de inmigración se está moviendo rápidamente por el camino del éxito y no se detendrá hasta tomar el lugar que le corresponde en el centro del Sueño Americano.

El futuro es un buen pronóstico para los inmigrantes y para nuestro país. Mientras tengamos gente con su espíritu, ética laboral y motivación, Estados Unidos podrá disfrutar nuevos y grandes éxitos. Por ahora podemos continuar apoyando la modernización de nuestro sistema de inmigración a través de los esfuerzos de Luis Gutiérrez, por ejemplo, que hace que los políticos traten de mantener su honestidad a nivel nacional. También, apoyar la Dream Act y la ley pro- inmigrante de Gilbert Cedillo; y la buena labor de Enrique Morones y su grupo Ángeles de la Frontera (Border Angels). Asimismo, seguir el ejemplo de la Conferencia de Obispos Católicos de EE.UU que impulsan una reforma migratoria integral, lo cual constituye una posición adecuada y sólida a seguir.

¡Dios bendiga a nuestros inmigrantes! ¡Dios bendiga las Américas! VN

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