‘LA IDENTIDAD DE LA IGLESIA, AYER, HOY Y SIEMPRE, ES LA EVANGELIZACIÓN’: ARZOBISPO JOSÉ H. GOMEZ A LOS SACERDOTES TAPATÍOS

Jornada de Estudio y Convivencia del Presbiterio de Guadalajara fue una experiencia de integración y un paso para compartir experiencias entre las diócesis tapatía y angelina

Para el clero de la Arquidiócesis de Guadalajara tener a Monseñor José Horacio Gomez, Arzobispo de Los Ángeles, fue una oportunidad muy bien apreciada, que se vio reflejada en el lleno completo del auditorio “Cardenal José Salazar López” en el Seminario Menor de la capital del Estado de Jalisco, al dirigir la XXI Jornada de Estudio y Convivencia del Presbiterio.

El martes 10 de septiembre, el cardenal tapatío José Francisco Robles al inicio de la jornada dio la bienvenida a Monseñor Gomez y exhortó a los asistentes a mantener siempre la disposición a estar en constante formación.

“Primero, porque somos hombres consagrados que hemos recibido un don, el don de la elección a identificarnos plenamente con Cristo”, dijo en la ceremonia inaugural el purpurado tapatío, que añadió que todo esfuerzo de crecimiento y actualización estará orientado a los beneficios de los que integran las comunidades en las que cada uno desempeña su ministerio.

“Aprovechen las luces que nos ofrece el señor Arzobispo sobre el tema de la Nueva Evangelización, dado que la única misión que tenemos como Iglesia es evangelizar”, y dio así la entrada para que en ambiente fraterno, Monseñor Gomez agradeciera la invitación de la Iglesia de Guadalajara y abundó con sencillez coloquial su experiencia “tuve la oportunidad, el año pasado, de participar en el Sínodo de los Obispos, y pienso que esas tres semanas fueron un importante momento histórico para la Iglesia, porque finalmente nos dimos cuenta de la importancia que tiene la Nueva Evangelización en este momento, ya que el mismo Papa Benedicto XVI, durante la Misa de Apertura del Sínodo, lo manifestó de manera muy simple: la Iglesia existe para evangelizar.

“La identidad de la Iglesia, ayer, hoy y siempre, es la Evangelización, pues para la Iglesia no existe otra razón de ser”, y añadió Monseñor Gomez que dicho Sínodo fue una autorreflexión que hizo la Iglesia desde que se llevó a cabo el Concilio Vaticano II.

Por cierto, añadió que como fruto de los trabajos realizados durante el Sínodo, se espera la generación de un documento que ahora tocará al Papa Francisco publicar con las conclusiones. Estos conceptos fueron expresados durante la charla inicial y la manera tan clara, que el interés se mantuvo desde el primer día como en el resto de los tres días que duró el evento.

La temática expuesta y la identificación que desde el principio se logró entre el Arzobispo de Los Ángeles, Monseñor José H. Gomez y el presbiterio tapatío encabezado por el Cardenal José Francisco Robles y sus obispos auxiliares, logró un ambiente de profunda reflexión y de compromisos con las tareas de la evangelización, señalando que la Iglesia viene todavía comprendiendo las obligaciones de la profunda conclusión del Papa Paulo VI que afirmaba que “Evangelizar, constituye en efecto, la dicha y vocación propia de la Iglesia, su identidad más profunda”.

Invitó a los participantes a mantener el profundo espíritu misionero hasta el fin de los tiempos y cuando sea la llegada definitiva del Reino de Dios, “fue Cristo el que le dio a la Iglesia su única misión: la proclamación del Evangelio para la salvación de las almas”.

Al mismo tiempo los invitó a renovar la identidad misionera y a fortalecer de igual manera un corazón misionero en todos los fieles de la Iglesia.

La invitación realizada por la Arquidiócesis tapatía a Monseñor Gomez fue aplazada en varias ocasiones, lo que dejó claramente manifiesto el interés con la finalidad de aprovechar la preparación del obispo mexicano, originario de Monterrey, Nuevo León, y educado en planteles mexicanos, hasta llegar a ser ahora pastor de una diócesis con siete millones de mexicanos o descendientes de compatriotas, que además tiene la particularidad de que la mitad de esos habitantes, unos 3.5 millones son de origen jalisciense.

En boca del Obispo Auxiliar Miguel Romano, el interés quedó manifiesto al asegurar que “nos interesaba que viniera porque es una persona muy preparada, con mucha coherencia de vida, con un sacerdocio muy evangélico”, que con su mensaje al presbiterio de Guadalajara, sirviera de estímulo dentro de las jornadas anuales de estudio que se organizan para tener actualizado a los sacerdotes tapatíos.

Por su parte, Monseñor José Gomez dijo sentirse contento por la invitación y con este acercamiento con el Clero tapatío, convertirla en oportunidad para compartir experiencias entre ambas diócesis que están unidas históricamente, y actualmente la gran población de mexicanos que radican y forman parte de la Iglesia de Los Ángeles.

Reconoció Monseñor Gomez que el factor de la Fe “es un elemento muy importante en la búsqueda del sueño americano, pues realmente lo que les da su identidad a quienes deciden emigrar a Estados Unidos no es una mejor situación económica o algún otro tipo de satisfacción humana, sino lo que va a hacerlos crecer como personas y familias, lo que les da la felicidad es su fe”.

También el tema de migración fue atendido y en este contexto se vio la necesidad de establecer intercambio de experiencias entre Guadalajara y Los Ángeles, dado que muchos ahora residentes en el área angelina son originarios de estas tierras de Jalisco, “que sin duda han llevado allá su riqueza en religiosidad popular, los principios y valores que aquí recibieron y que habrán de fructificar”, por eso la conveniencia de la relación entre ambas comunidades.

De manera particular, sacerdotes tapatíos se acercaron a Monseñor Gomez para hacerle sentir los comentarios de sus comunidades donde el tema de migración es vivido de manera más sensible ya que son las familias que viven las ausencias, sufren la angustia por las condiciones que enfrentan al emigrar los miembros de su familia y la manera en que viven la esperanza de dar nuevas luces a la Evangelización, concretándola en actitudes y prácticas muy alentadoras.

Todo este ejercicio de reflexión, dejó claro en los asistentes que el bien llamado por el Papa Juan Pablo II, “el Continente de la Esperanza”, hablando de América Latina -con el Papa Francisco se refuerza el rostro de la esperanza-, con el 40 por ciento de los católicos del mundo seremos un fermento de vitalidad dentro de la Iglesia y del Mundo. Así se asumieron los compromisos y se fincaron los proyectos en estas jornadas tapatías. VN

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