LA CUMBRE DE MONTEBELLO DECEPCIONA A GRUPOS QUE ABOGAN POR REFORMA MIGRATORIA

Grupos defensores de los inmigrantes en EEUU criticaron hoy la ausencia de propuestas concretas para avanzar hacia una reforma migratoria en la Cumbre de Montebello entre los líderes de EEUU, México y Canadá.

Durante la cumbre trilateral, realizada en Montebello (Quebec), los tres mandatarios abordaron asuntos como la seguridad, el comercio y la inmigración, pero con resultados “decepcionantes” en el campo migratorio, consideraron analistas consultados.

La declaración conjunta del presidente de EEUU, George W. Bush, su homólogo mexicano, Felipe Calderón, y el primer ministro canadiense, Stephen Harper, destaca la necesidad de mejorar la seguridad y eficacia de las fronteras, en el marco de la Alianza para la Seguridad y Prosperidad de América del Norte (ASPAN).

El documento de once páginas sólo menciona, en términos generales, el compromiso de los tres países de “profundizar la cooperación policial, las inspecciones y la facilitación del comercio legítimo de bienes y personas” en sus fronteras.

La cumbre tripartita dejó al descubierto el malestar del Gobierno de Ottawa con la política de emisión de pasaportes de EEUU, y del Gobierno de México ante el fracaso de una reforma migratoria que hubiese beneficiado a millones de mexicanos indocumentados en este país.

“Esto ha sido muy decepcionante. México y Canadá tienen una influencia muy limitada en este asunto, pese a que el tema de inmigración y seguridad fronteriza es algo que afecta a ambos países”, dijo Angela Kelley, analista y subdirectora del Foro Nacional de Inmigración (NIF).

“El gobierno del presidente George W. Bush ha abandonado todo esfuerzo por impulsar una reforma migratoria integral y centra su atención en medidas policiales. No sorprende que la cumbre no haya arrojado resultados concretos, porque el Gobierno no tiene mucho capital político para promover el asunto de forma constructiva”, agregó.

Según Kelley, la corriente nacionalista que vive Estados Unidos impide un análisis sobre las raíces de la inmigración ilegal hacia el país.

Esa vertiente también ayuda a explicar por qué, ante el fracaso de una reforma migratoria en el Congreso, las legislaturas de los 50 estados han debatido este año al menos 1.400 medidas relacionadas con el proceso migratorio.

Para comienzos de julio, 41 estados habían aprobado 170 medidas para estrechar el cerco a los inmigrantes indocumentados, según un análisis reciente de la Conferencia Nacional de Legislaturas Estatales (NCSL).

En ese sentido, Michelle Waslin, analista de asuntos migratorios del Concejo Nacional de La Raza (NCLR), lamentó que el presidente Bush haya desaprovechado la oportunidad de utilizar la Cumbre de Montebello para reafirmar su compromiso con la reforma migratoria.

“El problema (de la inmigración ilegal) no va a desaparecer. El sistema de inmigración está roto y esto obviamente tiene un impacto nacional y regional”, señaló Waslin.

“Nuestros líderes políticos tienen la obligación de corregir este problema, y nosotros se lo estaremos recordando constantemente. Estas medidas anti-inmigrantes, mientras tanto, siguen afectando negativamente a nuestras comunidades”, enfatizó.

Tanto NIF como NCLR han estado al frente de un movimiento nacional a favor de la reforma migratoria, y en particular de la legalización de millones de inmigrantes clandestinos en Estados Unidos.

Además de la continuación de las redadas en centros laborales, el Departamento de Seguridad Nacional anunció recientemente una serie de medidas para castigar a las empresas que a sabiendas continúen contratando a inmigrantes indocumentados. VN

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