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¿LA CIUDAD DE MÉXICO DEJÓ DE SER LA MAYOR MEGALÓPOLIS DEL PLANETA?

La creencia popular de que Ciudad de México es la urbe más poblada del mundo debe ser revisada pues está basada más en mitos y leyendas que en censos y mediciones equiparables con otras megalópolis del mundo. Expertos en demografía llegaron a un acuerdo básico para medir cuánta gente vive en esta urbe, lo que arrojó un dato final de 18.4 millones de habitantes.

Este dato contrasta con la opinión de alguna gente, que habla de 25 millones de habitantes, otros, de 22, y algunos incluso han llegado a afirmar que tiene 30 millones de almas apiñadas, explicó el demógrafo Luis Jaime Sobrino.

El también coordinador de la maestría en estudios urbanos del Colegio de México (Colmex), uno de los centros de investigación en ciencias sociales más importantes del país, afirma que la capital de México “cuenta con una población de 18.4 millones de habitantes, la segunda más poblada del mundo después de Tokio”, sobre la base de una delimitación territorial elaborada en 2000.

GEOGRAFÍA URBANA

El área urbana de la Ciudad de México ocupa territorio tanto del Distrito Federal, como del Estado de México e Hidalgo y se extiende sobre una superficie de alrededor de 7,815 kilómetros cuadrados de delegaciones (barrios) y municipios aledaños.

Se han ensayado diversas maneras de delimitar la zona metropolitana de la capital mexicana, pero solamente en 2004 la Secretaria de Desarrollo Social, el Consejo Nacional de Población y el Instituto Nacional de Estadística, se pusieron de acuerdo y determinaron que a la ciudad la componían 16 delegaciones, 58 municipios del Estado de México y uno de Hidalgo (centro del país).

Para el demógrafo Sobrino es normal que cada país tenga sus métodos propios para medir las zonas urbanas y conurbanas, pero insiste en que la mayor de todas, en términos de población, es la zona metropolitana de Tokio-Yokohama, con 28 millones de habitantes.

ALGUNAS CONFUSIONES

Sobrino explica que las confusiones sobre el tamaño real de la capital mexicana surgen también de la percepción que los habitantes mismos tienen de su ciudad.

Los mitos también abundan en otras grandes ciudades del país al punto que no es raro escuchar asegurar a los habitantes de Guadalajara (oeste) que son casi 10 millones cuando en realidad son alrededor de 3.7 millones.

En Ciudad de México, por ejemplo, “según los últimos datos censales, el municipio de Nezahualcoyotl (noreste), uno de los más poblados, tiene 1.2 millones de habitantes, pero las autoridades argumentan tener 3 millones”, una cifra que implicaría “que la densidad media de población fuera de 750 habitantes por hectárea, cuando la real es de 250”, afirma Sobrino.

Por el contrario, la capital mexicana cuenta con zonas como la de Tlatelolco (norte) que fácilmente superan las 700 personas y las 140 viviendas por hectárea, aunque la densidad media poblacional de toda la urbe es de 170 habitantes y 34 viviendas por hectárea.

A medida que este monstruo de concreto (cemento) se dispersa hacia la periferia y se aleja del centro, la concentración de habitantes disminuye y las unidades habitacionales de más de ocho pisos dan paso a pequeñas casas de cemento gris que se adentran en municipios y comunidades de estados vecinos.

El hecho de que la ciudad se extralimite fuera de la unidad político administrativa conocida como el Distrito Federal, que tiene una población de cerca nueve millones de habitantes, conduce a otros a afirmar que la capital tiene en realidad muchos menos habitantes.

No obstante, el demógrafo explica que lo que se mide en estos casos es la zona metropolitana, que en ciudades como la de Tokio (Japón) se extiende hasta los 16,000 kilómetros cuadrados.

Uno de los criterios utilizados para incluir si una población colindante hace parte de la ciudad, es determinar “si más del 15 por ciento de la población que habita ahí trabaja en la zona central de la ciudad”, destaca Sobrino.

Resumiendo, muchos de los mitos en torno al tamaño de la ciudad se originan en el hecho de que “las personas no creen en las cifras censales y además, porque los datos no son de dominio público ni fueron homogéneos para las autoridades”, puntualiza el doctorado.

EXPLOSIÓN DEMOGRÁFICA

El crecimiento de la ciudad, a la cual el gobierno actual del Distrito Federal se refiere como la “ciudad de la esperanza”, se puede dividir en tres etapas.

De 1900 a 1940 el crecimiento de la ciudad fue moderado y pasó de 340,000 habitantes a dos millones.

En la etapa siguiente (1940-1980) el crecimiento fue muy acelerado, “sobre todo por la migración, ya que la ciudad se consolidó como un nodo de atracción de personas del campo y de otras ciudades porque ofrecía mejores condiciones de empleo y mayores oportunidades”, sostiene el académico del Colegio de México.

En este período la ciudad incrementó su tamaño y población dramáticamente hasta alcanzar los catorce millones de habitantes.

Sin embargo, desde 1980 los investigadores registran una desaceleración importante en el crecimiento de la ciudad que en algunos años consiguió incluso un saldo neto migratorio negativo, es decir, que expulsó a más personas de las que recibió.

En este sentido Ciudad de México, fundada sobre las ruinas de la antigua ciudad azteca de Tenochtitlán, crece actualmente a tasas moderadas de alrededor del 1.8 por ciento anual.

Sobrino advierte que las crisis económicas de los años ochenta, que afectaron a varios países de la región, golpeó especialmente a la capital y a su mercado laboral, lo que llevó a que las personas buscaran fortuna en otras ciudades.

Igualmente, las llamadas “deseconomías” de una ciudad tan grande, como son los altos costos de la vivienda, las enfermedades, el tráfico y la polución, sumadas a la gigantesca migración de mexicanos hacia EE.UU en los últimos 25 años, explican el fenómeno.

El demógrafo tampoco descarta que el fuerte sismo que sacudió a la capital en 1985 y que cobró alrededor de 10,000 vidas, haya podido contribuir también a que los ciudadanos abandonaran la ciudad y se establecieran en ciudades aledañas como Cuernavaca, Puebla, Querétaro, Pachuca y también Toluca, que entre 1980 y 2000 recibió a cerca de 300,000 mil personas.

UNA MIRADA HACIA EL FUTURO

El verdadero tamaño de la ciudad que Alexander Von Humboldt llamó “la ciudad de los palacios” la acerca a otras metrópoli como Nueva York (EE.UU), Seúl (Corea del Sur) o San Pablo (Brazil) que cuentan todas con poblaciones de entre los 16 y los 18 millones de habitantes.

A la segunda ciudad más grande del mundo la siguen también otras con poblaciones de entre los 10 y los 15 millones, como Moscú (Rusia), Buenos Aires (Argentina), Los Angeles (EE.UU), Lagos (Nigeria), Bombay y Calcuta (India).

Las proyecciones del Consejo Nacional de Población (Conapo) de México prevén un desarrollo poblacional estable pero a tasas cada vez menores, al punto que para el año 2030 ó 2040 la población alcance los 23 ó 24 millones de habitantes.

Este ritmo de crecimiento permitirá que otras ciudades como Lagos (Nigeria) sobrepasen en el año 2020 a la capital mexicana en el segundo lugar de las urbes más pobladas del planeta, año en que los pronósticos de Naciones Unidas establecen que esta ciudad africana sobrepasará los veinte millones de habitantes.

Pese a las evidencias, algunos mexicanos seguirán creyendo con obstinación que viven en la megalópolis más grande del mundo, una ciudad que, tenga el lugar que tenga en el escalafón mundial de civilizaciones, es portentosa, cosmopolita y con una población colosal capaz de “engentar” a cualquiera. VN

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