INMIGRANTES NO QUITAN TRABAJOS A ESTADOUNIDENSES, SEGÚN ESTUDIO
Los trabajadores foráneos no están desplazando a los obreros nacidos en EEUU, como aseguran algunos grupos anti inmigrantes, según un estudio difundido hoy por el Centro Hispano Pew.
El estudio aporta abundantes pruebas de que no hay relación entre el rápido aumento de la población de origen extranjero y los obstáculos que para obtener trabajo afrontan los trabajadores oriundos de Estados Unidos.
Con motivo del debate migratorio, algunos legisladores republicanos y organizaciones como los “Minuteman” han afirmado tajantemente que los inmigrantes desplazan de sus trabajos a los estadounidenses.
Los anti inmigrantes consideran que este fenómeno laboral también contribuye al aumento del desempleo entre los ciudadanos de EEUU.
El Centro Pew, un grupo de investigación no partidista, sustenta sus afirmaciones contrarias a esta postura, con estadísticas y otros datos oficiales recabados entre 1990 y 2000 y el posterior período de recesión económica y gradual recuperación hasta el 2004.
El análisis publicado hoy asegura que entre 1990 y 2000, el 25 por ciento de los trabajadores nacidos en EEUU vivían en estados con condiciones favorables de trabajo para ellos, a pesar del rápido aumento en la población de origen extranjero en esas zonas.
En esa década, sólo el 15 por ciento de obreros estadounidenses residía en estados donde el aumento de la población de origen extranjero se relacionaba con consecuencias negativas para los trabajadores de este país.
El 60 por ciento restante de obreros nativos de Estados Unidos se había asentado en estados donde les era difícil lograr empleo aún cuando la subida demográfica de nacidos en terceros países estaba por debajo de la media.
Los autores del estudio, Rakesh Kochhar y Roberto Suro, director del Centro Hispano Pew, explicaron en una conferencia de prensa telefónica que una situación similar se registró en el período de 2000 a 2004.
Señalaron que el tamaño de la fuerza de trabajo de los nacidos en el extranjero no se relaciona con las perspectivas de empleo para los obreros originarios de EEUU.
Por otro lado, la investigación reveló que la relativa juventud y el bajo nivel de educación entre los trabajadores extranjeros no tiene consecuencias negativas en la obtención de trabajo por parte los obreros estadounidenses en similares condiciones de edad y nivel de educación.
Para los expertos del Centro Pew, no existen pautas consistentes que muestren fehacientemente que los trabajadores nacidos en Estados Unidos “padezcan o se beneficien” del incremento en el número de la población de origen extranjero.
El estudio señala que en Carolina del Norte, Tennessee y Arizona los inmigrantes registraron un impacto negativo en la consecución de empleo por parte de los nacionales que contabilizaban, en conjunto, el 15 por ciento de la fuerza laboral en esos estados entre 1990 y 2000.
Otros catorce estados con un acelerado crecimiento del número de inmigrantes, entre ellos Texas, Nevada y Georgia, con el 24 por ciento de trabajadores de origen estadounidense, no mostraron ningún obstáculo para la obtención de empleo para los locales, en la misma década.
En esos diez años, el aumento de la población del exterior fue por debajo de la media en 16 estados con altos promedios de empleo para los nativos, que constituían el 23 por ciento de la fuerza laboral en esa región. Entre esos estados figuraban Illinois, Michigan y Virginia.
En el mismo período hubo un lento crecimiento del número de inmigrantes en el Distrito de Columbia y otros 12 estados, entre ellos California, Nueva York, Nueva Jersey y Florida.
A pesar de esto, el 38 por ciento de la fuerza laboral de EEUU en esas áreas afrontó obstáculos para la obtención de trabajo, destacó la investigación. VN
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