INMIGRANTES LATINOS FORTALECEN LA IGLESIA CATÓLICA ESTADOUNIDENSE

En su visita a EEUU, el Papa Benedicto XVI encontrará que la iglesia Católica ha crecido gracias a los hispanos que mantienen su fe, aunque cada año miles de católicos dejan sus congregaciones para afiliarse a otros grupos religiosos.

Según el reverendo Allan Deck, a cargo de la Secretaría de Diversidad Cultural de la Conferencia de Obispos Católicos, el Papa “está consciente” de que los hispanos son “el elemento vital” del catolicismo estadounidense.

El 24 por ciento de la población estadounidense profesa la fe católica, de acuerdo con estadísticas compiladas por el Pew Hispanic Center y por el Pew Forum on Religion and Public Life en abril de 2007.

Pero entre los católicos, más de 30 millones (un 35 por ciento) son hispanos, la mayoría de ellos inmigrantes quienes, al mantener su fe, ayudan a contrarrestar la disminución en el número de no hispanos que se identifican como católicos.

Aún más importante, un 68 por ciento de los latinos en Estados Unidos se considera católico, y más de la mitad de los católicos menores de 25 años son hispanos, revelan los datos de la Secretaría del Asuntos Hispanos de la Conferencia de Obispos Católicos.

Ese crecimiento de la presencia hispana dentro de la Iglesia Católica queda evidenciado por el hecho que desde 1960 un 71 por ciento del crecimiento de este grupo religioso se debió a la llegada de hispanos.

Y mientras que en 1970 sólo había un obispo hispano y 220 sacerdotes latinos, Estados Unidos cuenta hoy con 33 obispos hispanos (incluido el recientemente nombrado Daniel N. DiNardo, de la Archidiócesis de Galveston-Houston, en Texas) y con 1.500 sacerdotes latinos.

Además, 4.000 de las 19.000 parroquias católicas del país ofrecen misas en español, y un 20 por ciento de las diócesis y archidiócesis tiene una oficina de Ministerio Hispano.

Por eso, se espera que el Papa Benedicto XVI se exprese en algún momento durante sus seis días en territorio estadounidense, que comienzan mañana sobre la necesidad de “proteger” a los inmigrantes hispanos y de “tener compasión por ellos”, aseveró Mario Paredes, presidente de la mesa directiva de la Asociación de Líderes Católicos Latinos (CALL, en inglés), fundada en enero pasado.

Paredes puntualizó que “la influencia de los hispanos se siente en toda la comunidad católica”, no sólo por el crecimiento que aportan a esta iglesia, sino “porque cada vez se integran y participan más”.

En ese contexto, Paredes anticipó que el Papa Benedicto XVI, que por primera vez visita a EEUU, podría referirse a temas como el respeto a la dignidad de la persona y a los derechos humanos, y a la necesidad de mantener las familias unidas, ya que “son temas que afectan a los hispanos pero también a la iglesia en general”.

Pero retener a los hispanos como parte de la Iglesia Católica resultará difícil, según un estudio presentado en febrero pasado por el doctor Gastón Espinosa en el Seminario Teológico de Denver.

Según Espinosa, cada año 600.000 hispanos dejan el catolicismo para unirse ante todo a distintos grupos pentecostales, seguidos por Testigos de Jehová, la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días (comúnmente conocida como “mormonismo”) y, en menor medida pero aún en números importantes, el Islám.

Espinosa afirmó que la llegada en masa de inmigrantes mexicanos a Estados Unidos durante la última década permitió que la Iglesia Católica “mantuviese un leve crecimiento”, ya que, sin ese aporte, la mitad de los hispanos en este país serían no católicos.

Para Espinosa, que enseña religión en el Colegio Claremont-McKenna, en California, el cambio de religión se acentúa en la segunda y tercera generaciones de inmigrantes, ya que en estos grupos sólo una de cada tres personas retiene la fe de sus padres o abuelos, prefiriendo convertirse a nuevas tradiciones religiosas.

Esa tendencia ya se ve en la reciente encuesta (marzo de 2008) “U.S. Religious Landscape Survey” del Pew Forum on Religion and Public Life, que indica que durante los últimos 30 años la Iglesia Católica perdió un 7 por ciento de sus miembros adultos.

Pero por el momento, según Espinosa, “el número de católicos hispanos se mantendrá estable” y “los inmigrantes latinos seguirán teniendo un profundo impacto en el futuro del cristianismo en este país”. VN

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