HISPANOS ENFRENTAN PROBLEMAS PARA MANTENER SUS PROPIEDADES EN CALIFORNIA
El “boom” inmobiliario de hace un par de años permitió que muchos hispanos adquirieran casas con cierta facilidad, pero hoy, después de que ese mercado ha perdido fuerza, enfrentan serios problemas para mantener sus propiedades.
En octubre de 2005, William Alejandro Trujeque compró una casa de cinco cuartos en Menifee, California, pero dos meses después de haberla adquirido perdió horas de trabajo en la construcción y no le fue posible mantener los pagos.
“Aunque tratamos de solucionarlo y cuidar los gastos, empezamos a tener problemas para pagar”, dijo Trujeque, padre de dos y quien se vio frente a dos opciones: vender su casa por debajo del precio de la hipoteca (“short sale”) o que la embargaran (“foreclosure”).
Hoy ya no vive en la propiedad, pero aclaró que nadie le explicó con claridad cómo se va a vender la casa, pero cree que será en “foreclosure”, “porque nosotros la estamos devolviendo al banco”, señaló.
En los últimos meses esta misma historia se ha repetido en toda el Área de la Bahía de San Francisco. Los términos de “short sale” y “foreclosure” son comunes en el mercado de bienes raíces, pero son procesos que muy pocos entienden.
María Valentín, vicepresidenta para el Mercado Multicultural de First American Title del Área de la Bahía, explicó que en un “short sale” el dueño vende la propiedad por menos de lo que debe al banco. Mientras que “foreclosure” es cuando un dueño no cumplió con sus mensualidades y no negoció con el banco y éste retoma la propiedad.
Entonces, el dueño debe desocupar en una fecha específica y la propiedad es subastada.
Valentín señala que en el pasado desafortunadamente muchos compradores adquirieron casas sin entrada o cuota de enganche y con una taza de interés fija por tres, cuatro o cinco años, que al cumplirse el plazo, aumenta la mensualidad a sumas impagables.
“Mucho de los que compraron en ese tipo de mercado o no entendieron o no se les explicó que eventualmente el pago subiría”, sostuvo Valentín, con 15 años de experiencia.
Rubén Rosso, de Mortgage Magic, es de la misma opinión. Este prestamista considera que muchas personas -en especial latinos- se encuentran hoy en “short sale” o “foreclosure” porque no leen y se “confían demasiado”.
Indicó que en los últimos años el valor de las casas no ha subido tan rápido como en el pasado y al cabo de dos o tres años, cuando llega el ajuste de la tasa de interés de los préstamos, muchos se dan cuenta que sus propiedades no ha adquirido una buena plusvalía y “para ellos refinanciar no es posible”.
Rosso señaló que en lo que va de año, cerca de 4.000 casas se han ido a “short sale” o “foreclosure” en el Área de la Bahía.
Agregó que este problema también se debe a que actualmente muchos prestamistas -conocidos como “subprime lenders”- “se están yendo a la bancarrota”.
Explicó que los “subprime lenders” otorgaron préstamos a muchísimas personas “hasta el 100 por ciento del valor de la propiedad” y que además “eran clientes que estaban en un alto riesgo de quedar mal en sus pagos”.
Sin embargo, esta nueva situación también afecta a compradores futuros aún con buen crédito.
Hoy los bancos examinan a fondo las aplicaciones de los futuros compradores de propiedades y exigen una mayor documentación. Entre más alto sea su crédito mejor.
Ya no existen en el mercado esos programas de compra sin cuota de enganche, y actualmente las personas tendrán que verificar y documentar mejor sus ingresos, además de dar una buena inicial.
Valentín considera que los prestamistas más importantes del mercado latino deberían unirse y formar un fondo para ayudar a la gente que ya tiene préstamos y que no van a poder cumplir.
“Eso es lo más importante que la industria tiene que hacer ahora”, recalcó Valentín. “No los pueden dejar en la calle, los tienen que ayudar a salir del problema”.
“En mi opinión, lo peor de lo peor apenas va a pasar”, finalizó. VN
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