<!--:es-->GRACIAS CARDENAL ROGELIO M. MAHONY POR SUS 25 AÑOS DE FE Y JUSTICIA<!--:-->

GRACIAS CARDENAL ROGELIO M. MAHONY POR SUS 25 AÑOS DE FE Y JUSTICIA

El Cardenal Mahony ha dejado profundas huellas en la Arquidiócesis más grande de Estados Unidos

Después de 25 años de divulgar la palabra del Sembrador por los campos agrícolas de California, el Cardenal Rogelio Mahony llegó a la Arquidiócesis de Los Angeles para defender y dar esperanzas a las personas más vulnerables de nuestra sociedad.

Durante sus veinticinco años de administración –época clave para el área metropolitana de Los Angeles por los disturbios sociales, las desgracias naturales y la atmósfera de intolerancia contra los inmigrantes–, el Cardenal Mahony se ha distinguido por su agenda pastoral de justicia social que trabaja con los pobres y necesitados, por ser voz y defensor de los hispanos indocumentados y discriminados; por oponerse a las legislaciones que atacan la dignidad humana, el principio fundamental de la vida, los grupos minoritarios y los derechos básicos de un servicio de salud y vivienda, por promover programas alternativos a la pobreza, la violencia doméstica y pandilleril; por su solidaridad en los momentos de desastres naturales o provocados por la especie humana; por su eficaz dirección administrativa y de evangelización; por sus declaraciones a favor del desarme nuclear y los acuerdos de paz para países como El Salvador, Somalia, Haití y Bosnia.

El 16 de julio de 1985, el Papa Juan Pabo II designó al hoy Cardenal Rogelio Mahony para dirigir la Arquidiócesis más grande y poblada de los Estados Unidos, la Arquidiócesis de Los Angeles, convirtiéndolo en el cuarto Arzobispo de Los Angeles y en el primer angelino en ocupar dicho cargo.

Su instalación oficial se dio el 5 de septiembre de 1985, coincidiendo prácticamente con los 205 años de la fundación del Pueblo de Nuestra Señora de Los Angeles de Porciúncula.

Su experiencia como sacerdote y director de Caridades Católicas de la Diócesis de Monterey-Fresno (actual Diócesis de Fresno) y Obispo de la Diócesis de Stockton, California, unida a su amplio conocimiento de la comunicación hispana y su clara visión de la administración tecnificada, le permitieron diseñar un efectivo plan pastoral para servir a los 4 millones de católicos que residen en los tres condados comprendidos por la Arquidiócesis de Los Angeles: Los Angeles, Ventura y Santa Bárbara.

Su primera tarea como Arzobispo fue la de darle a la institución una estructura más dinámica. Para esto seccionó la Arquidiócesis en cinco regiones pastorales: (Nuestra Señora de Los Angeles, San Gabriel, San Pedro, San Fernando y Santa Bárbara), quedando cada una de ellas bajo la responsabilidad de un Obispo Auxiliar y subdividida en cuatro decanatos, con sus respectivos decanos.

Esta redistribución regional generó un mejor sistema de comunicación y cooperación entre las parroquias y las oficinas administrativas, permitiendo un mayor compromiso y servicio eclesial.

Simultáneamente, durante el otoño de 1986, el máximo dirigente de la Iglesia Católica local, llamó a una Convocatoria Parroquial para conocer las reales necesidades ministeriales y de programas para cada una de las 282 parroquias arquidiocesanas.

SU COMPROMISO CON LOS INMIGRANTES HISPANOS

Paralelamente a la convocatoria general, comisionó al entonces Obispo Juan Arzube para que hiciera un estudio similar entre las oficinas administrativas y parroquias que sirven a la abrumadora comunidad hispana. El sondeo generó un Plan Pastoral diseñado exclusivamente para esta comunidad, el cual se dio a conocer el 1º. de junio de 1986 durante el multitudinario acto “Celebración 86”, que se realizó en el Estadio de los Dodgers.

La aplicación del plan obligó a la expansión de la Oficina del Ministerio Hispano y el establecimiento de coordinadores hispanos en cada una de las cinco regionales, así como la implementación de programas de educación religiosa de evangelización en idioma español. Esto ha permitido que la feligresía de habla hispana (que de acuerdo a estadísticas conforma más del 60 por ciento de la población católica de los condados arquidiocesanos) participe más activamente en los diferentes programas pastorales y de justicia social de la Arquidiócesis.

Una mayor demostración de su compromiso a favor de la comunidad hispana, fue el haber comisionado a la división legal de Caridades Católicas para que asistiera a todas las personas que deseaban acogerse al proceso de amnistía bajo el Acta de Reforma y Control de Inmigración de 1986. Durante los cuatro años del proceso de legalización, dicha dependencia procesó más solicitudes que cualquier otra entidad del condado o del país. Su enfoque fue el de seguir asesorando a los refugiados centroamericanos que estaban cobijados por la ley de Protección Temporal para los Salvadoreños (TPS), o los programas ABC o DED.

Otra demostración de su postura en pro de los hispanos fue el de oponerse, en 1986, al entonces gobernador George Deukmejian, a su propuesta de edificar una cárcel dentro del área del Este de Los Angeles, al considerar “que esto acrecentaría los problemas de la comunidad inmigrante”.

El Cardenal Mahony volvió a levantar una vez más su voz en defensa de los inmigrantes hispanos californianos, al oponerse fuertemente a la controversial Propuesta de Ley S.O.S (“Save our State”, conocida más comúnmente como 187, la cual “ataca directamente a la dignidad humana y en particular a la población hispana de California”.

“Pido a todos que seamos particularmente cuidadosos con el impacto que esta ley puede tener sobre nuestros niños, la angustia que ellos pueden llegar a experimentar y las dificultades que ellos y sus padres serán obligados a superar –dijo el Cardenal en uno de sus discursos–. La Arquidiócesis de Los Angeles estará muy atenta a los diferentes procedimientos legales que seguirán a esta iniciativa de ley, y cooperaremos con otros en nuestro esfuerzo colectivo por nulificar los efectos sin precedentes de esta iniciativa. Como su impacto se realiza mediante la implementación de las regulaciones, nosotros iremos haciendo las recomendaciones apropiadas a las agencias arquidiocesanas y las instituciones sobre los siguientes pasos a seguir… A través de la historia, las migraciones han sido extremadamente benéficas: una fuente de crecimiento y desarrollo. Nuestro progreso y bienestar está directamente conectado con las continuas contribuciones de los inmigrantes. Los investigadores están señalando el papel esencial que juega la inmigración en la fuerza de trabajo y es el futuro de California. Cualquiera que conoce California puede entender bien que los inmigrantes están abrazando el trabajo étnico del cual los norteamericanos se enorgullecen.

Sin embargo, las actitudes de sospecha, miedo y odio hacia los recién llegados están creciendo. En vez de reconocer el potencial creativo de los nuevos inmigrantes, algunos líderes políticos han elegido explotar a los más débiles de nuestra sociedad para desviar la atención de la aversión o de la incapacidad para confrontar las causas más complejas del estancamiento económico, la pobreza y el crimen… Al elegir explotar el sentimiento antiinmigrante, los líderes políticos han hecho el juego a algunos de los más resistentes males de la sociedad: el egoísmo, el racismo y los profundamente arraigados prejuicios culturales”.

Señaló además que “la inmigración de este país no será controlada solamente a través de las medidas que han sido impuestas, negando los servicios básicos humanos, militarizando nuestras fronteras; creando tarjetas de identificación que no puedan ser falsificadas, y construyendo otros obstáculos en nuestras fronteras. Estas proposiciones vuelven simplistas las razones por las que la gente viene a los Estados Unidos y fallan en reconocer las complejas motivaciones de la inmigración”.

VOCERO DE OTROS GRUPOS MINORITARIOS

Durante sus veinticinco años de arquidiocesado, el Cardenal Mahony se ha distinguido también por abogar por las personas en desventaja. Últimamente, su mayor demostración fue su postura de oposición a la propuesta de reformar o eliminar la conocida ley “Acción Afirmativa”, que establece normas de contratación, adquisición de empleos y acceso a universidades para todos los grupos étnicos minoritarios y las mujeres.

De acuerdo al Cardenal, “sería inaceptable apoyar cualquier propuesta que transmita –aun implícitamente– que los progresos más extensos hacia la eliminación de la discriminación racial no son ni necesarios ni posibles. De igual manera, no podemos dejar que se hagan cambios que estén basados en observaciones preliminares que nieguen que la discriminación racial continúe existiendo en nuestra sociedad actual.

“La sociedad, incluso el gobierno, tienen una responsabilidad para eliminar la discriminación que han sufrido históricamente ciertos grupos de personas, y una obligación de tomar un papel activo en adaptar normas y proveer mecanismos de ayuda”.

Ante esta visión, invitó a todos los católicos a considerar cuidadosamente los temas relacionados con la Ley de Acción Afirmativa durante los meses previos a las elecciones de 1996 y para educar a la ciudadanía sobre los efectos que traerían las reformas o la eliminación de esta ley, llamó a las parroquias a preparar un plan electoral que incluirá:

• Sesiones educativas durante los próximos dieciocho meses para capacitar a los feligreses a reflexionar, discutir, los temas de la Acción Afirmativa y de la enseñanza social de la Iglesia.
• Campañas de registro no afiliadas que se extiendan a las parroquias, escuelas y comunidades, y que promuevan la importancia de una ciudadanía activa.

• Campañas no afiliadas que impulsen a los votantes elegibles a ir a las urnas el día de las elecciones.

“Esto, a su vez, –dijo– puede convertirse en la base para una transformación de nuestra cultura lejos de procedimientos de discriminación, y una inclinación hacia un sistema de leyes y normas más justas que promuevan la dignidad de todos…

“El impacto humano de nuestras decisiones debe permanecer predominante en nuestro debate. Como americanos y creyentes en Cristo, hacemos un compromiso de solidaridad con nosotros mismos y con aquéllos más vulnerables, los marginados por una sociedad que, a menudo, trata de ignorar sus propios prejuicios. De acuerdo al ejemplo de Cristo, los invitamos a todos a unirse a nosotros en un común y compasivo discernimiento para procurar leyes equitativas y normas que contribuyan a ‘conducir a la victoria a la justicia”’.

EN FAVOR DE LA VIDA

La agenda pastoral del Cardenal Mahony siempre ha incluido la defensa a favor de la dignidad de la persona y el valor de la vida humana. A nivel nacional su postura se hizo más notoria durante su presidencia del Comité de Actividades a favor de la Vida de la Conferencia de Obispos Católicos.

Bajo este mensaje el Cardenal Mahony distribuyó su tiempo para explicar a nivel nacional “la verdad del aborto”.

“No importa qué tan bien suenen las palabras y la terminología –dijo–. El aborto consiste en matar, y ninguna otra cosa. Un aborto es un procedimiento invasivo para matar el(la) niño(a) viviente no nacido(a) en el seno de la madre. Y esto es moralmente malo, no importa quién lo autoriza, no importa cuántas hermosas palabras se usen para describirlo, no importa cuán estéril sea el cuarto en el cual el asesinato se lleve a cabo, y no importa qué tan populares encuestas de opinión parezcan apoyarlo…”

Y para prevenir los abortos propuso:

* Continuar con los esfuerzos de la Iglesia de ofrecer programas alternativos a las mujeres con embarazos no planeados. “Esas mujeres necesitan apoyo, confianza renovada, buen cuidado médico pre-natal y alternativas como adopción. Nuestras oficinas a favor de la vida (Pro-Life) y otras agencias aliadas, deben continuar llevando este mensaje de modo que cada madre sepa que estaremos ahí para ella”.

* Incrementar los programas educativos y de medios de comunicación para niños, jóvenes, estudiantes, adultos, casados y solteros; utilizando “los mejores profesionales en radio, televisión y artes gráficas para llevar el mensaje a favor de la vida a toda la gente de buena voluntad”.

* Incluir a los jóvenes, especialmente a los estudiantes de escuela secundaria y de colegio en los diferentes eventos a favor de la vida.

* Extender el Movimiento Nacional a favor de la Vida (Pro-Life) a todas las etnias y culturas del país.

Asimismo, llamó a todos los católicos y demás congregaciones a pensar sobre la eutanasia y la pena de muerte que se practica en algunos estados. “El llamado a evangelizar la cultura de la conveniencia y la autonomía, no está reservado simplemente a los Obispos, los sacerdotes y los diáconos y religiosos que han dado sus vidas a los diferentes apostolados de la Iglesia –expresó-. Es una obligación moral para todos los católicos, sin importar su profesión, entender la estancia de Pro-Vida y promoverla adecuadamente en aquellas circunstancias que así lo requieren.

VOCACIONES SACERDOTALES

Otro crédito que se le otorga al Cardenal Mahony, es el de haber realizado un esfuerzo especial para promover las vocaciones sacerdotales dentro de todos los grupos étnicos minoritarios. Bajo su dirección, el Colegio Seminario San Juan de Camarillo tiene ahora la mayor diversidad racial en los candidatos a sacerdotes, reflejando el carácter multicultural de la Arquidiócesis de Los Angeles.

Sin embargo, ante la abrumadora presencia hispana de Los Angeles y el Sur de California, reconoció que era necesario preparar a los seminaristas, sacerdotes y religiosas con una fuerte capacitación en el español, idioma que él aprendió a hablar desde muy niño con los empleados latinos que trabajaban en la pequeña granja avícola de su padre. Para este fin, a través de su Plan Pastoral para la comunidad católica hispana de Los Angeles y California, estipuló entre otros.

* La Arquidiócesis reconfirma el requisito de que todos sus seminaristas deben de ser cuando menos bilingües (español-inglés; vietnamés-inglés, etc.) antes de poder ser ordenados al sacerdocio.

* Comenzando desde el otoño de 1986, el Colegio Seminario de San Juan ofrece un programa para recibir candidatos hispanos, que los ayudará tanto en el inglés como en otros cursos requeridos.

* Se mantendrán programas especiales en los tres seminarios arquidiocesanos para asegurar que los seminarios tengan una amplia experiencia multicultural y pastoral antes de la Ordenación. Cuando sea necesario, la Arquidiócesis tomará la responsabilidad de ayudar a financiar la educación de un seminarista para que se dedique al trabajo pastoral durante los veranos.

* La Arquidiócesis tendrá un sacerdote hispano que trabaje tiempo completo en la Oficina de Vocaciones, promocionando las vocaciones hispanas.

*Se seguirá trabajando en la Oficina de Vocaciones, y en los seminarios, para buscar las formas más adecuadas para preparar a los jóvenes hispanos para que puedan entrar al seminario, tengan éxito en sus estudios y lleguen a ser ordenados como sacerdotes.

SALVADOR DE LA JUVENTUD DE LOS ANGELES

Consciente de los crecientes asesinatos entre los jóvenes de los barrios que son miembros de las numerosas pandillas de Los Angeles, el Cardenal Rogelio Mahony dio su apoyo total para promover el programa “Esperanza en la Juventud”, el cual pretende cortar de raíz las causas que provocan la violencia pandilleril.

Frente a cientos de líderes políticos, religiosos de nueve denominaciones religiosas de Los Angeles y padres de familia, el Cardenal Mahony dio a conocer el novedoso proyecto a través de tres fases: participación política; creación de equipos familiares y construcción de escuelas que ofrezcan actividades alternativas y programas de prevención.

IMPULSADOR DEL TRABAJO DE LA MUJER DENTRO DE LA IGLESIA

Durante sus veinticinco años de dirección de la Arquidiócesis de Los Angeles, el Cardenal Mahony se ha distinguido por impulsar el papel que juega la mujer dentro de las labores administrativas, educativas y evangelizadoras de esta institución.

Desde su nombramiento, el número de religiosas y laicas que trabajan en las diferentes dependencias arquidiocesanas se incrementó notoriamente.

Asimismo, el año 1994, recibió con beneplácito la decisión del Vaticano de hacer elegibles a las niñas y mujeres para ser “servidoras en el altar”. El Cardenal ordenó que la nueva decisión se implementara en las parroquias desde el 1º. de julio de 1994.

VIVIENDA, SALUD Y ASISTENCIA PÚBLICA

Conociendo las necesidades de vivienda entre las personas más pobres de nuestra ciudad, estado y nación, el Cardenal Mahony siempre ha apoyado con su agenda pastoral la creación de programas (de la Iglesia Católica y otras denominaciones), que promuevan el desarrollo comunitario y solucionen la alarmante necesidad de viviendas entre las comunidades más desventajadas.

“La Iglesia Católica desea continuar siendo una asociada en la búsqueda de soluciones para asuntos de vivienda. Sin embargo, no podemos llevar solos esta responsabilidad. Tanto el sector público como el gobierno, tienen el deber y la responsabilidad de ser socios activos. La calidad de vida en nuestras comunidades y vecindarios, no debe ser solamente una preocupación de los residentes locales, debe ser una preocupación de todos nosotros. Esto demanda la justicia.

“La justicia conmutativa llama a la justicia fundamental en todos los acuerdos e intercambios entre los sectores público y privado y nuestras comunidades… La justicia distributiva requiere que la distribución del ingreso, la riqueza y el poder en la sociedad, sean evaluados a la luz de su efecto sobre las personas cuyas necesidades básicas aún no han sido resueltas”.

En relación a la crisis del servicio de salud en el Condado de Los Angeles, el Cardenal Mahony criticó fuertemente la decisión de la ciudad de cerrar numerosas clínicas y hospitales del condado que ofrecen servicios gratuitos a los pobres, o personas sin suficientes recursos para comprar un seguro médico.

Muchos de estos hospitales y las clínicas escogidas para el cierre están ubicadas en áreas con alta concentración de hispanos y afroamericanos.

“Las consecuencias e implicaciones de esto son enormes –dijo el Cardenal recientemente–, pero no sólo para los cientos de miles de personas que desde ahora estarán buscando tratamiento médico, sino para todos nosotros. Cada niño sin vacunar, cada enfermo de tuberculosis que no sea atendido, cada infección dejada sin curar, y cada problema ortopédico no corregido, se convertirá eventualmente en un problema para ustedes y para mí.

“Nosotros no vivimos en un aislamiento médico… La densidad de población de nuestro condado y el constante intercambio entre las personas en los supermercados, las tiendas de departamentos, las tiendas de descuento y especialidades, y los centros comerciales elegantes, significan que el cuidado médico negado a una persona eventualmente significa un incremento en el riesgo de la salud para cada uno de nosotros…

“…No puedo imaginar una crisis más terrible en el condado de Los Angeles que la que estamos enfrentando ahora con el corte dramático en los servicios de salud. Las pasadas inundaciones que hubo en el condado, las sequías, los fuegos y los terremotos, son oscuras experiencias en comparación con esta tragedia humana que es impensable.

“No son solamente los miembros más pobres de nuestro condado quienes van a sufrir más. Hay residentes sin seguro médico que pertenecen a todos los niveles de la economía, y ahora las enfermedades vendrán a igualarlos socialmente aquí en el condado de Los Angeles.

Tocante al debate nacional de reformar el Welfare (o asistencia pública), el Cardenal Mahony llamó a los políticos y a los ciudadanos a evaluar y reconsiderar cuidadosamente cada una de las cláusulas a modificar, para evitar que algunas propuestas afecten en “la vida de quienes verdaderamente necesitan de la asistencia pública por un período de tiempo en sus vidas.

…“El actual debate del Welfare tiene dos dimensiones: una financiera y otra humana. Las medidas de reforma del Welfare no deben ser guiadas solamente por la necesidad de reducir costos… Para las proposiciones de reforma se debe mantener en mente que la persona humana es el punto de partida para considerar tales reformas. Específicamente, estas proposiciones deben buscar proteger la vida humana, promover la dignidad humana, asegurar el bienestar de los niños y preservar y estabilizar la familia…

“…La reforma del Welfare debe ser llevada a cabo dentro de una amplia estrategia que busque superar la pobreza y dentro de un amplio plan que incluya cambios, o la eliminación de las condiciones económicas que hacen que la gente busque en primer lugar la asistencia pública. La gente necesita del Welfare a causa de la persistente pobreza, del desempleo, del sub-empleo y de otras condiciones económicas cambiantes, las cuales no serán solucionadas deshaciéndose de responsabilidades en la administración de programas a otros cambios similares.

“La reforma del Welfare debe permitir y alentar a las familias a cambiar del Welfare al trabajo y a salir de la pobreza. Es necesaria la continua revisión de la política de acción para ampliar oportunidades de educación y entrenamiento de trabajo, incrementar el salario mínimo a un salario suficiente para la vida de una familia, y asegurar el acceso universal al cuidado de la salud, y al cuidado de los niños, de manera que sea accesible y fácil de pagar”.

CONVENIO ECUMÉNICO

En su agenda pastoral, el Cardenal Mahony ha dejado ver su postura a favor de las actividades ecuménicas que promuevan el “deseo de Cristo de la unidad entre los cristianos”, y la unión de fuerzas a favor de la justicia social, el enriquecimiento multicultural y la tolerancia entre las diferentes etnias.

Con esta visión eclesial el 21 de noviembre de 1993 firmó un convenio de cooperación entre la Iglesia Católica, Luterana y Episcopal del Sur de California. En el evento, el Cardenal Mahony dijo: “Este es el comienzo de una conmovedora nueva jornada para las tres denominaciones… El convenio representa una esperanza renovada en la eventual unidad. Que el Espíritu Santo continúe trabajando mediante el convenio, para guiarnos hacia una fe, solidaridad y amor más grandes, de modo que podamos trabajar codo a codo, hombro con hombro, para elevar la conciencia espiritual de la gente y traer paz y justicia para todos los californianos del sur”.

VISITA PAPAL Y DESPEDIDA A CÉSAR CHÁVEZ

Cumpliendo su segundo aniversario como Arzobispo de Los Angeles, el Cardenal Mahony fue el anfitrión de la primera visita de un pontífice a la ciudad de Los Angeles.

Durante el mes de septiembre de 1987, la Arquidiócesis de Los Angeles trabajó arduamente para coordinar los diferentes encuentros, las jornadas de oración y las Eucaristías que el Papa Juan Pablo II celebró durante su estadía de dos días. Asimismo, coordinó con las autoridades de la ciudad el cierre de las calles por donde pasó Juan Pablo II en compañía del Cardenal Mahony, saludando a la gran multitud de católicos y de no católicos que salieron a su encuentro.

El 29 de abril de 1993, el Cardenal Mahony fue otra vez anfitrión de otro evento trascendental que conmocionó a políticos del mundo y la nación, así como a la población inmigrante del Sur de California: la última despedida del líder campesino César Chávez, a quien el Cardenal llamó “Profeta de los campesinos”.
“…Aceptó también su papel como un profeta especial en el mundo de los campesinos –señaló el Cardenal durante la ceremonia fúnebre– . Fiel a esta vocación, se dedicó:

* A servir –como título de gloria– a los pobres y los migrantes, a aquéllos que se desgastan en el campo para que la comida llegue a cada mesa en nuestra nación.

* A servir como un profeta, suficientemente arriesgando como para criticar a fondo o para llenar de energía y entusiasmo, para proclamar la visión de justicia contenida en el Reino de Dios, y para denunciar los sistemas injustos que retenían los salarios o defraudaban a los campesinos y a sus familias.

* A servir como aquel profeta que pudo imaginar y entrever un futuro en el cual los campesinos serían tratados con dignidad y justicia, y a capacitar a las madres y padres campesinos para transmitir a sus hijos ese sueño, ese ideal.

“…Haciendo justicia al papel profético:

* César llevó a cabo una lucha sin tregua en la promoción de la dignidad de los campesinos y de sus familias.

* César combatió contra sistemas que por décadas habían perpetrado la injusticia. Buscaba garantizar los derechos básicos de los campesinos a un justo salario, a trabajar en condiciones seguras, a una casa decente, a obtener los cuidados médicos necesarios y a la educación de los hijos.

*Desde un principio, César se dio cuenta que los cambios estructurados sólo se podían lograr mediante la ‘común-unión’ de las familias y de los campesinos.

*El compromiso personal de César a favor de los campesinos, se sintetiza al contemplarlos caminando y acompañando en la búsqueda de la justicia a sus hermanos y hermanas pobres y vulnerables, a los que no tenían voz o estaban desorganizados.

* César estaba decidido a estar físicamente presente en medio de estas luchas:

– En medio de las protestas públicas, ahí donde se podía esperar una reacción violenta;

– Ayunando para consolidar espiritual y emocionalmente su papel profético;

– Comprometido en los días y noches llenos de discursos o marchas en los sótanos de las iglesias, por las casas de sus simpatizantes o en los campos juntamente con los campesinos que él conocía y amaba”.

ORDENACIÓN DE NUEVOS OBISPOS AUXILIARES

Durante su período administrativo, el Cardenal Mahony ha presidido las ceremonias de ordenación de trece de sus hermanos Obispos, quienes han sido asignados por el Sumo Pontífice a alguna de las cinco regiones pastorales y oficinas administrativas.

El 23 de febrero de 1987, ordenó a los Obispos Carl Fisher, quien hasta septiembre de 1993 (mes de su fallecimiento) fue el Obispo Auxiliar de la Región de San Pedro; Armando Ochoa, fue ordenado el 23 de febrero de 1987; Patrick Ziemann, fue ordenado el 23 de febrero de 1987; el 31 de mayo de 1990, en la Catedral de Santa Vibiana, el turno fue para los Obispos Stephen Blaire y Sylvester Ryan; el 19 de marzo de 1994, el Cardenal Mahony volvió al altar de la Catedral, para ordenar en esta ocasión a los Obispos Gabino Zavala, Joseph Sartoris y Thomas Curry; el 25 de enero de 1995 viajo a la ciudad de South Lake City en Utah a ordenar a George Hugh Niederauede; Gerald E Wilkerson lo ordenó el 21 de enero de 1998; Edward W. Clark, fue ordenado 26 de marzo de 2001; a Oscar A. Solis lo ordenó el 10 de febrero de 2004 y Alexander Salazar, fue ordenado el 4 de noviembre de 2004.

En una ceremonia de ordenación, el Cardenal Mahony se dirigió a los nuevos Obispos con estas palabras: “Mis hermanos Obispos, sean hombres rectos, hombres honorables, verdaderamente hombres revestidos con estabilidad y constancia en su ministerio y en su servicio al Pueblo de Dios.

“Como Obispos y como líderes de comunidades locales de fe, ustedes descubrirán pronto que el oficio de Obispo lleva consigo abundantes situaciones de angustia. Pero los sacerdotes, religiosos y laicos que viven y trabajan con ustedes en sus Regiones Pastorales, no buscan simplemente respuestas y soluciones a los problemas. Más profundamente, están buscando esperanza…

“…Mis hermanos Obispos de Jesucristo, estén siempre atentos a la necesidad de la virtud heroica en sus vidas, especialmente la fuente inagotable de bondad compasiva. Ninguna otra cualidad les pido más insistentemente en su papel de ser quienes presiden la comunidad de la Iglesia local, que esta virtud…”.

CAMPAÑA PARA ELIMINAR LA POBREZA

Durante estos veinticinco años de servicio ministerial, el Cardenal Rogelio Mahony ha sido testigo de la desesperación y la falta de esperanzas de la gente más desventajada de la Iglesia Local. Preocupado por esta realidad, ha apoyado e impulsado a la Oficina de Justicia y Paz de la Arquidiócesis de Los Angeles, para que trabaje arduamente en la Campaña de Desarrollo Humano (CHD), que cumplió 50 años en el esfuerzo de contrarrestar la pobreza.

“Quizá el legado más perdurable de CHD es su inversión en la gente –expresó el Cardenal Mahony durante la celebración de los 25 años de este programa (en 1995). Ya sea fundando comunidades organizadas, apoyando diversas estrategias de desarrollo económico, o construyendo puentes entre pobres y no pobres, a través de iniciativas de educación; la inversión humana continúa siendo la estrategia más viable para nuestro futuro. En tanto que el contrato social con nuestros niños permanezca a lo más, tenue; en tanto que el compromiso de la nación con los no nacidos sea ambiguo, y en tanto que los pobres tengan menos cuando se corten los tratos, habrá necesidad de CHD y de la misión que le ha sido confiada.

“…Como líderes, ustedes deben asegurar que las metas que establecen nos llevarán a avanzar hacia el logro de la justicia que deseamos tan intensamente. Nuestras actividades deben estar guiadas por una clara visión y un espíritu profético que animará continuamente a aquéllos que trabajamos en formar una sociedad que empiece a parecerse a la Ciudad de Dios. Debemos ser capaces de ver el mundo a través de los ojos de Jesucristo y su misión salvadora. Aunque puede ser que no realicemos nunca la plenitud del Reino en nuestro tiempo, debemos esforzarnos por producir manifestaciones momentáneas de él, de modo que preservemos la esperanza de aquéllos por quienes y con quienes trabajamos”.

SOLIDARIDAD HUMANA

Durante estos 25 años, la agenda pastoral del Cardenal Mahony está plasmada de numerosos eventos de solidaridad humana. El primer evento se dio a los catorce días de su instalación como Arzobispo de Los Angeles, cuando el 19 y 20 de septiembre de 1985, dos terremotos (de 8.1 y 7.5 respectivamente), devastaron la ciudad de México, dejando más de mil edificaciones dañadas, cobrando la vida de cientos de ciudadanos, quedando más de 250,000 personas sin techo y miles sin trabajo.

En ese entonces, el Cardenal llamó a sus feligreses a ser solidarios con las víctimas. La respuesta fue tal que se recaudaron más de un millón de dólares, la mayor cantidad de dinero que se ha recogido en la Arquidiócesis para asistir a las víctimas de un desastre similar.

Además de la ayuda monetaria, el Cardenal viajó a México para celebrar una Eucaristía por las intenciones de las víctimas y para ayudar en la bendición de cadáveres que eran encontrados bajo las ruinas.

Más tarde, a los 13 meses y cinco días de Arzobispado, se encontraba enviando un cheque de $100,000 dólares a la Arquidiócesis de El Salvador, para ayudar a las víctimas del terremoto del 12 de octubre de 1986, que devastó la ciudad de San Salvador.

A nivel local, en 1987 llamó nuevamente a su feligresía a ser solidarios con las víctimas del terremoto de la ciudad de Whittier. Siete años después, el 17 de enero de 1994, llamaba a ser solidarios con las víctimas del terremoto de Northridge. Irónicamente, el 17 de enero de 1995, mientras se recordaba el devastador terremoto de Northdridge, que cobró varias vidas, tuvo que llamar nuevamente a la comunidad católica de su Arquidiócesis para que fueran solidarios, en esta ocasión, con las víctimas del terremoto de Kobe, Japón, que dejó 4,000 personas muertas y más de 300,000 desamparados.

En adición el Cardenal Mahony ha sido también la voz de aliento durante los disturbios sociales de la ciudad de Los Angeles, de 1992; los devastadores incendios en los condados de Los Angeles, San Bernardino y Ventura, de 1993; y la bomba terrorista de Oklahoma, del 19 de abril de 1995. En las respectivas tragedias, las Oficinas de Caridades Católicas asistieron a las víctimas.

Pero tal vez, la peor catástrofe que el Cardenal ha tenido que atender durante sus veinticinco años a la cabeza de la Arquidiócesis de Los Angeles, fue el servicio fúnebre de 10 de sus feligreses del área Pico Union, que fallecieron en el trágico incendio de un complejo habitacional de Westlake.

El 7 de mayo de 1993, ante la imagen de tres desolados padres que perdían a sus esposas e hijos, y la larga fila de 10 ataúdes que cubrían el pasillo central del ala mayor de la Iglesia de la Inmaculada Concepción, el Cardenal no pudo contener sus lágrimas cuando hizo entrega de los correspondientes crucifijos a cada una de las víctimas. En esta ocasión la Arquidiócesis asistió moral y económicamente a los tres padres que quedaron solos.

EN EL AMBITO INTERNACIONAL

Desde antes de asumir su posición de Arzobispo de Los Angeles, el Cardenal Mahony era reconocido internacionalmente por su postura en favor de la paz. Su visión quedó clara, en 1982, cuando (desde su puesto de Obispo de Stockton, California) llamó a los católicos del mundo a reflexionar y “oponerse a las políticas inmorales del armamentismo nuclear” de los Estados Unidos y la entonces Unión Soviética.

Luego, en 1990, a cuatro años de su nombramiento, volvió a dejar oír su voz a favor de la paz, con su activa oposición a la ayuda militar de los Estados Unidos a El Salvador, acción que agudizaba y prolongaba la guerra civil en este pequeño país centroamericano.

Ese mismo año de 1990, envió también al entonces presidente de los Estados Unidos, Georg Bush, una carta donde ponía en tela de juicio la moralidad de la guerra en el Golfo Pérsico.

En los últimos años esa misma voz ha dejado oír en sus críticas a las guerras civiles en Haití, Somalia y Bosnia. VN

DATOS BIOGRÁFICOS
-27 de febrero de 1936:
Nace en la ciudad de North Hollywood.

EDUCACIÓN:
-1950: Se gradúa de la Escuela Elemental San Carlos de North Hollywood e ingresa al Colegio Preparatorio y Seminario de la Arquidiócesis de Los Angeles.
-1954: Ingresa al Seminario “Queen of the Angels” en San Fernando.
-1956: Ingresa al Seminario “St. John”, en Camarillo.
-1958: Entra a “St. John’s Theologate”.

ORDENACIONES, NOMBRAMIENTOS E INSTALACIONES

-1962: Ordenado como sacerdote en la catedral de San José de Fresno, a manos del Obispo de Monterey-Fresno, Monseñor Aloysius J. Willinger.
-1967: Es nombrado Monseñor en Fresno.
– 19 de marzo de 1975: Es nombrado Obispo Auxiliar de Fresno.
-26 de febrero de 1980: Es nombrado Obispo de Stockton.
-16 de julio de 1985: Es nombrado Arzobispo de Los Angeles.
-29 de mayo de 1991: Es designado por el Santo Pontífice a integrar el Colegio de Cardenales.
29 de junio de 1991: Juan Pablo II lo reviste con el capelo cardenalicio en Roma.

ASIGNACIÓN DE TRABAJOS ESPECIALES:
-1964-1970: Director Diocesano de Caridades Católicas y Servicios Sociales de la Diócesis de Fresno.
Director Ejecutivo de la Junta Católica de Asistencia Pública (Welfare) de Fresno.
Director Ejecutivo del Servicio de Adopción Niño Jesús de Praga de Fresno.
-1965-1969: Presidente de la Asociación Californiana de Directores de Caridades Católicas.
-1967-1970: Miembro del Comité de la Junta de Directores para los de Habla Hispana de la Oficina Regional de Obispos de la Costa Oeste.
-1968-1972: Miembro del Concilio México-Americano para una Mejor Vivienda.
-1970-1977: Canciller de la Diócesis de Fresno.
-1975-1976: Presidente de la Junta de Relaciones Laborales Agrícolas de California.

CARGOS EN LA CONFERENCIA NACIONAL DE OBISPOS CATÓLICOS (NCCB) Y EN LA CONFERENCIA CATÓLICA DE ESTADOS UNIDOS (USCC).

-1992-1995: Miembro del Comité de Obispos para la Ayuda de Emergencia a la Asistencia Pública de la NCCB.
-1992-1995: Consulta del Comité de Inmigración Episcopal Liaison y de Asuntos de Refugiados de la NCCB.
-1992-1995: Presidente del Comité sobre Actividades a Favor de la Vida de la NCCB.
-1993: Miembro del Comité Ad Hoc sobre Abuso Sexual de la NCCB.
-1976-1992: Miembro del Comité de Inmigración y Refugiados de la NCCB.
1978-1987: Consultante del Comité sobre Asuntos Hispanos de la NCCB.
-1981-1992: Presidente del Comité sobre Regulaciones Laborales para los campesinos de la NCCB.
-1982-1986: Miembro de la Junta Americana de Misiones Católicas.
-1982-1987: Miembro del Comité Supervisor sobre Inmigración y Refugiados de la USCC.
-1985-1993: Miembro del Comité sobre Desarrollo Social y la Paz Mundial de la USCC.
-1987-1990: Presidente de la Sección Internacional del Comité sobre Desarrollo Social y la Paz Mundial de la USCC.
-1988-1989: Presidente del Comité Ad Hoc sobre Declaraciones acerca del SIDA y el VIH positivo de la NCCB.
-1988-1989: Presidente del Comité Ad Hoc sobre Declaraciones acerca del Medioeste.
-1990-1993: Miembro del Comité sobre Política Internacional del USCC.
– 1990-1992: Consultante del Comité de Actividades a favor de la Vida de la NCCB.

MIEMBRO PARTICIPANTE DE LA VISIÓN SACRAMENTAL DE ROMA:
-1984-1989 y de 1990-1995: Miembro del Concilio Pontificial sobre Justicia y Paz.
-1986-1991: Miembro del Concilio Pontificial sobre el Cuidado Pastoral de Inmigrante y Personas Ambulantes.

OTRAS ASIGNACIONES:

-1987-1993: Miembro de la Comisión Federal sobre Trabajadores del Campo.
-1988: Miembro del Comité Blue Ribbon para Vivienda Afordable de la Ciudad de Los Angeles.
1989-1990: Miembro del Comité para Demandar un Código Ético para el Gobierno de la Ciudad de Los Angeles.
-1992-1995: Miembro de la Junta de Directores para la Reedificación de Los Angeles. VN

Share