EX NUNCIO EN CUBA: PUEDE HABER UNA TRANSICIÓN SIN VIOLENCIA EN LA ISLA

Mons. Giulio Einaudi, que se desempeñó como Nuncio Apostólico en Cuba desde 1980 hasta 1988, consideró que sí puede ser una transición sin violencia en la isla, mientras el mundo espera noticias sobre la salud del mandatario Fidel Castro.

En declaraciones al diario chileno El Mercurio, el Arzobispo explicó “puede ser una transición sin violencia, depende de cómo se trate este asunto. Personalmente, creo que puede llevarse por cauces normales, después de tantos años de revolución.

“Si la comunidad internacional sabe acercarse a Cuba mediante el diálogo, la situación puede evolucionar en forma muy positiva”, declaró.

También se refirió, entre otros temas, al traspaso de poderes de Fidel Castro a su hermano menor, Raúl. En su opinión, éste “tendría una buena capacidad para conducir al país a una evolución pacífica y normal”.

Sobre este gobierno interino, Mons. Einaudi considera que “su limitación puede ser también su fuerza, ya que él estuvo al lado de Fidel todos estos años; por lo tanto, conoce totalmente la situación. Depende cómo querrá arreglar los asuntos en este período de transición, que aún no se sabe si será de transición. Depende mucho de él y de los poderes que efectivamente pueda ejercer”; aunque en opinión del Prelado todavía es pronto para hablar de un periodo posterior a Fidel, “no podemos decir si ha empezado verdaderamente una era post Castro; no podemos decirlo, porque puede que se mejore y vuelva”.

Sobre el comunicado de la Iglesia en Cuba en el que los obispos manifestaron que jamás aceptarían ni respaldarían intervención extranjera alguna, el Prelado señaló que el Arzobispo de La Habana, Cardenal Jaime Ortega, “es una persona muy prudente y capaz para enfrentar esta transición”.

“Nosotros como Iglesia no nos situamos en alternativas políticas: sí podemos seguir la evolución de los acontecimientos, y también llamar a la oración, pero nada más. Y fue esto lo que se hizo cuando la Iglesia cubana llamó a los fieles a rezar para que el Señor pueda acompañar a Castro en estos difíciles momentos, que son duros para él, pero también para toda la población cubana”, precisó el ex Nuncio.

Al hablar del tiempo que sirvió como Nuncio Apostólico en Cuba, recordó que “hubo una buena relación con el doctor Felipe Carneado –el responsable entonces del Comité Central del Partido Comunista para las relaciones con la Iglesia–. Casi cada día nos reuníamos para analizar las cosas cotidianas de la Iglesia; es decir, la posibilidad de tener más sacerdotes y religiosas, facilidades para importar literatura, abrir otros lugares de culto, etc.”. VN

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