ESTUDIANTES INMIGRANTES AYUDAN A OTROS INDOCUMENTADOS A PAGAR LA UNIVERSIDAD

Espíritu de Nuestro Futuro (EDNF), una organización fundada por alumnos inmigrantes, ayuda a financiar los estudios universitarios de alumnos indocumentados para que puedan forjarse un futuro en el país a través del estudio.

“La organización ha ayudado aproximadamente a 25 estudiantes universitarios con un aporte total de entre 25.000 a 30.000 dólares”, explicó Jhovanna Rojas, alumna del programa de biología de la Universidad Estatal de California (Cal Sate) Dominguez Hills.

“El dinero recaudado ha sido para becas y también para organizar conferencias sobre lo que es la AB 540 y sobre inmigración”, agregó.

La ley estatal AB 540 garantiza a los estudiantes indocumentados el pago de los mismos costos por educación universitaria que los de los residentes legales, siempre y cuando hayan estudiado tres años de secundaria en California, se hayan graduado de una preparatoria en el estado y firmen un compromiso de que solicitarán su residencia.

“Este año abrimos otro capítulo de Espíritu en Cal State San Marcos pero la base principal es en Dominguez Hills”, comentó Rojas. “La organización es de estudiantes y para estudiantes. Tenemos dos consejeros en la Universidad, pero los miembros son universitarios, de los cuales aproximadamente la mitad son residentes legales o ciudadanos”, explicó Rojas.

Liz De La Rosa, originaria de Durango, México, cursa su primer año en producción musical y aunque recibe ayuda económica de su familia y tiene un trabajo de tiempo parcial, todavía no alcanza a cubrir completamente los costos de su educación.

De La Rosa, otro miembro de EDNF, llegó con su familia -sus padres y tres hermanos- hace 11 años al país.

“La inspiración para ir a la Universidad siempre ha venido de mis padres. Ellos nos han insistido en tener una profesión que nos asegure un empleo y un futuro mejor”, contó a Efe De la Rosa, al comentar que el trabajo de su padre en la construcción es muy duro y no es bien remunerado.

EDNF surgió por la iniciativa de Imelda Quintanar, profesora y consejera académica de la Universidad, quien vio en la organización una manera de ayudar a que los estudiantes indocumentados pudieran completar su educación universitaria.

“En Espíritu de Nuestro Futuro hemos organizado eventos sociales como la venta de tamales, pupusas, dulces, lavado de autos o cualquier otra actividad para recaudar fondos para la educación de los estudiantes, que son la principal motivación en mi trabajo”, dijo Quintanar.

A finales de abril, la organización realizó el mayor esfuerzo en sus cinco años de existencia para recaudar fondos: un banquete cuyos anfitriones principales fueron el presidente de la asamblea estatal, Fabián Núñez (D-Los Angeles), y el asambleísta Héctor De la Torre (D-South Gate).

“Dentro del banquete recogimos aproximadamente 20.000 dólares y el senador Gil Cedillo nos prometió que nos iba a conseguir una suma igual a la recaudada”, informó Rojas. “Además de la fundación Liberty Hill abrió una beca de 25.000 dólares destinada a estudiantes AB 540”.

Jhovanna Rojas conoció EDNF en 2003 al saber que no era la única estudiante indocumentada en la Universidad. “Me involucré no sólo porque me beneficia personalmente, sino porque sé que hay muchos estudiantes que necesitan ayuda y que también la merecen”, afirma Rojas, originaria de Zacatecas, México.

“Somos estudiantes que trabajamos duro día a día, tenemos muchas responsabilidades sobre nuestros hombros y venimos de familias de situación económica muy baja. La mayoría somos los primeros de nuestra familia en venir a la Universidad y, si Dios quiere, terminar una carrera”, explica la actual presidente de la organización.

Durante más de 15 años su padre estuvo viniendo a los EE.UU. para trabajar por temporadas y poder sostener su familia en México.

Hace siete años mediante una visa de turismo la familia llegó al país para quedarse. Al mismo tiempo su madre y sus hermanos presentaron una solicitud de residencia a través de su abuelo quien es ciudadano estadounidense. Su padre recibió hace dos años la residencia legal.

Irene Vázquez, directora y profesora del Programa de Estudios Chicanos, CHS, de Domínguez Hills, ha sido otra de las impulsoras de Espíritu.

“Ellos (los estudiantes) son claves en lo que han venido organizando para ofrecer servicios educativos y obtener fondos para los estudiantes inmigrantes en la Universidad”, afirmó Vázquez. VN

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