ESTUDIANTES CONSTRUYEN CASAS “VERDES” PARA FAMILIAS DE BAJOS RECURSOS

Estudiantes de secundaria y de arquitectura de la Universidad de Arizona (UA) participan en un proyecto de construcción de viviendas “verdes” a bajo costo para familias de pocos recursos en Tucson.

“Una cosa es construir casas con alta tecnología para ahorrar energía y agua y otra es construirlas para familias de pocos recursos”, dijo Mary Hardin, profesora de arquitectura de la UA y directora del proyecto de construcción SAGE.

Como parte del proyecto, los estudiantes han diseñado las viviendas tomando en cuenta detalles como el lugar donde sale y se oculta el sol, así como han experimentado con materiales que permiten que la casa sea más cálida en el invierno y mas fría en el verano.

También se usa un cemento especial para el exterior que es resistente al agua y protege a la construcción de termitas.

Asimismo, las casas cuentan con un gigantesco cilindro que acumula el agua que cae de la lluvia y permite que sea utilizada para regar el jardín o lavar el automóvil.

“Este es un sistema que es comúnmente utilizado en otros países como México, una forma muy inteligente de ahorrar agua y utilizar los recursos naturales”, dijo la profesora.

Hardin recalcó que todo el trabajo de construcción es hecho completamente por los estudiantes, supervisado por los profesores. “Solamente el trabajo de expertos como electricistas y plomeros es realizado por profesionales pero asistidos por ellos”.

Una vez terminada cada vivienda de dos habitaciones y dos baños, tendrá un costo aproximado de 100.000 dólares.

La profesora explicó que el costo se mantiene bajo en gran parte porque el terreno en el barrio donde actualmente se construye la tercera vivienda “verde” fue donado por la ciudad de Tucson; también se obtuvieron préstamos a bajo costo para comprar los materiales y la mano de obra la aportan 19 estudiantes universitarios y seis de escuelas secundarias.

Hardin dijo que la ciudad de Tucson, con la ayuda de organizaciones como Chicanos por la Causa, ayudan a encontrar a las familias que reúnen los requisitos para comprar estas viviendas.

El proyecto comenzó en el 2006 y se proyecta la construcción de dos viviendas más en los próximos dos años en el barrio San Antonio, ubicado al este del centro de la ciudad de Tucson.

“Nuestro objetivo es construir casas “verdes” para familias de recursos limitados, sabemos que, por ejemplo, los paneles solares son muy caros, por eso diseñamos las casas para que todas las ventanas apunten hacia el sur y norte, para controlar la luz natural que recibe la casa”, afirmó Hardin.

Paloma Morales, de 18 años y estudiante de la escuela secundaria M.O.R.E, dijo que para ella es muy importante participar en este proyecto ya que no solo ayuda a familias de bajos recursos sino también al medio ambiente y la economía local.

Otros estudiante como Steven González, de 21 años y estudiante de la misma escuela secundaria, comentó que espera que las técnicas de construcción que está aprendiendo le sirvan para poder conseguir un trabajo en el futuro.

“Yo participo también en competencias con otros estudiantes y esta experiencia que estoy obteniendo me va a servir para ello”, dijo González, quien tiene planeado ingresar a la universidad y graduarse como administrador de construcción.

Por su parte, Hardin dijo que este proyecto es sumamente importante para todos los estudiantes ya que ponen en práctica los conocimientos aprendidos durante las clases.

“También aprenden sobre el uso de técnicas para ahorrar energía sin tener que gastar tanto dinero en la construcción de la vivienda”, finalizó la profesora de arquitectura. VN

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