ESCUELAS FRONTERIZAS BUSCAN EVITAR QUE ALUMNOS DE MÉXICO ASISTAN A CLASES
San Diego (California).- Los distritos escolares de Caléxico y Mountain Empire, en el sur de California, destinarán personal para que vigile a estudiantes a fin de evitar que aquellos procedentes de México puedan tomar clases en EEUU.
Estos distritos buscan recabar pruebas de que la residencia de los estudiantes no pertenece al distrito escolar, a fin de negarles acceso a las escuelas.
El distrito de Caléxico destinará a dos personas para esa tarea este año, confirmó la vocera del distrito Alejandra Limón, y el de Mountain Empire al menos a una.
Las decisiones intensifican la tendencia iniciada en el 2005 por el Distrito Escolar Unificado de Caléxico de vigilar la frontera, aunque otros distritos escolares en el área se han negado a seguir la medida.
La Suprema Corte falló en 1982 que escuelas no pueden negar educación a estudiantes que vivan en EEUU sin documentos, por lo que simple prueba de residencia en el distrito califica al niño para que tome clases.
Pese a que leyes federales prohíben que escuelas interroguen a estudiantes sobre su estado migratorio, y a que muchos de los niños que viven en México de hecho cuentan con ciudadanía en EEUU, la práctica de revisión de documentos regula de hecho a quiénes pueden acudir a cada uno de los planteles de acuerdo a su dirección local.
En Caléxico, desde el 2005, autoridades escolares respondían a quejas de las comunidades locales sobre hacinamiento en los planteles y a los bajos resultados en exámenes estandarizados que comenzaron a cobrar importancia en la distribución de recursos a consecuencia del programa “Ningún Niño Dejado Atrás” implementado por la administración del presidente George W. Bush.
Durante los dos primeros años del programa, del 2005 al 2007, el número de estudiantes en el Distrito Escolar de Caléxico cayó de 9.600 a 9.100, mientras que la población de la ciudad creció cerca de tres por ciento.
Este distrito, localizado en el Valle Imperial, cuenta con un 98 por ciento de población hispana, con más de 70 por ciento de los estudiantes que ingresan a la escuela con el español como su lengua materna.
Los estudiantes de origen mexicano tienden a tener calificaciones más bajas debido a las barreras lingüísticas de presentar los exámenes en inglés, pero como la mayoría de la población de este sector es hispana hace más difícil la identificación de estudiantes que no son residentes locales.
Otros distritos escolares de zonas fronterizas en la nación han adoptado medidas similares, como por ejemplo el Distrito Escolar Independiente Consolidado San Felipe Del Río en Texas, que colinda con Ciudad Acuña, en el estado mexicano de Tamaulipas.
En septiembre del año pasado, funcionarios de ese distrito fueron criticados debido a que aguardaron en el puente a fin de dar a cada niño que cruzaba una carta para que confirmasen residencia con el distrito, lo que ocasionó que niños dejaran de acudir a clases.
Para las comunidades locales, éste se ha convertido en un asunto significativo en el área política por más de una década.
El Distrito Escolar de Caléxico contrató a una persona en el 2005 para tomar fotografías en la frontera de niños que cruzaban durante horario escolar y acudir a los hogares listados en documentos de residencia a fin de comprobar que los niños vivían allí.
El distrito además requiere que los padres de familia renueven su prueba de residencia dos veces al año.
Revisar la elegibilidad de estudiantes también afecta a los distritos escolares, ya que reciben fondos federales y locales de acuerdo con el número de estudiantes con el que cuentan.
El negar espacios a niños que vienen de México de hecho reduce la financiación de los planteles.
En el 2008, el distrito escolar de Caléxico perdió cerca de 300 estudiantes y cerca de dos millones de dólares en fondos estatales, lo que justificó diciendo que se ayudó a reducir el hacinamiento en los planteles.
En San Diego, durante la década de 1990 y antes del operativo Operación Guardián, un vídeo mostró a estudiantes cruzando la frontera por un área rural ocasionó debate y más recientemente la expulsión de 325 estudiantes por no vivir dentro del distrito.
Entre los distritos que se han negado a contratar a personal especial para vigilar la condición migratoria de estudiantes se cuentan los de Sweetwater, que tiene una población de 42.000 estudiantes, y el Unificado de San Diego. VN
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