ÉNFASIS EN SEGURIDAD AFECTA FLUJO DE PERSONAS Y BIENES EN PUERTOS TERRESTRES

Con 17 millones de cruces al año, la garita de San Isidro es el mayor puerto de entrada para extranjeros a EE.UU. y ejemplifica los retos de seguridad que enfrentan los cruces terrestres en el país, según un nuevo informe.

Las políticas implementadas tendrán un claro efecto en California, particularmente en el área de San Diego, donde se ubican tres de los cuatro principales puertos de entrada por tierra de visitantes a EE.UU: San Ysidro, Caléxico y Otay Mesa.

El cuarto puerto de entrada en importancia es el Puente de las Américas en El Paso, en Texas, que junto con los tres previamente listados, representan cerca del 27 por ciento de todos los viajeros que entran al país por tierra.

La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, en inglés) procesa anualmente más de 400 millones de entradas individuales de pasajeros y peatones al año, con cerca de tres de cada cuatro ingresos al país hechos por un puerto terrestre de entrada, de acuerdo con cifras de 2005, las últimas analizadas por la agencia.

El 82 por ciento de las personas que entran por tierra lo hace en automóvil, mientras que los peatones representan el 15 por ciento, viajeros por autobús un dos por ciento y por tren un uno por ciento.

De acuerdo con la Oficina de Supervisión del Gobierno (GAO), pese a que la CBP ha tenido éxito en identificar a extranjeros “inadmisibles” y otras personas por violar leyes, existen aún puntos débiles que pudieran facilitar la entrada de terroristas.

En su informe presentado ayer, GAO señala entre los errores cometidos por agentes en las garitas las “inspecciones débiles y numerosos caso en los que los oficiales no pararon vehículos para ser inspeccionados y los peatones cruzaron la frontera sin ningún contacto visual o verbal por parte de oficiales”.

Sin embargo, hay claras tensiones en el cumplimiento de las políticas de combate al terrorismo en relación con las facilidades que se deben de dar al tránsito de personas y bienes, vital para las economías tanto regionales como de EE.UU.

En el año fiscal 2006, la CBP rechazó a 200.000 extranjeros considerados “inadmisibles”, capturó a 200.000 extranjeros que intentaron ingresar a EE.UU. sin documentación legal, decomisó cerca de 600.000 libras de drogas y más de 40.000 documentos de identidad fraudulentos.

A diferencia de los visitantes que llegan por aire, que tiene más controles como el uso obligado de pasaportes en viajes internacionales y la revisión de datos biométricos, por tierra es difícil tener información del viajante por anticipado.

Los viajeros por tierra pueden presentar muchas identificaciones, que van desde licencias de conducir, declaraciones orales de ciudadanía, certificados de nacimiento, pasaportes o visas, tarjetas de residencia permanente, o credenciales militares.

Tras la divulgación del informe, además de un aumento en su entrenamiento, se espera que los agentes redoblen la atención que prestan a cada viajero en tránsito, lo que es un factor en el tiempo de cruce.

A partir del 31 de enero de 2008, se dejarán de aceptar declaraciones orales de ciudadanía y a partir de enero del mismo año se empezarán a solicitar pasaportes para el cruce por tierra a EE.UU.

Luis Valdivia, vocero de la Cámara de Comercio Hispana de Houston, dijo hoy a Efe que el énfasis en la seguridad nacional sobre el impacto económico es un tema preocupante para negocios cercanos a la frontera.

“Entre más cercano a la frontera, más impacto sufre el negocio. Es clara la contribución de la economía de Baja California a San Diego, como se comprobó con las quiebras de negocios durante las crisis económicas de México”, dijo Valdivia.

Valdivia dijo que, por ejemplo, pese a contar con una credencial Sentri de paso expedito ayer sufrió una demora de 45 minutos para cruzar, lo que era impensable hace apenas unos años.

“La tercera garita de ingreso en San Diego que apenas se está planeando debió de haber abierto hace cinco años. La burocracia presenta siempre retrasos respecto a las necesidades concretas de hoy en día”, señaló.

Valdivia, quien sugirió que se implemente una doble casilla en cada carril para mejorar los tiempos de espera, consideró que el hecho de que la mayoría de las personas que cruzan son mexicanos experimentados a la logística minimizará el impacto de tener que presentar un pasaporte en el cruce por tierra el año próximo.

De acuerdo con un estudio de la Agencia Regional de Planificación de San Diego (SANDAG), el costo estimado por los retrasos en los puertos de entrada de esta zona a las economías tanto de EE.UU. como de México es cercano a los 7.200 millones de dólares en pérdidas para el 2007, además de cerca de 62.000 empleos. VN

Share