EN EMOTIVO DISCURSO, OBAMA RECLAMA UNA NUEVA ERA POLÍTICA MÁS CIVILIZADA

Washington.- El presidente Barack Obama hizo hoy un elocuente llamamiento a una nueva era política de un tono “más civilizado” y a “no volvernos los unos contra los otros”, en un emotivo discurso con motivo del tiroteo del sábado en Tucson.

“En un momento en el que nuestro discurso se ha polarizado tan drásticamente, cuando estamos demasiado dispuestos a echar la culpa de todo lo malo en el mundo a quienes piensan de modo diferente, es importante que paremos un momento y nos aseguremos de que nos hablamos los unos a los otros de manera que cure, no que hiera”, instó el presidente.

Obama participó en el acto celebrado en la Universidad de Arizona para rendir homenaje a los seis muertos y catorce heridos del tiroteo ocurrido cuando la congresista Gabrielle Giffords celebraba una reunión política a la entrada de un supermercado.

El presidente visitó a la congresista, herida en la cabeza, en el hospital antes de acudir al acto. En uno de los momentos más emotivos de su discurso reveló que hoy mismo Giffords había “abierto los ojos por primera vez”.

La noticia desató una de las mayores ovaciones y aplausos de las 14.000 personas presentes en el pabellón, puestas en pie.

Giffords “sabe que estamos aquí, que la queremos y que la estaremos apoyando en lo que será un camino difícil” para su recuperación, indicó, mientras una conmovida Michelle Obama abrazaba al marido de la congresista, el astronauta Mark Kelly, sentado junto a ella.

En la alocución, de una duración inicial prevista de 16-18 minutos pero que se prolongó más de media hora, Obama recordó a cada una de las víctimas mortales y algunos de los héroes de aquella jornada, como Daniel Hernández, el voluntario que trabajaba en la oficina de Giffords y cuyos auxilios contribuyeron a salvar la vida a la congresista.

“Estamos agradecidos a Daniel Hernández, un voluntario que atravesó el casos para ayudar a su jefa, atendiendo sus heridas para mantenerla viva”, indicó.

El discurso tuvo dos claros protagonistas: Giffords y la víctima más joven, la niña de nueve años Christina Taylor Green, que había acudido al acto de Giffords porque ya a su edad había decidido que quería dedicar su vida al servicio público.

En nombre de esta niña, Obama -padre de dos hijas y quien al hablar de Christina tuvo que carraspear en más de una ocasión para poder continuar- hizo un llamamiento a la unidad entre los ciudadanos y a dejar atrás los discursos polarizados y partidistas que han caracterizado la política estadounidense en los últimos años.

“Lo que no podemos hacer es usar esta tragedia como una ocasión más para volvernos los unos contra los otros”, afirmó Obama, en medio de un impresionante silencio.

“En lugar de apuntarnos con el dedo o echar la culpa, usemos esta oportunidad para ampliar nuestra imaginación moral, para escucharnos los unos a los otros más cuidadosamente, para agudizar nuestros instintos de empatía, y recordemos todos los modos en que se enlazan nuestros sueños y esperanzas”, declaró el presidente estadounidense.

El tiroteo ha abierto el debate acerca de si el supuesto culpable, Jason Lee Loughner, actuó impelido por los insultos y duras palabras que se han intercambiado en los últimos tiempos políticos de izquierda y derecha y comentaristas en radio y televisión.

Ello ha hecho que surjan numerosos llamamientos a mantener un tono más civilizado en el intercambio político.

“Podemos hacerlo mejor. Los que murieron aquí, los que salvaron vidas, me ayudan a creerlo. Puede que no podamos detener todo el mal en el mundo, pero cómo nos tratemos los unos a los otros depende enteramente de nosotros”, subrayó.

Y al recordar a Christina, declaró que “quiero que vivamos según sus expectativas. Quiero que nuestra democracia sea tan buena como ella la imaginó. Todos nosotros debemos hacer cuanto podamos para garantizar que nuestro país cumple las expectativas de nuestros hijos”.

Obama estuvo precedido en el acto por las intervenciones, entre otros, de la gobernadora de Arizona, Jan Brewer, la secretaria de Seguridad Nacional, Janet Napolitano, e incluso el propio Daniel Hernández.

El joven voluntario aseguró que no merece el título de “héroe” que se le ha adjudicado. “Los auténticos héroes son aquellos que se dedican al servicio público”, subrayó. VN

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