‘EL MATRIMONIO Y LA FAMILIA SON EL CAMINO DE LA IGLESIA’

El Arzobispo José H. Gomez celebra el Día Mundial del Matrimonio junto a más de una centena de parejas

En el Día Mundial del Matrimonio, el Arzobispo José H. Gomez felicitó y bendijo a más de cien parejas que celebraron de 25 a 50 y 75 años de haber recibido el sacramento eclesiástico.

Este año, la celebración en la Catedral Nuestra Señora de los Ángeles fue especial porque los católicos de Estados Unidos se preparan para la visita del Santo Padre Francisco a Filadelfia en septiembre y festejar el Encuentro Mundial de las Familias. Después, en octubre, el Papa ha convocado un Sínodo de Obispos sobre la familia.

“El Papa quiere que recordemos que el matrimonio está en el centro del plan de Dios para el mundo, para la Iglesia y para la familia”, dijo Monseñor Gomez. “Como sabemos, Jesucristo realizó su primer milagro durante un matrimonio…las Bodas de Caná. Su presencia ese día, junto con la Santísima Virgen María y los apóstoles, no fue una casualidad”.

El prelado dijo que, en aquella ocasión, Jesús estaba revelándonos el Plan de Dios para la humanidad:

“Nos estaba enseñando que el matrimonio es sagrado, que la unión entre un hombre y una mujer tienen un significado profundo en el plan de Dios para los seres humanos”.

Al celebrar a los matrimonios que cumplieron su jubileo, el representante de la Arquidiócesis de Los Ángeles destacó la celebración del hecho de la verdad sobre el matrimonio y la familia que están en el centro de designio de Dios para la humanidad.

“El matrimonio y la familia son el camino de la Iglesia”, aseguró. “Ustedes, los que han recibido la llamada al matrimonio están llamados a ser signos del amor de Dios por el mundo; están llamados a compartir con los demás la belleza del matrimonio y la familia”.

Sin embargo destacó que en la sociedad actual hay algunas fuerzas que están trabajando en contra del matrimonio y la familia.

‘LA MENTALIDAD DE LO PROVISIONAL’

“El Papa Francisco dice que ‘el matrimonio y la familia están en crisis hoy’. Y todos sabemos que tiene razón. Nuestra cultura es como las palabras que escuchamos en la primera lectura del Libro de Job: ‘Se alarga la noche y me harto de dar vueltas, mis días corren más que la lanzadera y se consumen sin esperanza. Recuerda que mi vida es un soplo’”, evocó el Arzobispo de Los Ángeles. Y prosiguió: “Este es el mensaje que escuchamos en nuestra cultura. Que nada es permanente, que nada puede durar. Que la vida se trata sólo de sentimientos, y que hay que dejarla pasar, por lo que Papa Francisco lo llama ‘la mentalidad de lo provisional”, una mentalidad que lleva a las personas a pensar que el matrimonio es muy difícil; de que no vale la pena tratar de construir una relación que dure para siempre.

En 1993, el Papa Juan Pablo II otorgó la bendición apostólica al Día Mundial del Matrimonio, como un juramento de lealtad, sacrificio y alegría en la vida cotidiana de las parejas casadas, aunque la idea de la celebración surgió en Baton Rouge, capital del estado de Louisiana, en 1983.

“Tenemos paciencia los dos, pero el amor y el perdón es lo principal”, dijo Graciela Frausto, quien cumplió sus bodas de oro con Salvador Frausto. Ambos son originarios de Guanajuato, México.

Para él, la fe ha sido el factor más importante de su compromiso matrimonial.
“En cualquier problema hemos acudido a Dios y Él nos ha ayudado a resolverlo; siempre hemos compartido todo, lo malo y lo bueno”.

Otra pareja, Edward y Norma Pozo celebraron su aniversario número 68. Dijeron que sus secretos para alcanzar la felicidad son “paciencia, respeto y amor”, mientras que Antonio y Alicia Cortez explicaron que la base de sus 63 años de vida matrimonial ha sido la fe: “Siempre rezamos el Rosario juntos y siempre hemos puesto a Cristo al centro de nuestros corazones”.

Y así como lo realizó el 31 de julio de 1948 en la parroquia de Nuestra Señora de Guadalupe, en el Este de Los Ángeles, Carlos Rodríguez tomó de la mano a su esposa Madeline y repitió las palabras del rito matrimonial: “Yo, Carlos, te acepté a ti, Madeline, como mi esposa, y prometí serte fiel en lo próspero y en lo adverso, en la salud y en la enfermedad, y amarte y respetarle todos los días de mi vida”.

Como acto final, sellaron su amor eterno con un beso. VN

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