EE.UU. ESTABLECE REGLAMENTOS PARA EMISIÓN DE NUEVAS LICENCIAS DE CONDUCIR

El Gobierno de EE.UU. presentó los reglamentos que dictan que, a más tardar el año 2017, millones de estadounidenses tengan licencias de conducir y cédulas de identidad a prueba de fraude, en el marco del combate a terroristas, inmigrantes indocumentados y estafadores.

El reglamento forma parte del programa conocido en inglés como “Real ID”, aprobado por el Congreso en 2005 por recomendaciones de la Comisión investigadora de los atentados de 2001 y cuyo objetivo es evitar que posibles terroristas e indocumentados puedan adquirir licencias de conducir.

La medida afectará a al menos 245 millones de conductores, desde los ciudadanos hasta los residentes permanentes y extranjeros con visados temporales o matrículas consulares, en cuyo caso la licencia de conducir vencerá cuando caduque su visa.

A partir del próximo mes de mayo, los gobiernos estatales deberán iniciar el proceso para cumplir con los requisitos mínimos de seguridad establecidos por el Gobierno federal para las licencias y documentos de identidad.

Durante una rueda de prensa, el secretario de Seguridad Nacional, Michael Chertoff, explicó que se trata de un equilibrio entre la seguridad nacional y la protección de la vida privada de las personas.

Agregó que, en definitiva, el Gobierno de EE.UU. “matará tres pájaros de un solo tiro”: los terroristas que quieran evadir las medidas de seguridad; los indocumentados que buscan trabajo haciéndose pasar por ciudadanos y los estafadores.

A la derecha de Chertoff habían gráficas sobre el alcance del programa, entre ellas una copia de la licencia de conducir que utilizó Mohammed Atta, uno de los 19 terroristas involucrados en los atentados contra las Torres Gemelas y el Pentágono el 11 de septiembre de 2001.

Al describir las distintas fases de la puesta en marcha de “Real ID”, Chertoff precisó que, para 2017, los gobiernos estatales tendrán que haber completado la emisión de licencias de conducir y cédulas de identidad a prueba de fraude.

El titular del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) advirtió que las licencias emitidas por gobiernos estatales que no colaboren con el programa no serán aceptadas como documento de identidad federal.

Así, los residentes de esos estados no podrán abordar aviones o entrar a edificios federales a menos que presenten documentos de identidad adicionales o sean sometidos a una revisión secundaria.

Los solicitantes en cada estado deberán presentar al Departamento de Vehículos Motorizados (DMV) documentos que comprueben su identidad y su estatus legal en EE.UU., tales como pasaportes, tarjetas de Seguro Social, recibos de sueldo o certificados de ciudadanía, entre otros.

A su vez, los DMV deberán verificar la legitimidad de los documentos y tomar medidas para proteger sus bases de datos.

Según el cronograma de “Real ID”, los conductores menores de 50 años tienen plazo hasta el 1 de diciembre de 2014 para obtener las nuevas licencias, y el resto en un plazo adicional de tres años.

El DHS ha designado un total de cerca de 360 millones de dólares para ayudar a los gobiernos estatales a cumplir con los nuevos requisitos. Se calcula que, una vez completado el programa, el costo adicional de la emisión de las licencias aumentará en ocho dólares.

Chertoff reconoció que, ante el ingenio de quienes trafican con documentos falsos, “nada en este mundo es completamente a prueba de fraude” y que, con seguridad, el DHS afrontará trabas en los tribunales.

El funcionario está consciente de que no todos comparten el entusiasmo del DHS sobre los nuevos reglamentos, entre ellos los principales aspirantes presidenciales demócratas y republicanos, y la Unión de Libertades Civiles de EE.UU. (ACLU).

La ACLU considera que “Real ID” es una medida policial que, en resumen, creará una cédula de identidad nacional, aumentará el riesgo de robo de documentos personales, facilitará el rastreo de individuos y acercará al país a una sociedad orwelliana del “Gran Hermano”.

Además advierte que, por ejemplo, los errores en las bases de datos darán pie a trabas burocráticas, largas colas y un alza del costo para obtener esos documentos. VN

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