DOLORES HUERTA INSTA AL CONGRESO A APROBAR EL “DREAM ACT”

Washington.- La activista Dolores Huerta instó hoy al Congreso a que apruebe ya el “Dream Act” para la legalización de los estudiantes indocumentados, como parte de la campaña de presión que mantiene el Gobierno y grupos pro-inmigrantes.

Durante una conferencia telefónica con periodistas, Huerta instó a los congresistas, en particular a los republicanos, a que apoyen el “Dream Act” porque “no hay razón para que (la medida) no sea sometida a un voto”.

La activista hizo ese llamamiento horas antes de que la Cámara de Representantes someta a voto el “Dream Act”, mientras el Senado prepara también un voto de procedimiento clave para votar la medida antes del fin de semana.

El “Dream Act” permitirá la legalización de estudiantes indocumentados que hayan entrado antes de los 16 años, tengan cinco años de estancia en el país, cumplan al menos dos años de universidad o se inscriban en las Fuerzas Armadas, entre otros requisitos.

Huerta se ha sumado a la campaña de apoyo a estudiantes que mantienen un ayuno frente a la oficina del senador republicano John McCain en Phoenix (Arizona), y recordó que éste fue uno de los once republicanos en el Senado que apoyó la reforma migratoria en 2007.

Huerta se hizo eco de legisladores y grupos en todo el país que promueven la medida, al indicar que se trata de “un voto por la justicia” y que los estudiantes indocumentados, una vez legalizados, pueden continuar contribuyendo a la prosperidad económica y la seguridad nacional de Estados Unidos.

En paralelo, líderes demócratas de ambas cámaras del Congreso, acompañados de los secretarios de Educación, Arne Duncan, y de Seguridad Nacional, Janet Napolitano, destacaron en una rueda de prensa los beneficios del “Dream Act”.

“La hora límite ha llegado y es hora de que el Congreso realice este voto”, dijo el congresista demócrata por Illinois, Luis Gutiérrez, promotor de la reforma migratoria en la Cámara Baja.

Gutiérrez rechazó las críticas de los detractores del “Dream Act” al señalar que la medida no es una “amnistía” ni una dádiva del Gobierno y que los estudiantes tendrán que cumplir con una serie de requisitos para lograr su regularización.

A cambio, a los estudiantes se les pide que “paguen el costo más grande, el de su vida, su sangre, su pellejo en el campo de batalla”, enfatizó el legislador.

A su juicio, ésta es la oportunidad de oro del Congreso para aprobar la medida porque, a partir de 2011, los republicanos tendrán el control de la Cámara de Representantes, y éstos insisten únicamente en medidas policiales y más vigilancia fronteriza.

Sin embargo, tanto Gutiérrez como el senador demócrata de Illinois, Dick Durbin, reconocieron que su partido aún no tiene los votos necesarios para lograr la aprobación de la medida, que requiere de una mayoría simple en ambas cámaras.

“Estamos encaminados en la dirección correcta”, dijo Gutiérrez.

Por su parte, el legislador demócrata Howard Berman dijo que la medida contiene muchas restricciones y no todos en el universo de estudiantes indocumentados -poco más de 2,1 millones- reunirán los requisitos, pero el objetivo es “dar a una parte de ese universo la oportunidad” de legalizarse.

Durbin señaló que Duncan, Napolitano, y otros miembros de la Administración Obama han estado haciendo llamadas para persuadir a los republicanos a que apoyen la medida.

En ese sentido, Napolitano dijo que los estudiantes indocumentados “no tienen culpa o responsabilidad de que sus padres los hayan traído” a Estados Unidos, y pidió que el Congreso apruebe la legislación. VN

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