DISMINUYE TENSIÓN PERO SIGUE FRUSTRACIÓN POR MUERTE DE HISPANO A MANOS LAPD

Los Ángeles.- Los enfrentamientos con la Policía de Los Angeles (LAPD) por la muerte de un hispano a manos de un agente han ido disminuyendo durante la semana, pero la frustración de la comunidad latina sigue manifestándose.

Alrededor de 50 personas se reunieron anoche en una vigilia pacífica en el lugar donde murió de dos disparos en la cabeza el inmigrante indocumentado guatemalteco Manuel Jamines, en el distrito Westlake, en la zona central de la ciudad.

“La policía nos trata diferente porque somos inmigrantes y muchos son indocumentados y no reclaman sus derechos”, denunció Sonia Martínez, quien vive desde hace 21 años en el área de Pico Union en el sector oeste del centro de Los Ángeles, donde se han presentado enfrentamientos con las autoridades desde el domingo en la tarde.

Ante las protestas y desórdenes, la policía ha intensificado el patrullaje en el sector para mantener el control de la situación.

“Ahora sí los estamos viendo (a los policías), ¿pero por qué no hacen la misma presencia cuando se trata de las pandillas?”, reclamó Manuel S., un salvadoreño que reside en el sector de Westlake desde hace cerca de 10 años.

Según el informe presentado por el jefe de la policía, una mujer que no ha sido identificada pidió ayuda a tres policías en bicicleta que patrullaban el área pues un hombre armado con un cuchillo y con sangre en las manos había intentado atacarla a ella y a otra mujer embarazada.

Los policías ordenaron a Jamines, el hombre con el cuchillo, en inglés y en español que soltara el arma pero éste la levantó sobre su cabeza y avanzó hacia ellos. En ese momento el oficial Frank Hernández disparó contra el agresor hiriéndolo de dos tiros en la cabeza.

La reacción de los agentes del orden ha sido defendida firmemente por las autoridades.

El alcalde angelino Antonio Villaraigosa respaldó la actuación de los policías calificándola de “valiente”, y criticó que algunos manifestantes hubieran llamado “asesino” al jefe de la policía, Charlie Beck, cuando leyó una declaración ante la comunidad el miércoles en la noche.

“Pienso que esta clase de acusaciones no sólo son escandalosas sino que no deben ser repetidas”, dijo ayer Villaraigosa al defender a Beck y a los policías involucrados.

Sin embargo, varios líderes y activistas han calificado la reacción de los agentes como exagerada al dar muerte al inmigrante.

“Consideramos que la policía actuó en forma excesiva en el caso del compatriota Jamines”, dijo a Efe Néstor Villatoro, presidente de la Asociación Americana de Guatemaltecos.

“Si la policía verdaderamente conoce a esta comunidad debe entender algunos de nuestros comportamientos”, argumentó Villatoro quien agregó que la mayoría de la comunidad guatemalteca que reside en el área no habla inglés y poco español.

“Muchos de los guatemaltecos que viven en este sector hablan quiché, su propio dialecto”, anotó el activista al señalar que Jamines pertenecía a ese grupo étnico.

Para otros, los policías cumplían con su deber y Hernández, el oficial con 13 años de servicio que disparó contra el inmigrante indocumentado, lo hizo en defensa propia.

“Lo que hicieron los policías fue cumplir con su deber y seguir los procedimientos establecidos en este caso de situaciones”, aseguró a Efe Paul Weber, presidente de la Police Protection League, el sindicato que agrupa a los policías de Los Ángeles.

“Los comentarios de algunos activistas que señalan que un oficial puede simplemente disparar en una pierna contra un sospechoso armado son absurdos y desconocen la realidad del patrullaje en las calles de Los Ángeles donde los policías son atacados más de 500 veces al año”, afirmó Weber.

No obstante, los activistas están pidiendo tranquilidad para esperar los resultados de la investigación.

“Yo quiero hacer un llamado a la comunidad guatemalteca para que mantenga la calma y evite los enfrentamientos con la policía”, dijo Villatoro al pedir que se eviten los disturbios, especialmente durante este fin de semana. VN

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