DESDE ÉFESO, EL PAPA LANZA UN LLAMAMIENTO A LA PAZ EN JERUSALÉN

Y en el mundo entero

Benedicto XVI elevó este miércoles desde el santuario de la casa de la Virgen María, a cuatro kilómetros de Éfeso, una súplica de paz por Jerusalén y por el mundo entero.

«Apoyados por la Palabra de Dios, desde aquí, desde Éfeso, ciudad bendecida por la presencia de María santísima –que, como sabemos, es amada y venerada también por los musulmanes–, elevamos al Señor una oración especial por la paz entre los pueblos», exhortó el Papa dirigiéndose a los católicos turcos.

«Desde esta extremidad de la península de Anatolia –añadió–, puente natural entre continentes, invocamos paz y reconciliación ante todo para quienes viven en la Tierra que llamamos “santa”, y que así es considerada por cristianos, judíos y musulmanes: es la tierra de Abraham, de Isaac y de Jacob, destinada a albergar un pueblo que fuera bendición para todas las gentes».

«¡Paz para toda la humanidad!», exclamó y, citando al profeta Isaías, añadió: «Forjarán de sus espadas azadones, y de sus lanzas podaderas. No levantará espada nación contra nación, ni se ejercitarán más en la guerra».

«Todos necesitamos esta paz universal; la Iglesia está llamada a ser no sólo su anunciadora profética, sino más aún su “signo e instrumento”».

Según el obispo de Roma, «desde esta perspectiva de pacificación universal, se hace más profundo e intenso el anhelo hacia la plena comunión y concordia entre todos los cristianos».

Precisamente en la tarde de este miércoles el patriarca ecuménico de Constantinopla, Su Santidad Bartolomé I, dio la bienvenida al Papa en Estambul. Mañana firmarán juntos una declaración ecuménica. VN

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