<!--:es-->DECLARACIÓN SOBRE EL FALLECIMIENTO DEL SENADOR EDWARD M. KENNEDY<!--:-->

DECLARACIÓN SOBRE EL FALLECIMIENTO DEL SENADOR EDWARD M. KENNEDY

Los que no tienen voz, los que no tienen poder, y los más necesitados de nuestros ciudadanos, han perdido a un gran campeón con la muerte del Senador Edward M. Kennedy. Aún cuando él vivía en la parte más lejana del noreste de nuestro país, él tenía un sentido profundo y personal de las necesidades de los más pobres en todo el país. Él nunca se cansó de hablar por ellos, por sus derechos y necesidades.

Su profundo compromiso personal con las causas que afectan a los pobres y necesitados entre nosotros, emanaba de su profunda fe católica, y de la vida y el acercamiento a Jesucristo. Él conocía bien las palabras y el mandato de Jesucristo que se encuentran en el capítulo 25 del evangelio de Mateo.

Mi última colaboración con el Senador Kennedy fue en 2007, cuando él y el Senador John McCain introdujeron el Acta de una Reforma Comprehensiva de Inmigración de 2007. Él mismo, de raíces inmigrantes, el Senador Kennedy estaba vivamente consciente de la grave situación de los inmigrantes en nuestra nación, y fue un defensor de sus derechos y su completa inclusión en la cultura y la economía de nuestro país.

Yo me maravillaba de su habilidad para trabajar con los Senadores de ambos partidos políticos, siempre abierto a escuchar maneras para acoger sus puntos de vista y para crear compromisos que pudieran beneficiar a aquéllos en más necesidad. A pesar de que la medida de la reforma comprehensiva de inmigración nunca fue votada por todo el Senado, sus diferentes características y sus líneas generales permanecen para una eventual reforma legislativa.

El Senador Kennedy nunca se rindió frente a problemas que afectan a los ciudadanos más necesitados en nuestro medio. Él se convirtió en su voz y su defensor, sin importar la incomprensión y la oposición. Esa misma pasión lo condujo a luchar enérgicamente por la reforma del sistema de salud que incluya a todos los americanos; por educación de calidad en las escuelas públicas; por el salario mínimo y los beneficios para todos los trabajadores; por los trabajadores agrícolas del país, y por aquéllos con incapacidades.

Su lucha reciente contra el cáncer, inspiró a muchos, mientras él llevaba adelante muchos de sus asuntos legislativos para beneficiar a los más necesitados, aun cuando su salud y sus energías estaban declinando. Él fue implacable en su compromiso con la gente y las causas que él abrazó tan apasionadamente.

A través de los años, sin embargo, yo nunca pude llevarlo a promover los derechos fundamentales de un importante grupo en nuestra sociedad: los aún no nacidos. Pero él luchó con este aspecto de su fe católica, y yo tenía la esperanza de que en algún momento él llegara a ver que todo su trabajo por los más necesitados tenía que comenzar con un compromiso con cada persona, nacida o por nacer.

Que Dios lo reciba en la plenitud de la vida y de la luz en el Reino del Cielo, y que su apasionado compromiso por otros nos inspire a todos. VN

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